Entrevista en GARA En la agenda del secretario general de EA se juntan ahora dos cuestiones importantes. Una es la relacionada con la búsqueda de la normalización política. La otra, con el futuro de su partido, en el que tendrá gran trascendencia cómo concurra a las urnas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. De lo primero puede hablar más que de lo segundo.

La semana se abrió políticamente con la detención de doce ciudadanos vascos. Una operación que llama la atención a Unai Ziarreta por el momento en el que se ha producido «la víspera de que Zapatero fuera a comunicar al Congreso el inicio del diálogo con ETA» y en esta fase del proceso, cuando llevaba abierta varios añosy también por «la tipología de las personas detenidas. Julen Madariaga, por ejemplo, lleva muchos años desvinculado de las posiciones por las que ahora le detienen». Todo ello le lleva a concluir que «no es una buena noticia» pero que «hay que tirar para adelante».

¿Cree que ésta es una decisión judicial o viene de más arriba? ¿Quizá del Gobierno?

Me da la sensación, por lo que se está filtrando, de que el Gobierno no tenía mucho interés en que se practicaran las detenciones. Si se suspendió por esa redada la comunicación al Congreso que iba a hacer el miércoles, hay que entender que no tenía conocimiento de eso. Creo que en los aparatos del Estado, y concretamente en el Poder Judicial, hay incrustadas personas que representan determinados intereses y que están haciendo lo posible para sabotear y entorpecer el proceso de paz.

¿Cuáles son esos intereses que representan?

Siguen las directrices que marca el PP. Cuando se produjo el alto el fuego se dieron algunos movimientos que nos llevaron a pensar que el PP podría adecuar su discurso a la nueva situación, pero ya hemos visto que no. Vemos que han triunfado, también en el PP del País Vasco, los sectores más extremistas, y que la consigna es sabotear el proceso. Por cierto, ahora que se habla tanto del precio político, hay que recordar que en este pueblo lo venimos pagando desde los años 1978 y 1979, cuando por una serie de urgencias y problemas se tuvo que aceptar el actual marco vigente sin haber depurado suficientemente el Ejército y el Poder Judicial, lo que ahora estamos padeciendo. Y además se nos pretende hacer ver que aquella Constitución y aquel Estatuto son una especie de tablas de Dios que no se pueden modificar y a las que la voluntad del pueblo se tiene que someter. Contra eso, hay que explicar que es la voluntad popular la que tiene que diseñar el marco legal. Y cuando el PSOE dice que va a respetar la decisión de este pueblo pero dentro del marco legal, está haciendo trampa. Porque lo que este pueblo quiere es superar este marco legal y avanzar hacia una nueva situación.

Estos jueces prohibieron también la manifestación del pasado sábado en Iruñea a la que EA había llamado a acudir. ¿Cómo lo valoran?

Como un sinsentido. Se está produciendo una judicialización de la política o una politización de la justicia, vale cualquiera de los dos términos. Hay un interés por obstaculizar el proceso y por calentar a la gente. Luego se autoriza otra manifestación media hora más tarde. Creo que hay una pugna entre sectores del Estado.

Por ir a esa manifestación ha habido quien ha criticado que EA va de la mano de Batasuna. ¿Qué le responde?

EA, con responsabilidad, hizo hace tres o cuatro años una apuesta clara por llevar al país a un proceso de normalización política. Y eso, a pesar de las críticas, va dando sus frutos. Veremos también cómo se producen las cosas en las urnas. Yo espero que bien. El partido ha trabajado mucho tanto en el terreno de la normalización como en la gestión de gobierno y los resultados están ahí. EA es importante porque de un lado tiramos de la llamada izquierda abertzale para que defienda sus posiciones dentro de los cauces de la normalidad y del otro tiramos del PNV para llevarlo por la senda de la soberanía, que a veces parece que olvida cuál es el camino.

¿Cuáles son las bases del documento sobre normalización y pacificación que ha presentado recientemente EA?

Es un documento teórico que hace un desarrollo de las posiciones autodeterministas o soberanistas que el partido ha mantenido en los últimos años. Materializa y pone en valor el trabajo del partido en el Foro de Debate Nacional y en el de Elkarri. Hay que destacar que hemos sido el único partido que ha mantenido vías abiertas con todos las formaciones políticas y todas las sensibilidades, lo que hay que valorar positivamente. Nosotros tenemos una apuesta clara que arranca con el proyecto de nuevo estatuto y el reconocimiento del derecho de decisión, pero sin renunciar a nuestras posiciones últimas, que son independentistas.

Hay también una apuesta clara por una única mesa de partidos, algo que otras formaciones, como PNV y Aralar, han tachado de irreal…

Nosotros entendemos que Euskal Herria es una y el conflicto político es uno. Por lo tanto, tiene que haber una única mesa que aglutine todos los territorios y todas las sensibilidades políticas. Esa es una posición clave. Y luego, si esa mesa o foro se tiene que articular en comisiones, por ejemplo para Nafarroa porque tiene una especificidad propia, y así lo plantean algunos partidos como una condición sine qua non, nosotros no nos opondríamos. Pero el principio es que tiene que haber una única mesa porque hay un pueblo y un conflicto.

En esto hay una divergencia con el PNV. También en otras materias como la participación en el Acuerdo Democrático de Base o la asistencia a determinadas manifestaciones… ¿Son profundas esas diferencias?

