A propósito del anuncio de Canal+
¿Han
visto el anuncio en el que además de invitarnos a ver fútbol por canal+ (pagando) nos informan de que ha llegado el día tan anhelado
en el que ya no hay discriminación por raza, color, religión, sexo, en el se que ha erradicado el hambre en el mundo, ya
no hay utilización abusiva de los niños, etc?.
En contra de la simplificación con
que el anuncio trata esta realidad, quiero decir que el día tan anhelado no ha llegado. Porque:
– Mientras que una empresa rusa con participación
estadounidense proyecta lanzar una estación orbital dedicada al turismo espacial, cuya construcción costará unos 100 millones de
dólares, mueren personas por no tener acceso a determinados medicamentos.
- A la vez que el 25% de la población
más rica del mundo recibe el 75% del ingreso
mundial, el hambre y la desnutrición afectan a 800 millones de personas, siendo esta situación la negación más absoluta de los derechos
humanos.
- Cuando en
los países ricos seguimos luchando por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, no nos podemos olvidar de que las diferencias entre géneros en otros países son aún mayores en aspectos básicos, como se constata, por ejemplo, en el hecho de
que 120 millones de mujeres están mutiladas genitalmente, práctica ésta que se sigue aplicando.
- Cada año cuando se publica el dato
sobre la escolarización
infantil comprobamos que va mejorando, pero no es una noticia que debería hacernos sentir satisfechos cuando se explota laboralmente
a más de 100 millones de niños y niñas.Y si estos datos a alguien le
pueden parecer lejanos, hay situaciones en nuestro entorno que también nos deberían hacer reflexionar, como es el que el 52,3% de
las familias del estado español tienen dificultades para llegar a fin de mes. Familias con un una capacidad de consumo
limitada, obligadas a establecer prioridades en sus gastos. Por tanto, poco les quedará para destinar parte de sus ingresos al consumo de televisión por pago.Hay temas con los que no se puede mentir,
ni frivolizar. La falta de rigor y criterios objetivos verificados, poco o nada aportan a la lucha para que esta realidad cambie. Y cuando falta tanto por cambiar no nos podemos permitir bajar la guardia. En este sentido tengo que manifestar mi decepción
ante anuncios que contienen este tipo de simplificaciones.En un Estado de Derecho la principal función de la prensa debería ser desvelar la verdad de los acontecimientos, dotar a la ciudadanía de los
datos necesarios para poder comprenderlos, en definitiva ser la ventana por donde ver la realidad. Pero esto no ocurre. La cantidad de información que se nos transmite es amplia. Los
medios han evolucionado hasta hacer posible la transmisión inmediata de imágenes en tiempo real, ¿quién no ha visto el atentado contra las torres de New York?. Esto supuestamente nos debería permitir conocer lo que pasa en el mundo.  Sin embargo, en
realidad, simplemente se dice que tal hecho ha ocurrido, y ha dejado de ser prioritario el que lectores, radioyentes o telespectadores podamos comprender el alcance de los acontencimientos, sus causas y las razones por las que permanecen en el tiempo. Y
cuando hablamos del orden mundial un análisis detallado es más importante si cabe, porque la insuficiencia de comprensión es mayor cuanto mas lejos de nuestras experiencias cotidianas ocurren los acontecimentos que nos cuentan. Por ejemplo, la noticia
es: “Argentina entra en crisis”. Pero, ¿por qué a pesar de las “ayudas” que dispone el FMI para este país, se mantiene esta situación?También ocurre que se seleccionan los acontecimientos que se nos
transmiten una y otra vez, y en la mayoría de los medios de comunicación. Y sin embargo otros de igual importancia no se cuentan, con lo que parece que no han ocurrido. Son conocidas las iniciativas que el Señor Bush pretende llevar a cabo en nombre de
la “justicia infinita”, pero no se da a conocer que el Gobierno de Estados Unidos sigue rechazando el Tratado sobre la instauración de un Tribunal Penal Internacional Permanente (que debe juzgar crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad).    
Por tanto podemos comprobar la creciente influencia que los medios de comunicación ejercen sobre la opinión pública. Por eso se les considera como el cuarto poder. ¿Estamos manipulados? Cuando el
pensamiento único cuenta con un apoyo tan importante como el de los medios de comunicación dominantes, creo que sí.
Fuente: Eusko Alkartasuna