Entrevista al Secretario General de EA en el Diario Vasco Unai Ziarreta, secretario general de EA, ha sido uno de los protagonistas de la negociación del acuerdo de coalición con el PNV y Ezker Batua. Confía en que EHAK facilite mañana la investidura de Juan José Ibarretxe y reconoce no entender, por ejemplo, que Aralar pudiera decantarse al final por una abstención que pueda servir a Patxi López para alcanzar la Lehendakaritza con el apoyo del Partido Popular.

-EA ultima el programa de la coalición con PNV y Ezker Batua. ¿Cuándo estará cerrado?

-Esta semana se cerrará el acuerdo y será refrendado, por nuestra parte, por los órganos pertinentes de EA.

-¿Con Aralar hay problemas para cerrar un acuerdo?

-Con Aralar se está hablando. Es verdad que de momento no hay ningún acuerdo. Pero creo que cada uno tiene que ser consciente de la fuerza que tiene. Realmente no me imagino a Aralar facilitando la elección de Patxi López como nuevo lehendakari con los votos del PP. Pero allá cada uno con su propia responsabilidad.

-¿El programa del tripartito está basado en el derecho de autodeterminación y en el plan Ibarretxe?

-Estará basado en la esencia del acuerdo parlamentario del año 90 en relación con la autodeterminación y en los mimbres del proyecto del nuevo estatuto en torno al derecho de decisión de la sociedad vasca, que es una de las claves. Y siendo conscientes de que tenemos que hablar con todos.

-¿Por qué?

-Ahora estamos en una nueva etapa política. Antes entre los tres partidos conformábamos una mayoría y ahora no la conformamos porque hay que abrir el abanico a otras opciones.

-¿Ibarretxe debería negociar con EHAK su investidura?

-Ibarretxe tiene que hablar, de hecho lo está haciendo, también con una formación legal que tiene nueve parlamentarios que es EHAK. Yo no hablaría de negociar, sí de hablar porque al fin de cuentas las posiciones de EA en cuestiones importantes de país o de concepción nacional no difieren en nada o muy poco que las que pueda defender EHAK. Tampoco veo a EHAK posibilitando en esta legislatura un lehendakari absolutamente opuesto a esos planteamientos, y me estoy refiriendo a Patxi López. Al fin de cuentas el candidato que más apoyo parlamentario tiene es el que más apoyo social tiene. Yo confío en el apoyo de EHAK a Ibarretxe porque es el que defiende el derecho de decisión de la sociedad vasca.

-Josu Jon Imaz apuesta por acuerdos transversales

-Si Josu Jon Imaz se refiere a acuerdos con todas las opciones, con los socialistas, con la izquierda abertzale o con el PP, me parece positivo porque yo también veo esos entendimientos. Pero no si suponen una vuelta a modelos de coalición del pasado, anclados en esquemas de gestión, bien lánguidos y que creo que están ya totalmente superados.

-¿Este programa tripartito es un paso más hacia la independencia?

-(Pausa) No, qué más quisiera yo que fuera un paso hacia la independencia.

-¿El tripartito mantendrá el reparto de áreas de gestión de la anterior legislatura?

-Sí, existe un acuerdo entre las tres formaciones en mantener la misma situación, en nada beneficia abrir disputas estériles sobre más o menos cuotas de gestión. Todo eso si sale adelante el Gobierno Vasco.

-¿EA conservará sus tres consejeros?

-Insisto, si se conforma el Gobierno Vasco ésos son los parámetros en los que nos movemos.

-¿Con las mismas áreas de gestión?

-En principio sí.

-¿Podría adelantar quiénes serían los futuros consejeros de EA?

-No lo puedo adelantar, porque es una decisión que compete a la Ejecutiva Nacional.

-¿Habrá cambios?

-Algún cambio seguramente habrá. Habrá también algún mantenimiento, por ejemplo, Joseba Azkarraga se mantendrá en el Gobierno Vasco, si quiere.

-¿EA sigue siendo el guardián de la ortodoxia soberanista de la nueva mayoría?

