El cambio de mensaje del PSE-EE, revestido de un tono más vasquista que en 2001, no convence a Rafa Larreina, quien opina que, en lo sustancial, Patxi López sigue la estela de Nicolás Redondo Terreros. Rafa Larreina es uno de los portavoces parlamentarios a los que, por encima de las diferencias políticas, se escucha con mayor respeto en la Cámara de Gasteiz. El secretario de Organización de Eusko Alkartasuna continuará cuatro años más con su labor, con la vista puesta en el logro de la paz.

La petición de voto de Batasuna para EHAK ha revolucionado las encuestas. ¿Qué expectativas tienen de cara al domingo?

Lo que tenemos muy claro es que hay que conseguir la mayoría más amplia posible en favor del nuevo marco jurídico-político, de la negociación y de la solución para el principal problema que tiene este país. Por eso deseamos lograr la mayoría más amplia posible.

¿Cómo explica la actitud del Gobierno frente a EHAK, teniendo en cuenta la posición beligerante que adoptó contra Aukera Guztiak?

Nosotros hemos dicho desde el principio que deberían haber podido presentarse todos: Batasuna, Aukera Guztiak, cualquiera… A veces se pueden hacer juicios de valor y decir si todo esto estaba acordado o no pero, en cualquier caso, este proceso ha sido un despropósito tremendo desde el punto de vista democrático, ha sido un error, y yo quiero subrayar que la sociedad vasca tiene perfecto derecho a que su Parlamento sea un fiel reflejo de todas las posiciones políticas. Quien se llame demócrata no puede impedirlo.

¿Prevé algún tipo de movimiento efectista de ETA antes de la jornada electoral?

Lo fundamental es lo que hagan los representantes legítimos de la sociedad vasca, que somos las fuerzas políticas. Todos deseamos que ETA deje de actuar y que la paz se convierta al fin en realidad. Sin duda, éste es uno de los objetivos fundamentales de la coalición PNV-EA y, desde luego, trabajamos de forma continuada para lograrlo.

EA ha participado en el Foro Nacional de Debate. ¿Qué conclusiones han extraído?

Buscamos la paz desde todos los ámbitos, desde los institucionales y también desde el propio Foro Nacional de Debate. Todos tenemos que hacer el máximo esfuerzo para que la única vía para la resolución de los conflictos sea la vía política. La sociedad vasca ya ha dicho que otro tipo de organizaciones, como ETA, no tienen sitio. Respecto al Foro, hasta la fecha tanto Batasuna como Eusko Alkartasuna hemos trabajado con seriedad y con un compromiso claro. Lo que pasa es que, en este tipo de procesos, hasta que acaban no se sabe qué pueden dar de sí. El objetivo es conseguir un acuerdo entre todas las fuerzas políticas que representan algo en este país, no sólo entre Batasuna y EA.

La campaña de PNV-EA se está basando en el derecho a decidir. ¿Habrá consulta acerca de la propuesta de Nuevo Estatuto o será sobre otra que se elabore en esta legislatura?

El reconocimiento de este derecho es universal. Se trata de que la sociedad vasca tenga la capacidad de decidir en cada momento sobre todo aquello que crea oportuno acerca de las propuestas que se le hagan desde los distintos ámbitos institucionales. Nosotros tenemos muy claro que hay que ir hacia un nuevo marco jurídico-político cuya base sea la propuesta aprobada por mayoría absoluta en el Parlamento vasco el pasado 30 de diciembre. Por tanto, no partimos de cero.

¿Están dispuestos a ampliar el consenso?

Sí, pero, desde luego, también decimos de forma muy clara que no vamos a aceptar el veto de nadie. Estaremos encantados de hablar con quien esté dispuesto a ampliar el nivel de acuerdo pero el consenso no puede pasar por dar marcha atrás en el camino recorrido ni porque se nos imponga el modelo de país del 40% de esta sociedad. Esto no es democrático.

De todas formas, la negociación con el PSE-EE tendrá que ser a la baja respecto a la propuesta de Nuevo Estatuto…

Hay elementos que son innegociables, como por ejemplo las dos cuestiones básicas para la resolución del conflicto, que son el derecho a decidir de la sociedad vasca y el derecho de los siete territorios de Euskal Herria a formar parte de una unidad política. Estos principios son innegociables aunque después, quizás, se podría hablar de otras cuestiones. Teniendo claros esos dos puntos, en el resto se podrá llegar a acuerdos si existe voluntad para ello. No habrá marcha atrás ni se volverá al pasado.

A partir de esas bases que ha citado, ¿ve factible un acuerdo?

No lo sé. Eso habrá que verlo tras las elecciones. Se ha hablado mucho acerca de la existencia de un mensaje vasquista del PSE-EE pero no lo estamos notando mucho. La diferencia entre su mensaje actual y el de hace cuatro años es que ahora no se atreven a decir que van a gobernar junto al PP, cuando saben que sería su única posibilidad. El PSE-EE mantienen el mismo posicionamiento y el mismo mensaje de hace cuatro años, con la diferencia de que, por el estilo de Zapatero, ahora sonríen. Sigue siendo el mismo mensaje, y lo digo con pesar. No ha habido evolución.

¿Qué les pide para empezar a entenderse?

Que acepten los dos principios que he mencionado. Se trata de principios democráticos. La sociedad vasca tiene que decidir su futuro sin limitaciones, ni internas ni externas, con libertad. Deben reconocer que Euskal Herria existe, y no sólo en el Espasa o en la Enciclopedia Británica.

Joseba Arruti Bilbao / deia.net

Fuente: Rafael Larreina