Maiorga Ramírez es un político de vocación. De familia con tradición política, a los 17 años ya era secretario general de Gazte Abertzaleak de Navarra, el colectivo juvenil de EA, y con 22 secretario de Organización del partido en Navarra. Ramírez ha sido además uno de los políticos más jóvenes en llegar al Parlamento foral, donde la última legislatura ejerció de portavoz de Eusko Alkartasuna. Hombre fuerte del partido en Navarra desde 2004, ha sido el responsable de la integración de EA en Nafarroa Bai, coalición que, confía, puede llegar a ser la segunda fuerza en Navarra. Ramírez dice que es un proyecto ´de cuatro años´, pero ´dinámico´, en el que pueden entrar y salir partidos, y defiende que los partidos ´no se diluyan´ en NaBai, porque ´debilitaría´ el proyecto. En cuanto a la presencia de Batasuna, el presidente de EA en Navarra aboga por ´dar pasos hacia la normalidad política´.

¿Cree que Batasuna estará en las elecciones?

Yo creo que sí. No sé con qué fórmula, pero va a estar. Además, es importante que esté, porque será un paso hacia una normalidad política que indudablemente se debe dar.

¿Y el Gobierno les dejará pasar?

Hay varios elementos que influyen para que Batasuna esté, de una forma u otra, en las elecciones. El proceso de final de la violencia nos sitúa en el punto de mira de muchas naciones europeas, y éstas no entenderían que el Estado active todos sus resortes para que Batasuna no se presente. Tampoco se puede plantear la resolución de un conflicto con una de las partes aislada y marginada. Además, el castigo ha cualquier fuerza política a de venir por las urnas.

¿Su presencia puede influir en el resultado de NaBai?

Nosotros queremos tener la dimensión que nos corresponde. Y esa dimensión se debe medir en un contexto en el que nos podamos presentar todos. Además, Nafarroa Bai nada tiene que ver con el modelo de gestión y de construcción nacional que presenta Batasuna. NaBai representa el radicalismo democrático abertzale sensato. Somos una fuerza que no compite electoralmente con el modelo que plantea Batasuna.

¿Con qué expectativas afrontan las elecciones de mayo?

Tenemos el objetivo de convertirnos en la segunda fuerza política de Navarra.

¿No es mucho pedir?

Somos una garantía de la foralidad de Navarra, y en una situación en la que UPN y CDN no primasen las ambiciones de poder, podríamos tener grandes puntos de encuentro. En estos momentos, su foralismo se ha quedado en un mero gesto estético, y la única garantía para exigir el respeto a nuestros derechos históricos y avances en materia de autogobierno es Nafarroa Bai.

¿La etiqueta nacionalista puede llegar a ser un lastre para NaBai?

Todo lo contrario. Entiendo que haya posturas acomplejadas ante el adjetivo abertzale. Pero vienen influidas por la vinculación entre abertzale y violencia que ha intentado hacer la derecha. Y no sólo con abertzale, también con el euskera, el folklore o la cultura vasca. Eso ha podido calar en personas que, desde posiciones abertzales, puedan tener una actitud acomplejada ante su manifestación pública y normalizada. Pero EA y NaBai somos abertzales, y los abertzales hemos coadyuvado a lograr el estatus de bienestar que tiene ahora Navarra.

¿Habrá cambio de Gobierno?

La clave está en lo que diga la sociedad, y creo que está harta de ver cómo algunos partidos tienen como planteamiento fundamental no perder el poder. Y UPN y CDN han demostrado que son capaces de cualquier cosa para mantenerlo. Hasta descuidar ese gesto estético foralista. Además, la sociedad percibe que se están abriendo brechas importantes en el estado de bienestar, en salud, en educación o en política lingüística.

Para gobernar, Nafarroa Bai necesitará al PSN, pero todavía no se ha posicionado.

En 1995 los planteamientos del PSN también eran similares. Al final, tras escuchar a la ciudadanía, le va a tocar mover ficha. Y estamos convencidos de que así ha a ser.

El PSN tampoco descarta apoyar a UPN.

No sería la primera vez que eche abajo una alternativa a UPN. Pero eso sería un fraude a su electorado y a la sociedad navarra. Además, las líneas generales que está definiendo el PSOE pasan por hacer lo que se ha hecho en Cataluña o Galicia.

Cree entonces que el PSN va a apostar por un Gobierno alternativo.

Si dan una mayoría absoluta a UPN y a CDN, se debe entender como una vocación por la constitución de un Gobierno alternativo. Además, las actitudes acomplejadas del PSN son precisamente lo que mayor desgaste le puede suponer.

¿A qué actitudes se refiere?

A las medias tintas. Ahí está su actitud con la Transitoria Cuarta, o sus expresiones sobre el blindaje del estatus político de Navarra. Como si modificarlo fuera empeorarlo. Además, hay muchas cosas que echamos en falta en el PSN.

¿Como cuáles?

Echamos en falta una postura lógica sobre el euskera. Echamos en falta que el PSN no diga que, independientemente del proyecto político que defendamos, tan navarros somos unos como otros. Nos gustaría que los socialistas dijeran que tienen un compromiso para gobernar esta comunidad de otra forma, sin UPN ni CDN. Estas actitudes son las que echamos en falta en el PSN. Es un partido debilitado, y eso hace peligrar las posibilidades de cambio. No hay cambio sin Nafarroa Bai, pero tampoco sin el PSN. La garantía de una Navarra integrada, plural y de convivencia es que esa pluralidad esté representada en el Gobierno.

