“No se puede justificar el recorte presupuestario generalizado por falta de recursos públicos y después negar la crisis”, argumenta El presidente de Eusko Alkartasuna en Navarra y parlamentario foral, Maiorga Ramirez, pidió esta mañana al consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, Francisco Iribarren, que “deje de insultar a la oposición” con motivo de las críticas unánimes recibidas por el Ejecutivo de UPN y CDN con motivo de los recortes presupuestarios en materia social, “y reconozca y afronte la situación crítica en que se encuentran las Arcas Forales, con una actitud responsable y abierta a otras aportaciones que nos permita salir delante de esta situación antes de que se agrave todavía más”.

El parlamentario de EA opina que los problemas presupuestarios para hacer frente a las necesidades de la ciudadanía de Navarra “son evidentes” y replica al consejero de Economía y Hacienda que “no se puede justificar el recorte presupuestario generalizado por falta de recursos y después pretender negar la crisis de las Arcas Públicas”.

Según Ramírez (EA) las necesidades presupuestarias “se reflejan en todas las áreas, y un ejemplo claro es la falta de cumplimiento del Gobierno de Navarra de sus compromisos económicos con los ayuntamientos, ciertos datos contundentes como los 1.500 alumnos y alumnas navarros que asisten a clase en módulos prefabricados y la propia dimisión, recientemente, del Director de Infraestructuras de Educación”, afirma.

“Se paralizan proyectos en Sanidad, como el Plan Oncológico,; se replantean otros, como el ciclo infantil de 0 a 3 años, cuya reestructuración ya ha sido anunciada; y se trasladan a los ayuntamientos, sin contraprestación económica alguna, servicios de Sanidad y Bienestar Social que hasta ahora funcionaban por concierto, desviando así, sin resolverlo, el problema de financiación a la administración local, pretendiendo ocultar la gravedad de la situación y enmascarar los números de la Hacienda Foral”, apunta.

Ramirez atribuye esta situación “al fracaso de la política económica y fiscal del gobierno de la derecha navarra, que en los últimos años ha aplicado unas políticas impositivas que han beneficiado a las rentas altas en detrimento de las medias y bajas, generalmente además las principales usuarias de los servicios públicos que se están viendo más afectados por los recortes”, apunta.

El parlamentario de Eusko Alkartasuna afirma que el Ejecutivo navarro “está gestionando al año, no admite actuaciones plurianuales, y ni tan siquiera bianuales, con el perjuicio que ello supone para la calidad de los servicios y la imposibilidad que conlleva de abordar proyectos a largo plazo”, indica.

“Es más, tal es la situación que las prioridades presupuestarias que se aprueban en el Parlamento de Navarra se ven frustradas debido a que, antes de que se ejecuten las partidas desde el Ejecutivo navarro o la Intervención General se bloquea su utilización y se emplean para políticas de parcheo, con lo cual el control y seguimiento de la gestión es mucho más difícil y por tanto menos transparente, porque no se sabe a ciencia cierta para qué se usa ese dinero que en principio se iba a emplear conforme a un fin determinado pero finalmente se invierte en otra necesidad no prevista”, expone.

PERSONAL Y EMPRESAS PÚBLICAS

Maiorga Ramirez resalta asimismo la cuestión de la estructura de la Administración, y explica por ejemplo que “Navarra es, con mucha diferencia, la comunidad con mayor porcentaje de profesorado interino”. Además, afirma que “en muchas áreas se constata la necesidad de una racionalización de las jerarquías y una proliferación de cargos medios y altos cargos que no parece suficientemente motivada”.

“Al mismo tiempo, se está creando una estructura de empresas públicas paralela a la Administración, precisamente para hacer frente a la falta esa falta de planificación existente, infraestructura que supone un coste económico muy importante para las Arcas Públicas, que no están obligadas a cumplir la ley de contratos que sí obliga a la empresa privada, ni en cuanto a plazos ni en cuanto a otras responsabilidades”, comenta. “En definitiva, se está sobrecargando a la Administración indirectamente para no asumir directamente la situación, con lo cual está se agrava progresivamente”, apunta.

“A la falta de planificación pública se une la falta de estrategia industrial para una economía como la navarra que depende fundamentalmente del sector de la automoción, y en concreto del futuro de una empresa, la Volkswagen que en cada negociación del convenio colectivo recurre a la amenaza para atenazar la capacidad de maniobra del Gobierno Foral, situación que pone cada vez más en evidencia la urgencia imperiosa de emprender una planificación estratégica que nos permita despegarnos de esta dependencia y crecer con impulso suficiente en otros campos y sectores, y que es la asignatura eternamente pendiente de este gobierno agotado, instalado en una la autocomplacencia”.

Fuente: Maiorga Ramirez