Pedro Mari Olaeta Pedro Mari Olaeta, miembro de la Ejecutiva Nacional de EA, encabeza en Araba la candidatura de Amaiur al Senado. Entrevistado por ‘El País’, defiende “la recuperación de la soberanía individual y el ejercicio de la colectiva”.

El cabeza de lista alavés al Senado por Amaiur, Pedro María Olaeta (Getxo, 1956,) fue militante de Euskadiko Ezkerra hasta la fusión con el PSE en los noventa. Volvió a la política en 2009 como responsable de estudios de Eusko Alkartasuna en la ejecutiva de Pello Urizar. También es coordinador general de un grupo de ingeniería.

Uno tiene la impresión de que en la izquierda soberanista vasca persiste el icono del “patrón malo”.
El discurso viene provocado por los paradigmas del siglo XX, porque todavía no hemos construido los del XXI. Esta es una etapa de transición. Creo firmemente que las empresas y los empresarios tienen que cumplir una función social en su contexto. Creo en la función social de la propiedad privada.

¿Sus compañeros de coalición están de acuerdo?
Cuando digo esto no me tiran piedras por lo menos…

¿Qué propone esta izquierda soberanista?
Primero, trabajar sobre los paradigmas de la nueva época a través de una herramienta fundamental, la conversación. La nueva izquierda soberanista vasca no tiene forma de un partido sino de movimiento social. El objetivo es recuperar la soberanía individual y el ejercicio de la colectiva. No vale de nada ejercer la colectiva entre gente con empleo precario y una hipoteca a 45 años.

¿Si uno es nacionalista por qué votar a Amaiur y no al PNV?
El PNV está basado en un modelo del nacionalismo romántico del siglo XIX. No consideramos que la soberanía es una necesidad histórica, sino económica. Euskal Herria no tiene las herramientas necesarias para combatir la crisis y el paro.

¿Se sentiría cómodo en un Estado federal?
España ha perdido ya la ocasión de presentar un proyecto amigable a Euskal Herria porque se ha empecinado en continuar con el modelo de imposición, de no consulta de los siglos anteriores, y se le ha pasado el arroz. También en Cataluña. Salvo que haya un shock traumático entre los dirigentes unitaristas españoles, es imposible que haya un acuerdo entre iguales.

¿La revisión critica de la violencia está en camino o el proyecto de Amaiur se basa en pasar página cuanto antes?
Desgraciadamente, ha habido gente que ha justificado la violencia de los suyos, y considerado víctimas solo a los suyos. Tenemos que hacer entre todos un esfuerzo para dejar claro de que la violencia no es buena para nada, ir hacia la reconciliación y hacer un esfuerzo en el perdón. Y eso no se puede hacer en un mes, ni en un año. Probablemente hará falta una generación.

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Fuente: EL PAÍS