Unai Ziarreta (Mungia, 1970) repasa en esta entrevista algunas de las
cuestiones de la actualidad política vasca. Sin querer entrar en polémicas
con líderes de otros partidos, fija con nitidez las posiciones de Eusko
Alkartasuna ante debates candentes como el referido a la consulta popular.

Antes de entrar en el letargo político que siempre supone agosto, el
secretario general y portavoz de EA en el Parlamento de Gasteiz, Unai
Ziarreta, ha estado fijando junto a sus compañeros de dirección y de grupo
las líneas generales a plantear cuando comience el nuevo curso político. Y
ahí surgen dos conceptos clave: acuerdo de normalización y consulta
popular.

Dice Josu Jon Imaz que EA y algún otro partido han actuado «con mucha
frivolidad cuando han hablado de la consulta». ¿Qué le responde?

Que el de la consulta es un tema acordado entre EA y PNV y que de lo que
estamos hablando es de responder a los compromisos que hemos adquirido con
la sociedad. El más importante de esos compromisos es plantear la
consulta. Si considera que eso es actuar con frivolidad, deberá ser él
quien lo explique.

Pero el presidente del EBB dice que ahora no hay condiciones para celebrar
esa consulta…

Las condiciones, como está establecido, las tendrá que fijar el
Parlamento. Pero nosotros entendemos que la consulta va a traer una
situación de ausencia de violencia porque va a dejar sin argumentos a
quienes la practican. Además, condicionar de manera radical la consulta a
que haya una situación de ausencia de violencia puede significar dar a ETA
la posibilidad de ejercer un derecho a veto sobre su celebración porque,
al final, a lo que se refiere Imaz es a dejar en manos de ETA el que se
celebre o no la consulta. Y en EA no estamos dispuestos a asumir eso.
Además, esa condición hace también que sean las tesis de una minoría las
que sigan imperando frente a las tesis de la mayoría que queremos que el
país se coloque en otro escenario.

Visto con el paso de los días, ¿cómo interpreta el artículo del presidente
del EBB?

No creo que deba entrar en interpretaciones de lo que suceda en otras
formaciones políticas, porque no me gusta que las hagan en la mía. En todo
caso, le escuché a Iñaki Gerenabarrena decir que es una opinión personal y
que no es doctrina del EBB. Lo que sí ha quedado clara es la gran
excitación que el artículo ha generado en las propias bases del PNV.

Se habla de una consulta, pero ¿de una consulta sobre qué?

La consulta tiene que ser sobre un acuerdo de normalización política.
Desde EA no estamos hablando del trámite que se establece para una reforma
estatutaria. Planteamos la consulta para solventar el problema histórico
del conflicto político de Euskal Herria. Y esa solución viene por el
reconocimiento del derecho de autodeterminación, de derecho que tenemos de
decidir nuestro futuro, y también por dar una respuesta -veríamos cuál y
cómo- al problema de la territorialidad. Ahí situamos nosotros la
consulta.

Habría entonces que llegar primero a un acuerdo entre los partidos…

El preámbulo del Nuevo Estatuto contiene las claves para la solución y
creemos que en base a él se puede llegar a un acuerdo importante,
mayoritario. A mí me gustaría que en ese acuerdo entrara el PSE pero,
siendo realista, a día de hoy, lo veo complicado. En todo caso, de lo que
se trata es de llegar a un acuerdo entre las formaciones políticas que
representan a la mayoría de la sociedad vasca. Ahí nos tenemos que mover,
porque otra cosa sería que una minoría constitucionalista o nacionalista
española imponga su tesis a la mayoría.

¿Cuál es entonces la propuesta concreta que está preparando EA para
plantear a la vuelta de vacaciones?

Queremos volver a poner encima de la mesa las claves para la solución del
conflicto político y entendemos que se recogen en la propuesta de Nuevo
Estatuto que fue aprobada por la mayoría absoluta del Parlamento vasco.
Esas claves son reconocimiento del derecho a decidir y territorialidad.
Eso es lo que nosotros, no sé todavía en qué forma, vamos a poner encima
de la mesa en el debate de política general que abre el curso
parlamentario.

Eso es lo que pondrá EA ¿Y qué pondrá el tripartito?

Lo acordado. En la propuesta de gobierno figura el Nuevo Estatuto político
que salió adelante con el voto del tripartito más algunos votos de la
izquierda abertzale.

El martes pasado Josu Jon Imaz les recordó que el tripartito lo lidera el
PNV, que tiene dos tercios de los parlamentarios. ¿Al final habrá que
hacer lo que diga el EBB?

El PNV hará lo que diga el EBB y EA hará en cada momento lo que considere
que debe hacer…

¿Y qué hará el lehendakari?

El lehendakari pertenece orgánicamente al PNV, pero lidera un gobierno de
tres partidos y un Consejo Político en el que también EA y EB tienen cosas
que decir.

Antes decía que la consulta se haría en ausencia de violencia porque
quitaría argumentos a ETA para actuar. ¿Es ésa una de las funciones de la
consulta?

En la cuestión de la ausencia de violencia tendrá que ser el Parlamento
quien fije las condiciones, pero también hay que tener en cuenta que la
consulta puede facilitar un escenario de ausencia de violencia. Con
claridad, EA se compromete a respetar el resultado de lo que diga la
ciudadanía vasca, sea cual sea, y también exigimos al PSOE, al PP a
Batasuna y al resto de formaciones políticas que se comprometan también a
respetarlo. Si todos nos comprometemos a respetar lo que diga la sociedad
vasca, privaríamos absolutamente a ETA de argumentos.