-No me gusta nada la expresión que usted cita porque no me gusta la imagen de ser guardianes de la ortodoxia o de la pureza nacionalista. Siempre hemos dicho que nuestra presencia en el Gobierno Vasco estaba condicionada entre otras razones a que el nuevo Ejecutivo continuara en mayor o menor medida la estrategia del año 2001 en línea con el nuevo proyecto de marco de relación con el Estado. Entendemos que el próximo Gobierno Vasco tiene que tener un papel activo que lidere este proceso y que estas cuestiones como son el derecho de decisión, la territorialidad y la bilateralidad se contemplan en el espíritu del acuerdo.

«Salto cualitativo»

-Pero este derecho de decisión, ¿es compatible con un proceso de reforma del Estatuto consensuado entre nacionalistas y no nacionalistas?

-Se está produciendo un salto cualitativo respecto a la pasada legislatura y es que ahora casi todo el mundo está hablando de paz y normalización política. Y nosotros entendemos por normalización que tenemos que llegar a un acuerdo lo más amplio posible entre todos los agentes políticos en torno a las cuestiones claves.

-¿Luego su punto de partida para esa eventual negociación sería el proyecto de nuevo estatuto rechazado por el Congreso?

-Más que el proyecto de nuevo estatuto el punto de partida se inspira en las columnas o los mimbres que sustentan ese proyecto: la capacidad de decisión de la sociedad vasca y la territorialidad.

-En la política vasca, un escenario de desaparición del terrorismo a medio plazo también puede cambiar el actual panorama de las alianzas. ¿Ustedes contemplan en el horizonte que EA busque acuerdos a la larga con el Partido Socialista?

-Tenemos problemas importantes que imposibilitan avanzar en esa dirección. Cuando se supere la situación de excepcionalidad más o menos matizada que existe sí iremos a parámetros más normales entre ejes de izquierda y derecha, aunque esa terminología no me gusta, o entre ejes progresistas o socialdemócratas y conservadores. Llegará ese momento. Antes tenemos retos por delante en los que tenemos que centrar nuestros esfuerzos.

-¿Pero EA se plantea la posibilidad de una ‘vía catalana’ que, por ejemplo, mande al PNV a la oposición?

-En Cataluña no tienen el problema que tenemos nosotros, al final hay un elemento distorsionador que es la violencia, la incapacidad de muchas personas de manifestar libremente su ideología allá donde quieran y la violencia de persecución. La pacificación y la normalización política son los primeros aspectos que tendremos que abordar antes que plantear otras cuestiones sobre la regeneración democrática. Eso llegará, todas las opciones son posibles, pero EA no la contempla a corto y medio plazo.

-¿Sería usted partidario de que EA se presente en solitario en las próximas elecciones municipales y forales?

-Es muy pronto para pronunciarme sobre este asunto, quedan dos años y no está en la agenda de Eusko Alkartasuna en este momento.

-Este asunto parece que puede suscitar una clara división interna en EA La corriente guipuzcoana está muy molesta con la ejecutiva nacional

-No me gusta hablar de corrientes. Las corrientes las marcan los congresos, que es donde todos los afiliados de EA, todos sin excepción, pueden intervenir con libertad. A partir de ahí y una vez que el congreso toma una decisión, todos tienen que ir en la misma dirección.

-¿Tiene una solución el caso Agote después de que la Justicia ordinaria haya decidido cautelarmente paralizar su inhabilitación interna como presidente de EA de San Sebastián?

-El tema sigue sub judice. Serán los tribunales de EA los que se pronuncien. El procedimiento escapa a la función del secretario general.

-¿Qué opina ante la decisión de ETA de terminar con la presión terrorista sobre los cargos públicos?

- Siento una alegría relativa ante una noticia de estas características. Por un lado, es positiva, es un paso que se sitúa en una serie de movimientos de fichas que podría derivar en un escenario de paz. Es un paso insuficiente porque lo que estamos esperando todos de ETA es que de una vez por todas anuncie el cese definitivo de la violencia y desaparezca.