Somos partidos diferentes con trayectorias diferentes. Muchos de los que militamos en EA no hemos militado en otros partidos. Si no existiera EA, hoy por hoy yo no sabría dónde militar. También tenemos estrategias diferentes en momentos puntuales. La verdad es que las circunstancias nos han llevado en muchas ocasiones a compartir camino. Pero somos partidos diferentes. Nosotros somos un partido socialdemócrata y el PNV tendrá que decir qué es. Desde la perspectiva social somos partidos diferentes, y desde la nacional creo que también. EA es independentista, otros no sé.

Pero ¿irán en coalición a las próximas elecciones?

Sobre eso no podemos dar novedades. La cuestión está en debate en la Ejecutiva Nacional y cuando tome una decisión se trasladará a la Asamblea Nacional y entonces decidiremos cómo vamos a las elecciones. Espero que la decisión se tome más pronto que tarde.

En esta materia parece que EA siempre sigue un mismo ciclo. Empieza diciendo que irá en solitario, cuando se acerca la hora de la verdad se abre un debate y al final va en coalición…

A veces ha ocurrido así y otras veces, no. A veces hemos ido solos.

Donde sí ha habido un acuerdo ha sido en Nafarroa. EA se lo ha pensado mucho antes de dar el sí a Nafarroa Bai y parece ser la peor parada en el reparto de cargos.¿Era éste un sacrificio necesario?

En Nafarroa hay una necesidad social de cambio. Desde EA se valora la necesidad de sustituir a UPN por otra dirección política que facilite el proceso que se ha abierto en Euskal Herria, tanto el de paz como el de normalización política. En EA hemos actuado con responsabilidad política.

En el Parlamento de Iruñea no se pueden formar grupos diferentes como se ha hecho en el de Gasteiz. ¿No teme que la voz de EA quede subsumida en la de Aralar, que será quien lleve la portavocía del grupo?

En todo caso en el documento político que se ha suscrito se deja abierta la posibilidad de explorar lo que haya que hacer para que tanto la voz de EA como la del resto de partidos se pueda escuchar en las instituciones.

¿Cómo se pueden gestionar las diferencias en una coalición que va desde Batzarre, que proviene de aquello que se llamaba extrema izquierda, hasta el PNV?

Hay un elemento aglutinador, que es la necesidad de que UPN deje el Gobierno de Nafarroa. Con estos gobiernos y alguna responsabilidad tiene también el PSNse ha producido un fenómeno de divergencia con el tronco común y también de no respeto a la pluralidad de Nafarroa. Las actitudes de Miguel Sanz, su gobierno y su partido son totalmente rechazables. Y EA ha valorado que en esta situación lo que hay que primar es sacar del Gobierno a UPN.

¿Van a hacer algún tipo de oferta a Batasuna? La última vez que Maiorga Ramírez lo planteó le llovieron palos…

Esa puerta está abierta y yo espero que siga abierta. Nosotros siempre le hemos transmitido a Batasuna que nos gustaría que estuviera en ese acuerdo y sigo creyendo que puede ser posible. Por encima de intereses partidistas, la responsabilidad de los abertzales de Nafarroa es cambiar la situación.

EA debería celebrar su próximo congreso en noviembre. ¿Se mantendrá la fecha o se pospondrá a después de las elecciones?

De momento sigue previsto para noviembre y no se ha cambiado, pero es una decisión que habrá que tomar junto con la de cómo concurrir a las elecciones, porque esas fechas son un tanto complicadas.

En el último congreso se dibujaron tres corrientes:la oficial y dos críticas en Gipuzkoa y Bizkaia. Estas dos últimas convergieron en una lista, y la candidatura oficial obtuvo el 60% de los votos. ¿Cuál es hoy la situación dentro del partido?

Es una situación normal, como la que se da en todos los partidos. En algunos casos hay formas distintas de ver las cosas, lo que me parece lógico y saludable. En nuestra casa todo el mundo tiene derecho a opinar. No ha habido problemas. Podemos acudir a las hemerotecas. Desde el Congreso hasta aquí no ha habido grandes divergencias. En el Congreso, en todo caso, cualquier afiliado puede presentar su candidatura a la dirección.

Pero es evidente que la Ejecutiva de Gipuzkoa en algunas cuestiones mantiene opiniones distintas a las de la Ejecutiva Nacional…

Al final, en este partido y en este país las decisiones se marcan desde las instituciones comunes. Eso es algo que en EA hemos defendido y mantenemos, como se vio en nuestra postura sobre la LTH. Somos un país pequeño con problemas muy similares entre territorios. Por eso, la dirección la tiene que marcar el Gobierno y el Parlamento Vasco. Y en el partido sucede lo mismo. Otra cosa es que cada territorio pueda tener su margen para resolver cuestiones específicas, pero las grandes líneas las marca la dirección nacional, como ha sido siempre y seguirá siendo.

¿Considera que la dirección que salió del último congreso se ha reforzado en estos tres años?

Indudablemente. De aquellos tres sectores que se dibujaron en 2003 alguno no sé si subsiste. En todo caso, si en el próximo congreso esta dirección se vuelve a presentar se verá si ha logrado más adhesiones.-
Fuente: Unai Ziarreta