¿Habrá nuevas elecciones en Nafarroa?

Lo dudo mucho. Creo que el PSN lanza esa posibilidad con la boca pequeña.
Visto el espectáculo lamentable que Puras y sus compañeros están dando,
tendría consecuencias desastrosas para el PSN. Sinceramente, creo que no
habrá elecciones pero, viendo cómo están discurriendo los acontecimientos
en Nafarroa, tampoco me atrevo a hacer de adivino.

¿Qué ha ocurrido en las conversaciones entre NaBai y el PSN para que
tuvieran un final tan abrupto?

Lo que sucede es que UPN y PSN se llenan la boca hablando cada dos por
tres de que hay que respetar la voluntad de los navarros y de que las
formaciones abertzales no respetamos la voluntad de los navarros. Pero
vemos que son ellos los que no la respetan, porque al final se someten al
dictado de Madrid, bien sea de Génova o de Ferraz, como ha ocurrido ahora
con el PSN y este espectáculo lamentable. Yo creo que han estado mareando
la perdiz. Que no ha habido voluntad real de abordar ese cambio que
demandaba la sociedad navarra. Allá cada cual con sus responsabilidades.

¿Se había llegado a un acuerdo programático, tal y como se ha publicado?

Creo que el PSN no ha tenido nunca una voluntad real de llegar a un acuerdo.

¿Qué les hizo pensar que el PSN era realmente una fuerza de cambio en
Nafarroa? Se habla mucho de la influencia de Madrid, pero es evidente que
hay también una parte del PSN que se mueve en los mismos parámetros que
UPN…

Por lo que nosotros sabemos, las bases del PSN, en diversas asambleas, se
posicionaron mayoritariamente por ese cambio. Nosotros pensábamos
sinceramente que el PSN iba a demostrar cierta autonomía en su
funcionamiento y que iba a atender a los llamamientos de su propia base.
Ahora se está demostrando que no es una fuerza de cambio y que está
obedeciendo a los dictados del PSOE y a su temor de que el acuerdo en
Nafarroa pueda tener un coste electoral. Es una situación enormemente
triste, porque estamos viendo que en Nafarroa día a día se está intentando
eliminar todo aquello que tenga que ver con el sentimiento vasco y para
nosotros era importante cambiar esa estrategia de división entre los
vascos del sur que estaba liderando UPN y abrir un camino diferente.

Y ahora ¿qué?

Seguiremos intentando hasta el final a ver si se puede fraguar ese
gobierno de cambio. Y, repito, después allá cada uno con sus
responsabilidades. Pero creo que la sociedad navarra no va a perdonar al
PSN esta oportunidad de cambio perdida, porque creo que se percibe con
claridad que Nafarroa Bai ha intentado hasta el final llegar a ese
acuerdo. Veremos si finalmente Miguel Sanz acaba gobernando en minoría o a
ver qué ocurre.

Iñaki IRIONDO

«Hemos emprendido el camino de ir solos y espero que sea el definitivo»
Da la impresión de que el tripartito está un poco tocado…

Creo que no, aunque a veces cuando salen cuestiones sustanciales cada
partido tiene sus planteamientos. Nosotros somos un partido
independentista. El PNV más bien apuesta por el autogobierno. Puede haber
diferencias pero el tripartito goza de buena salud, es un Gobierno bien
valorado por la ciudadanía vasca y, además, va más allá de los partidos
que lo forman, porque se sustenta en los principios de respeto a los
derechos humanos, respeto del derecho a decidir nuestro futuro y una
cierta preocupación por los derechos sociales. Esos principios exceden a
cada uno de los partidos que lo integran y puede atraer a personas que
votan a otras formaciones.

Para que esa atracción tenga forma electoral deberían volver a presentarse
en coalición…

Nosotros hemos tomado una decisión, hemos emprendido el camino de ir en
solitario y espero que sea el definitivo.

¿Hacen una valoración positiva del concurso en solitario a las últimas
elecciones?

No, hacemos una valoración realista. Sabíamos lo que iba a suceder después
de tantos años en coalición. Eran unas elecciones complicadas porque el
músculo del partido tiene que estar muy vivo para que funcione bien.

¿El PNV les ha acusado de deslealtad en la constitución de ayuntamientos?

No se trata de hacer una lista de agravios. Podemos hablar de otros casos,
como Sopuerta, o de que en ningún ayuntamiento donde EA tiene la alcaldía
le ha votado el PNV. En todo caso, el PNV debería preguntarse por qué en
muchos pueblos siendo la lista más votada no ha conseguido apoyo de nadie.

El resultado más visible ha sido el de Gipuzkoa y hay quien podría pensar
que la dirección de EA de Gipuzkoa y la dirección nacional no son del
mismo partido…

En todos los partidos hay diferentes sensibilidades.

Acusan al presidente y al secretario general de Gipuzkoa de que sus cargos
son incompatibles con la Diputación. ¿Se va a solucionar este nuevo
conflicto?

Espero que sí. La próxima semana tendremos una reunión. Pero prefiero
tratar esto en los cauces internos.

¿El flirteo con el PSE en Gipuzkoa iba en serio o era para que el PNV
elevara la puja?

Iba en serio. Programáticamente había coincidencias. Hubo también una
cuestión de educación, porque el PSE se puso en contacto con nosotros la
misma noche electoral. Se trabajó durante una semana y no fructificó.
También es cierto que por parte de la dirección nacional se veía más
adecuado un acuerdo con el PNV y la Asamblea Regional de Gipuzkoa lo vio
también así.

Fuente: Unai Ziarreta