-EA es uno de los firmantes activos del Foro Nacional de Debate. ETA ha destacado su trabajo como una de las causas de su decisión…

-Creo que se está demostrando absolutamente útil nuestro trabajo. Hemos asumido un papel de tender puentes frente a otras posturas de otros partidos más ligadas a la incomunicación. Nosotros siempre hemos pretendido la conveniencia, ir tejiendo complicidades, relaciones y buscando acuerdos. El trabajo de ‘cocina’ que se está haciendo en el Foro de Debate Nacional, y del cual tienen conocimiento PNV y PSOE, dará sus frutos, al igual que otras iniciativas como las de Elkarri.

-¿Ve entonces viable en el horizonte la esperanza de la paz?

-No estamos en un proceso de paz o de diálogo, pero sí tenemos confianza de estar en los albores de un proceso de esa naturaleza. Tenemos confianza en que el Gobierno socialista está haciendo esfuerzos a nuestro juicio sinceros para dar una solución política al conflicto histórico de esta tierra. Y el Gobierno Vasco tendrá una posición clave para definir una nueva metodología.

-¿Ve madurez en la izquierda abertzale para afrontar esa salida?

-Yo creo que también, ahí está el pronunciamiento de noviembre en el velódromo el año pasado. No hay más que mirar al evolución que ha tenido la izquierda abertzale desde el 79 hasta hoy. Va siendo más consciente de que los planteamientos numantinos o ultramontanos tropiezan con la realidad que muchas veces es tozuda. Y dicho eso sabiendo que las acciones de presión a los cargos públicos merecen todo el rechazo por inadmisibles y cuestionan esa voluntad de cambio y de solución.

-¿Es partidario de la derrota de ETA?

-Entiendo que no, hay que perseguir a quienes cometen hechos delictivos, pero sí es cierto que el conflicto armado tiene una raíz política clara. El día que desaparezca la violencia, que ojalá venga ya mediante una disolución de ETA, debemos ser conscientes de que aquí persiste un conflicto político.

-¿Habrá consulta en esta legislatura?

-Claro, ésta es la legislatura que culmine la transición inacabada. En 1978 y 79 se plantearon dos posiciones: el pacto o la ruptura. Se acertó al optar por el pacto aunque después éste se haya devaluado por un recorte unilateral del autogobierno y hoy por hoy la sociedad ya no contempla el Estatuto como un instrumento hábil. Se puede abrir otra posibilidad de pacto con el Estado, que tendrá que ser sometido a consulta en base a esos principios.

-Pero vuelven a condicionar una estrategia para la normalización a que el PSE o el PP acepten el derecho de autodeterminación.

-Yo no he hablado de derecho de autodeterminación. Podemos entrar en la eterna discusión sobre si se nos reconoce o no, a pesar de que el Estado español ha suscrito los pactos internacionales de derechos civiles y políticos. La clave es el derecho de decisión.

«Label de progresismo»

-¿EA debería formar parte de la izquierda abertzale del futuro?

-EA es un partido de izquierdas, un partido socialdemócrata y progresista, y abertzale.

-¿Luego es un partido de la izquierda abertzale?

-(Risas) Pero es que la izquierda abertzale tiene una connotación con la que no nos identificamos. Si en el futuro se produce una recomposición de ese espacio a la izquierda del PNV, que existe, EA tendrá mucho que decir e incluso mucho que liderar.

-Quizá el giro soberanista del PNV les ha dejado sin bandera…

-No nos hemos movido nunca. Lo que parece es que la coherencia no vende. Son otras formaciones, y en concreto el PNV, el que ha venido, de lo cual me alegro. Nosotros también defendemos posiciones que otras formaciones de nuevo cuño defienden ahora con firmeza cuando nosotros las defendemos desde hace 20 años. Bienvenidos al club, pero cuidado a la hora de repartir con demagogia lábeles de progresismo. Las cosas se demuestran con actitudes, no tanto con palabras.

Alberto Surio / diariovasco.com

Fuente: Unai Ziarreta