Juan Carlos Goienetxea, alcalde de Bermeo

¿La unión hace la fuerza?

Desde luego, eso es lo que ha llevado tanto a EA como al PNV a presentarse en coalición a las próximas elecciones municipales.

Excepto en su pueblo…

El criterio de EA era que, allá donde no hubiese peligro de que la gestión municipal cayese en manos no nacionalistas, no hacía falta ir en coalición. Con la que está cayendo en este país, tenemos que trabajar en equipo, lo cual se puede hacer preelectoral o postelectoralmente.

¿Ha sido ésa la única razón?

Bueno, luego podrán arrastrarse otros temas como ­en nuestro caso­ la movida del batzoki reconvertido en elkartetxe y desalojado después a la fuerza, lo que avivó viejos resquemores personales relacionados con la escisión…

En otros sitios, la ciudadanía ha presionado lo suyo por verlos juntos y bien avenidos.

Sí, sí. Aparte de la ilusión que cada cual ha puesto en esta negociación, está la presión que diferentes sectores sociales han ejercido y que ha calado en ambos partidos.

Después de un gran tira y afloja. ¿No falta un poco más de cintura política entre nacionalistas?

Más que cintura, hace falta un poco más de realidad política…

¿En qué sentido?

Para los ciudadanos es más fácil elegir una papeleta que dos, pero quizá habría que aceptar con naturalidad, incluso preservar, el que existan diferentes filosofías que aspiren a gestionar este país. Respetar esa diferencia. Y eso se puede hacer, según se ha hecho, no yendo en coalición aunque después sumemos en Juntas Generales, teniendo cada cual su propia voz.

Pero comprenderá que resulte extraño que se tiren ustedes los trastos a la cabeza, durante la campaña, por barrios…

Es que hasta dentro de cada partido se echan esos trastos a la cabeza.

¿También en EA?

En cada casa hay sus más y sus menos, y es bueno que así sea. Podremos estar más o menos bien avenidos, pero soy partidario del pluralismo político y de las minorías mayoritarias. Los partidos únicos con mayoría absoluta son muy peligrosos…

¿Cómo es la actual correlación de fuerzas en el ayuntamiento de Bermeo?

Hay 17 concejales. Siete de EA, seis del PNV y cuatro de Batasuna.

¿Ha habido miedo de que el pez chico se coma al grande?

Siempre existe ese riesgo… al ir en coalición, el primero en la lista correspondería a EA con lo que, egoístamente, me hubiese asegurado la alcaldía, pero no lo hemos hecho así en atención a esas dos ­o tres­ visiones diferentes de la sociedad que existen en el pueblo.

¿Tan irreconciliables son?

Irreconciliables no. Simplemente son diferentes. Pero entre personas debemos saber dialogar y llegar a acuerdos, ésa es la línea que toda sociedad democrática debe llevar, aunque después las familias se peleen por las herencias. Trasladado a los partidos es lo mismo. Pero en política hay que ser pragmático y tienes que trabajar con lo que tienes… juntos… que no revueltos.

Así que es menos una cuestión de pasado que de futuro…

Nosotros somos un partido absoluta y netamente independentista. El PNV, cuando se creó, se creó para eso: para crear una nación vasca, pero en la práctica se ha visto que ha tenido sus dudas.

En él conviven dos almas…

Ya. Luego está nuestra filosofía social. Nosotros somos progresistas. La socialdemocracia y la cultura de la paz son los ejes de nuestro trabajo, como dejamos claro en el tema de la insumisión, del que Bermeo ha sido punta de lanza. Estamos en contra de todo militarismo.

En cambio, no tienen reparo en gobernar con Batasuna que no condena la violencia de ETA…

La diferencia está en las personas. En Bermeo hemos tenido la suerte de que la gente de Batasuna que ha estado gobernando con nosotros han sido personas que, teniendo sus propias ideas de cómo hacer país, han sabido ser leales y trabajar por el desarrollo socioeconómico del municipio. Su participación institucional ha sido intachable.

¿Cómo se viven allí los últimos acontecimientos judiciales?

Pocas manifestaciones he conocido como la que reunió a más de 3.000 personas en el pueblo contra el cierre de Egunkaria. Bermeo es un municipio muy politizado, en que el 80% de sus ciudadanos hablan y viven en euskera, y este frente político-judicial que se ha abierto contra él realmente preocupa.

¿Qué podemos hacer aparte de manifestarnos?

Seguir trabajando en ese sentido. No ceder ni en los principios ni en las formas, aunque te tilden de inocente o de utópico. A nosotros nos llamaban utópicos con el tema de la insumisión y ahí está: la mili eliminada, aunque con estos vientos prebélicos cualquiera sabe… El PNV no está en el gobierno porque no quiere que gobernemos con Batasuna y yo entiendo que, si es posible, tenemos que gobernar este municipio entre todos.

Será con el sucedáneo que se presente…

Si, sí, y ojalá se puedan presentar. Así como el pragmatismo es vital en política, a veces también hay que hacer apuestas utópicas. Soy partidario de que se sumen votos y no se resten. Cada cual en su casa, y Euskadi la de todos.

Amaia Fano . deia.net

Fuente: Juan Karlos Goienetxea