“La actitud del Gobierno de UPN es de vergüenza ajena, no toma nunca la iniciativa a la hora de negociar con el Gobierno español, espera a que otros lo hagan, y después pide lo mismo para Navarra, como en el caso del TAV”, afirma Maiorga Ramir “El último ejemplo ha sido con motivo de la financiación del Tren de Alta Velocidad, un proyecto del que el Gobierno de UPN se descolgó en su momento por fobias y prejuicios y al que se apuntó a última hora, encima, dándose por agraviado. Ha sido incapaz de defender una posición firme desde Navarra ante el Gobierno español, ni siquiera cuando lo ostentaba su socio el Partido Popular, y ahora pretende sumarse al carro de otros, en una actitud que demuestra su grado de acomplejamiento. Ni siquiera ha esperado a conocer los términos y contenido del acuerdo para pedir ‘lo mismo para Navarra’”, apunta Ramirez.

“Ya es hora de que UPN deje de actuar como ‘el perro del hortelano’. Primero cicatea los intentos de negociación de otros, arremetiendo frontalmente en contra, para apuntarse después, tarde y mal, a lo pactado por quienes previamente ha estado criticando. No sólo ahora, en cada negociación del Convenio Económico de Navarra, en infraestructuras fundamentales para nuestra Comunidad, y en general, en todo lo que concierne al desarrollo de nuestro autogobierno, UPN siempre va por detrás”, afirma.

“Curiosamente, el único caso en que no está tomando ejemplo de otras comunidades históricas con soberanía propia es en el debate estatutario para su actualización democrática. En una entrevista reciente en un periódico, el señor Sanz negaba cualquier necesidad de revisión del Amejoramiento, norma que nació lastrada por la exclusión de una parte muy importante de la sociedad navarra, que tiene carencias esenciales para el desarrollo potencial de nuestra capacidad de autogobierno, y que no fue refrendada democráticamente por la ciudadanía navarra. A diferencia de Andalucía, Cataluña, la Comunidad Autónoma Vasca o Galicia, que ya ha iniciado este debate político, Navarra ha quedado al margen, instalada en un inmovilismo contraproducente y muy poco ambicioso”, señala.

ACTITUD “CERRADA” FRENTE A LAS EXPECTATIVAS DE PAZ

“Del mismo modo, y desgraciadamente, en esa misma entrevista el señor Sanz puso en evidencia el enquistamiento de su partido en un discurso cerrado frente a la paz, a la que, da la impresión que, tanto UPN como PP, más que contribuir se están dedicando a poner palos en las ruedas. Valorar negativamente la sola posibilidad de que todas las fuerzas políticas que gocen de respaldo social suficiente puedan participar en las instituciones demuestra una nula voluntad democrática, máxime cuando el resto de partidos estamos hablando de la posible apertura de una nuevo escenario, y se están dando pasos en este sentido”, dice.

“UPN y PP dan toda la impresión de que se encuentran más cómodos en la actual situación de no solución que en un eventual nuevo escenario, en el que el discurso que han estado manteniendo durante los últimos años, y que tantos réditos electorales les ha proporcionado, no les serviría. De su empeño en que ‘nada cambie’ en este tema se desprende su reticencia a ese posible cambio que el conjunto de la ciudadanía y el resto de fuerzas del arco político ansiamos, como es la paz y la normalización política, en definitiva, la oportunidad de que todos los proyectos puedan ser defendidos en igualdad de condiciones y oportunidades. Absolutamente todos”, concluye.

Fuente: Maiorga Ramirez