Carlos Garaikoetxea en DEIA
El que fuera lehendakari del Gobierno vasco tras la restauración democrática, Carlos Garaikoetxea, recibirá mañana el premio especial de la Fundación Sabino Arana «por haber liderado hace 25 años un Gobierno que logró un nuevo marco político para Euskadi, contribuyendo decididamente a su desarrollo social y económico, desde los valores de la libertad y la solidaridad».

Ilusionado por el premio que mañana va a recibir en Bilbao, Carlos Garaikoetxea se muestra indignado por el trato que está recibiendo en Madrid la Propuesta de nuevo Estatuto para Euskadi. De persistir tal actitud, entiende que «las instituciones vascas no van a tener más remedio que declararse en rebeldía, y empezar por mandar a freir espárragos la sesión en el Congreso de este martes».

Jornada emotiva la que le espera en el Arriaga ¿supongo?

Para un heterodoxo como yo, este premio tiene connotaciones especiales. Me hace mucha ilusión y lo voy a brindar a todos los compañeros que tuve en aquellos tiempos desde luego nada sencillos. Si algún mérito me puedo autoadjudicar, fue el haber sabido rodearme de un magnífico equipo.

¿Ve algún parangón entre su lucha hace 25 años por hacer efectivo el Estatuto y la de Ibarretxe ahora con su Propuesta?

Cada momento tiene sus circunstancias. Hace 25 años el peligro de involución era terrible, nuestra economía cayó entre el 79 y el 80, un 12%, la industria básica se hundía, el paro rondaba el 30% y nuestro sistema educativo, los medios de comunicación y el euskera necesitaban medicina de urgencia. Así que no hubo más remedio que hacer un gran ejercicio de pragmatismo. Quienes en Euskal Herria apostaban por actitudes rupturistas no lo entendieron y también en Madrid pusieron el grito en el cielo. Cada vez que este País eleva el tono reivindicativo se arma la de San Quintín. Ya entonces fue un pulso tremendo, que además se encontró con la situación derivada del intento de golpe de Estado que determinó una especie de contrarreforma.

¿Usted es partidario de que el día 2 acudan los diputados nacionalistas al Congreso?

Si persiste la actual cerrazón y el trato vejatorio por parte del PSOE y el PP hacia la propuesta de reforma estatutaria lo mejor es mandarles a paseo. No estoy viviendo el minuto a minuto de esta situación y no seré yo quien me ponga en el papel del lehendakari, o de mis compañeros en el Parlamento. Pero insisto, tal como se anuncian las cosas, yo Parlamento vasco mandaría a freír espárragos esa sesión. No se puede estar allí humillado, si ya de antemano te anuncian que ni siquiera te van a permitir el derecho a réplica.

Marín ha ´advertido´ que pueden saltar chispas…

Seguramente van a saltar chispas mayores si las cosas siguen así.

En Madrid se ponen muy nerviosos cuando Ibarretxe habla de referéndum.

Es que la significación política de una consulta popular es muy importante. Más allá de si tiene o no consecuencias jurídicas, el testimonio de la ciudadanía vasca ante los observadores del resto de Europa y del mundo en general va a ser determinante. Va a quedar muy claro que lo que aquí se plantea no es un problema de terrorismo o de cuatro agitadores, sino la voluntad mayoritaria de un pueblo que es deliberadamente desoída.

¿Qué opina de otras iniciativas de reforma estatutaria como la de Patxi López?

Si el PSE tiene algún Plan que defender que vaya al Parlamento y lo defienda allá. No lo han hecho porque saben que están en minoría y visualizar eso en un debate parlamentario les iba a dejar en una situación comprometida.

¿Donde no parece moverse nada de nada es en Nafarroa?

Que no lo haga la derecha navarrista, cuyo antivasquismo visceral es la única razón de su existencia, no me sorprende. Más penoso es ver cómo el PSN cae en la trampa de esa estrategia, en la que siempre le va a ganar UPN-PP. Tras la última renovación de la ejecutiva del PSN se está cumpliendo la Ley de Murphy de que toda situación es susceptible de empeorar.

Aunque persiste la violencia, llevamos más de un año sin atentados mortales de ETA. ¿Es optimista al respecto?

Todo hace pensar que hay una voluntad de encontrar vías de diálogo y negociación. Incluso algunas de las acciones violentas de estos últimos días hay que enmarcarlas en las formas de actuar de las organizaciones armadas, que con ello parece que quieren decir: aquí estoy y éstos son mis poderes, téngalo en cuenta ante una eventual negociación.

¿Cree que el Gobierno del PSOE está dispuesto a indagar en esas vías?

Es una empresa de envergadura que requiere también por parte del Estado mucho coraje y clarividencia. Y digo coraje porque los sectores reaccionarios son tremendos. Ya hemos visto cómo se las gastan, arremetiendo incluso contra un ministro como Bono, portaestandarte de las esencias del patrioterismo. A propósito de esa anécdota que tanto está dando que hablar, me pregunto ¿qué hubieran hecho Bono y compañía si hubieran sido insultados y vilipendiados ininterrumpidamente durante 25 años como lo hemos sido los dirigentes nacionalistas cada vez que ETA cometía un atentado?

Volviendo al tema de la pacificación, Rodríguez Zapatero ha dejado el camino abierto…

Resulta bastante sorprendente que se esté dando tanto énfasis y difusión a esos guiños, movimientos y conversaciones de algunos dirigentes socialistas con miembros de Batasuna, por ejemplo. Ojalá todo ello dé sus frutos. Pero tampoco hay que engañarse: en todas estas cosas siempre hay mercancía de contrabando. Mi impresión es que el PSOE está tratando de eclipsar lo que constituye la centralidad de la atención política, que no es otra cosa que la Propuesta de reforma estatutaria del Parlamento vasco, y desviar la atención aunque sólo sea hacia el mundo de Batasuna.

Satur Leoz / deia.net

Fuente: Carlos Garaikoetxea