Las sucesivas reformas laborales del Estado Español nos dejan un escenario en el que el 1 de Mayo es preciso reivindicar la necesidad de creación de puestos de trabajo tanto como que éstos tengan condiciones dignas. El empleo es para la gran mayoría de las personas el eje sobre el que pivota su vida, tanto por las horas que actualmente dedicamos a dicha actividad como por la necesidad del sueldo para vivir. Por eso, un trabajo en malas condiciones crea situaciones personales críticas y frustra el presente y el futuro de muchas personas.

Las condiciones en que los jóvenes se integran en el mundo laboral, las de muchos sectores tradicionalmente ocupados por mujeres, las de las personas de mediana edad que se reincorporan al mercado tras una temporada en el desempleo no permiten desarrollar un proyecto de vida con dignidad y seguridad. La certeza de que el acceso al mercado laboral no significa llegar a fin de mes condiciona seriamente la vida de miles de personas en Euskal Herria.

Esta situación se han visto reafirmados con los últimos datos oficiales hechos públicos (EPA, 27 de abril), que confirman que desde que comenzó el año se han destruido 9.000 puestos de trabajo en los cuatro herrialdes de Hegoalde. Nuevamente habrá quien intente coronarse como el rey tuerto en el país de los ciegos citando que los datos de la CAV y Nafarroa son mejores que los del Estado, algo que poco puede ayudar en la situación de los y las nuevas desempleadas, además de obviar que de donde realmente estamos lejos es de los niveles europeos. Estos datos contrastan, además, con los de las grandes empresas cuyos beneficios crecen y con los discursos oficiales que relatan la recuperación de la economía.

Desde un partido eminentemente institucional como Eusko Alkartasuna, llamamos a participar en la jornada reivindicativa en la calle el día 1 de mayo, de la misma forma que reivindicamos la necesidad de que las instituciones intervengan en la consecución de las condiciones necesarias para la creación de empleo de calidad. Hoy en día, ése debe ser el principal eje de los presupuestos de toda institución, sin embargo, los recortes que no cesan constituyen un elemento añadido que agravan la situación.

Uno de los ejemplos más crueles de los recorte son el cada vez mayor número de personas trabajadoras que precisan cobrar ayudas sociales debido a la precariedad de las condiciones laborales y vieron recortada también la RGI por parte del Gobierno vasco en 2011.

La situación en la que nos encontramos actualmente no es fruto de la coyuntura económica internacional sino de decisiones concretas tomadas por los partidos políticos, aprobadas en las instituciones y puestas en marcha por las diferentes instituciones. Y la situación revertirá de la misma forma, mediante políticas institucionales.
Eusko Alkartasuna lo quiere hacer desde un marco vasco de relaciones laborales, en el que tomemos las decisiones que nos afectan. Algo que en la actualidad no podemos hacer ya que tanto la CAV como Nafarroa e Iparralde no disponen de las competencias laborales para poder regular el mercado
Laboral. Por ello, el cambio de la situación empezará por una medida concreta: disponer de las competencias laborales que nos permitan la creación de un marco vasco de relaciones laborales propio que tenga como objetivo la creación y el reparto de puestos de trabajos dignos y estables, tanto en ámbito público como en el privado, tal y como lleva años reivindicando la mayoría sindical vasca.

La militancia de Eusko Alkartasuna participará el día 1 de mayo en las movilizaciones convocadas por la mayoría sindical y sus representantes trabajarán en el día a día en las instituciones para conseguir los objetivos señalados