¿Es más difícil el cambio con Nafarroa Bai como segunda fuerza?

Puede que haya quien prefiera un PSN como segunda fuerza y una Nafarroa Bai debilitada, para que, así, a los socialistas les sea más fácil articular una mayoría. Y a veces los complejos acaban calando, y pasan de ser cuestiones estructurales del propio partido. Pero si NaBai consigue ser la segunda fuerza, lo hará presentándose como el motor y garante del cambio. Y eso le hará reflexionar al PSN.

El candidato socialista, Fernando Puras, pone dos condiciones para llegar a cualquier acuerdo: una apuesta por las políticas sociales y no cuestionar el actual estatus jurídico-político de Navarra. ¿Podría entrar NaBai en esos dos parámetros?

En el primero sin ninguna duda, somos una coalición de izquierdas. Pero el estatus de Navarra no se puede entender de una sola manera. EA apuesta por una dieta vasco-navarra, en la que los navarros tengamos nuestra capacidad propia de decisión. ¿Navarra dejaría de ser una comunidad diferenciada si existiese un órgano de encuentro como el de 1995? Que nos lo explique Alli.

¿Qué tal es la cohabitación en Nafarroa Bai?

Somos cuatro partidos con una implantación social y una trayectoria propia. Pero la convicción de que estamos en el camino adecuado es lo que hace que las posibles diferencias y fricciones que se puedan dar, se resuelvan sin mayor problema. Además, en el proceso de elaboración del programa hemos constatado que las diferencias son mínimas, y circunscritas a temas puntuales. NaBai puede hacer una propuesta programática coherente, homogénea y nítida.

¿Cómo para mantenerla cuatro años?

Los últimos años hemos visto cómo han habido escisiones y coaliciones diferentes. Por lo tanto, hay que mantener una actitud abierta ante las posibilidades que puedan derivarse del proceso de pacificación y normalización política. El proyecto de NaBai es para cuatro años y para gobernar esta comunidad. Ahora bien, aventurar que la actual configuración de Nafarroa Bai va a ser permanente a medio plazo es más un ejercicio de voluntarismo político que de realismo. Además, tenemos la ambición de aglutinar a más fuerzas políticas. Nafarroa Bai es y debe ser algo dinámico.

¿Por ejemplo?

En NaBai tienen cabida todos los que coincidan en el rechazo a la violencia, en una apuesta por mejorar la relación con el resto de territorios vascos, por la izquierda y por la convivencia.

¿Acabará Nafarroa Bai por convertirse en un partido político?

No hay riesgo de que los partidos se puedan diluir en la coalición. Todos las formaciones tenemos nuestro referente a nivel nacional, y en la CAV, por ejemplo, somos adversarios políticos. No es positivo que, como alguno pueda querer, NaBai se acabe convirtiendo en un partido. Saldríamos debilitados. La uniformidad no le conviene a Navarra.

¿Está en juego el estatus de Navarra, como dice UPN?

Claro que está en juego. Está en juego el mejorarlo y el modernizarlo. ¿Quién se puede oponer a una mejora constante de Navarra?

Lo que UPN dice es que si Nafarroa Bai llega al Gobierno foral, hay riesgo de que Navarra acabe integrada en la CAV.

Lo que pasa es que UPN está actuando única y exclusivamente en clave de poder. No está hablando de política, ni de problemas reales. Tiene un temor pavoroso a perder el poder, y eso le hace perder el sentido de la realidad y hacer afirmaciones tan esperpénticas como lo de la Corona, lo del polígrafo o lo del pacto con el PSN. Por cierto, no sería la primera vez que la Corona se manifiesta sobre el estatus de Navarra.

¿A qué se refiere?

Al parecer, ya se manifestó antes. Por eso, convendría que la Corona supiera cuál es su papel y dejase claro qué tipo de conversaciones ha tenido con Sanz. Porque no sería la primer vez.

¿Cuándo ha habido otras?

En la Transición.

¿Qué le pareció la manifestación convocada por el Gobierno de Navarra del 17 marzo?

Todos los partidos tienen derecho a manifestarse. Lo que no entendemos es por qué a otros no les dejan. En cualquier caso, se ha hecho una utilización muy sectaria de lo que son las instituciones de todos. Aún así, no creo que el resultado haya sido positivo para sus convocantes.

¿Por qué?

Ha quedado de manifiesto que UPN y CDN actúan al dictado de la estrategia del PP, y se ha visualizado su obsesión por no perder el poder. Además, fue patético que tras la manifestación, que se supone era en defensa de los Fueros, interviniera Rajoy con Sanz y Alli, el mismo que cuando era ministro de Administraciones Públicas logró que se cuestionara nuestra capacidad de autogobierno en materia de Función Pública. En estos momentos, UPN y CDN no tienen ningún elemento diferenciador de la estrategia del PP, y Rajoy es el estandarte de la defensa de los Fueros. Con eso queda todo dicho.

¿Puede influir eso en el resultado electoral?

No les ha salido caro, porque lo ha pagado el Gobierno, pero políticamente los resultados han sido contrarios a lo que buscaban. Han dejado a un lado su imagen navarrista-foralista, y muchos votos convencidos de la importancia que tiene la defensa de la foralidad de Navarra van a recaer en formaciones que la defienden. Como Nafarroa Bai.

Fuente: Maiorga Ramirez