Maiorga Ramirez, coordinador territorial de EA en Nafarroa, y Andres Leonard y Roberto Mateos, representantes de Gazte Abertzaleak, han analizado la situación política navarra.

Si la situación en Nafarroa es de auténtica emergencia económica y social, la situación de los/las más jóvenes es doblemente dramática e insostenible. Los datos de paro juvenil son verdaderamente sangrantes. El número de personas desempleadas registradas en la agencias de empleo del Servicio Navarro de Empleo se ha situado al finalizar el mes de marzo en 56.486 personas (17%). Por grupos de edad y según los datos de enero, el número de personas desempleadas menores de 25 años se sitúa en el 50,94%, es decir, 5.710 jóvenes parados.

Observamos a diario que en tiempos de recesión económica, los contratos de trabajo disminuyen y el número de desempleados aumentan considerablemente. Pero para los/las jóvenes, estos períodos son doblemente problemáticos, no sólo son el primer objetivo de recortes en los empleos, sino que además su transición del sistema educativo al mercado de trabajo se convierte en algo casi imposible. Durante la crisis económica, los/las jóvenes son a menudo el ‘último en entrar’ y el ‘primero en salir’.

Estos resultados significan un enorme desaprovechamiento de potencial humano; estamos hablando de toda una generación académicamente muy formada que no tiene oportunidades de desarrollarse en el mercado laboral.

Dicha situación produce desesperanza en la gente joven e inestabilidad social. Esto traerá importantes consecuencias a largo plazo; uno por las bajas expectativas que tienen en su carrera los jóvenes que se incorporan al mercado laboral y, dos, por la disminución de los incentivos para la siguiente generación a la hora de iniciar estudios largos y costosos.

La escasez de empleo formal hace que la experiencia laboral de los jóvenes sea insatisfactoria, que en vez de representar el inicio de una carrera laboral se convierta en una situación de frustración continua y duradera, por lo que la incorporación al mercado de trabajo no está ayudando a la construcción de la identidad y la autoestima juvenil. Debemos sumar a lo anterior, la precariedad laboral. Luego de las primeras experiencias laborales, los jóvenes comienzan a percibir la precariedad de su empleo y las escasas posibilidades de obtener otros mejores. Y mientras el tiempo corre, una situación que parecía transitoria se visualiza ahora como una condena.

Todo ello, sin profundizar en las consecuencias de los recortes que el Gobierno de Navarra lleva realizando en los presupuestos de educación, que amenazan con socavar el potencial de crecimiento de la economía y la competitividad. En la Cuentas Públicas aprobadas por el Gobierno de UPN se reduce la consignación presupuestaria para educación en un 6,36%. En consecuencia, los/las jóvenes de Nafarroa verán mermada la calidad de la Educación Pública y tendrán a su vez dificultades para hacer frente a las altas tasas de las universidades públicas. Ocurre a menudo que jóvenes que se están formando y especializando en sus estudios tienen que tirar la toalla y abandonar dichos estudios por el elevado coste de estudiar en otras comunidades o en universidades privadas, por la subida de precios en el sistema público y la disminución de ayudas públicas.

Los jóvenes navarros son a su vez víctimas directas de las políticas lingüísticas excluyentes de UPN. Es intolerable que los jóvenes no puedan realizar estudios superiores en Euskara. E intolerable tener que mandar a nuestros jóvenes a otras comunidades para que puedan realizar sus estudios universitarios en Euskara. Todo ellos por que el Gobierno de UPN es incapaz de respetar los derechos lingüísticos de los navarros y las navarras, tanto en los estudios superiores como en los estudios obligatorios. Ante esta situación, pedimos al Gobierno de Navarra que garantice la presencia del Euskara en nuestras universidades y que respete el derecho que tiene la juventud Navarra de estudiar en Euskara, poniendo a su disposición los recursos necesarios.

Por todo ello, consideramos fundamental atender desde las administraciones a esta numerosa generación durante una etapa clave de su vida, sobretodo ante la profunda crisis económica que estamos padeciendo y que puede erosionar aún más las condiciones de desarrollo de los/las jóvenes y cerrar, desde ahora, su futuro y el de toda la comunidad. Es indispensable invertir en educación y desarrollar planes específicos para la creación de empleo juvenil.

Mientras Nafarroa no genere crecientes oportunidades de educación y de empleo, mientras no se genere un cambio económico y social de calado, nuestros jóvenes seguirán condenados a padecer las secuelas de un sistema corrupto e insostenible.

Por tanto, es indispensable sacar a Nafarroa de la dependencia de un modelo de gestión política y económica en el que los intereses de la ciudadanía son la última preocupación de quienes ostentan el poder en las instituciones. Existen una necesidad y una urgencia palpables en la sociedad para hacer frente a los recortes sociales y a la lamentable situación económica y social a la que nos ha llevado la política y la gestión UPN.

Si deseamos un futuro prometedor para toda Nafarroa, y en especial, para la juventud, es indispensable hacer frente de manera clara y decidida a la corrupción del sistema. Jóvenes y mayores, todas las fuerzas de izquierdas y progresistas, debemos impulsar un cambio político y social basado en revertir los recortes en políticas sociales; reforzar el servicio público, la sanidad y la enseñanza pública, trabajar por un nuevo modelo fiscal; solicitar moratorias en las grandes infraestructuras; activar con urgencia un plan de empleo específico; etc.

Es por ello, y atendiendo a esta responsabilidad, por lo que en el Parlamento de Nafarroa hemos decidido apoyar una moción de censura contra Yolanda Barcina y el Gobierno de UPN, sustentada en una premisa básica: convocar elecciones en el plazo más breve posible para que sea la ciudadanía la que decida. Y es que esta iniciativa no es nuestra, no es una iniciativa meramente parlamentaria, es del conjunto de agentes sociales, sindicales, políticos y ciudadanos/as que reclamamos desde hace tiempo un cambio profundo en la realidad de Navarra.

Queremos también subrayar lo importante y necesario que es la implicación activa de los jóvenes para favorecer el cambio político y socio-económico en Nafarroa.

La historia nos demuestra que los movimientos estudiantiles han originado diversas revoluciones y han participado con éxito en los procesos de cambio de los pueblos. Por supuesto, en Euskal Herria los jóvenes han sido siempre un claro ejemplo de lucha y de superación. Conocen de cerca que la democracia no es un estado que se conquista, sino un proceso que siempre ha necesitado y seguirá necesitando de la participación de gente comprometida.

En la actualidad, la juventud navarra tampoco se encuentra al margen de la crisis politica e institucional, del descalabro económico y social, que vivimos en Nafarroa. Padecen las consecuencias del Gobierno de UPN al igual que demás ciudadanos y ciudadanas, y participan en las continuas protestas que recorren las calles de Iruñea. Numerosas asociaciones juveniles han mostrado su enfado y su hartazgo con las políticas de UPN y con los casos de corrupción.

Por ello, animamos a los/las más jóvenes a comprometerse con el cambio y a ser una parte activa del proceso. La juventud es el futuro de nuestro pueblo. Su fuerza, compromiso y capacidad de iniciativa creativa y constructiva, y de organización, es un activo para la transformación constante de la sociedad desde todos los ámbitos.

Fuente: Eusko Alkartasuna