Gorka Knörr. Secretario general de EA y Vicepresidente primero del Parlamento Vasco

El pasado día 7 acudí, como tantas otras personas que representaban instituciones, fuerzas políticas y diversas asociaciones, además de integrantes de la carrera judicial, al Palacio Euskalduna, con motivo del homenaje que se tributó a la memoria de Jose María Lidón, al cumplirse el año de su asesinato.

Sigo manteniendo, en parte, un grato recuerdo del acto, en la medida en que acompañamos a la familia del asesinado, y un buen número de los discursos del acto, convocado bajo el lema ´Justicia y Libertad en la UE´, se ciñó a aspectos relacionados con el citado lema, sin poder evitar, como es lógico, las referencias al vil asesinato de Jose María Lidón y a mostrar la solidaridad con la familia y la judicatura vasca por parte de quienes intervinieron en el acto representando a diversas instituciones.

La verdad es que los prolegómenos del acto y lo que pudimos ver nada más llegar al Euskalduna ya nos indicaban que, una vez más, se iba a utilizar un homenaje para cargar contra el Gobierno Vasco y quienes lo apoyamos; los desplantes protocolarios previos, según quienes estuvieron al tanto de los preparativos, han hecho que personas templadas y poco propensas al exabrupto tengan la convicción de que se pretendia organizar un acto de manera que se hiciese insostenible la presencia de las autoridadesde nuestro gobierno. Los desplantes protocolarios y la negativa a invitar a algunas autoridades así lo indican.

Nada más llegar al Euskalduna, la sorpresa fue mayúscula cuando nos encontramos con el palacio tomado por los Geos, mientras que la Ertzaintza era relegada a tareas en el exterior. En esto, los señores del Consejo General del Poder Judicial han ido más lejos que el señor Aznar. Hace unas semanas, la Ertzaintza, como es por otra parte su obligación en cualquier caso, se encargó de la protección del Congreso del Partido Popular del País Vasco, en el mismo recinto. Pero hay más; dentro de la sala, en segunda fila, se encontraban los mandos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, mientras que no había uno solo de la Ertzaintza. Y es que no se les había cursado invitación alguna. Este es el respeto del Consejo General para nuestra Policía, cuerpo entre cuyas labores se incluye la de policía judicial. Realmente indicativo…

Y qué decir de algunas intervenciones? El ministro Michavila, bien que guardando las formas de su discurso, se salió del tiesto con la Ley de Partidos, y nos obsequió con unos minutos dignos de algún mitin del PP. Y el señor Múgica Herzog, que se superó a sí mismo, haciendo gestos ostensibles de desaprobación y no aplaudiendo la intervención del lehendakari, comenzó perdiéndose en unos prolegómenos explicativos sobre la función del Defensor del Pueblo, leyendo textualmente párrafos de la ley de creación de su institución. Cabe preguntarse si no tiene tan olvidadas sus funciones, que parece haber cambiado por las de Defensor del Gobierno o del Partido Popular, y tiene que leerlas en voz alta. Un psiquiatra quizás podría aportarnos un juicio ilustrativo al respecto.

Pero lo más grave, sin duda, fue su andanada contra el nacionalismo, posición ideológica que mezcló con ´regionalismos y localismos mentirosos´ que están, según su particular criterio, en el origen de la violencia.

Esto, además de ser una barbaridad, es una falta de respeto para el acto, tan entrañabale, al que habíamos acudido, y en el que se encontraban personas de muy diversa procedencia ideológica. Realmente lamentable. Y van…

Lo más curioso del caso es que el señor Múgica, que en su última frase utilizó hasta 4 veces la palabra España, y a quien solo le faltó gritar Viva España! al concluir su mitin, comenzó saludando al Lehendakari Ibarretxe como ´Representante ordinario y máximo del Estado en la Comunidad Autónoma Vasca´, cosa que debiera haber explicado a los miembros del Poder Judicial allí presentes, que relegaron al Lehendakari al tercer puesto del protocolo del acto, puesto que éste estuvo presidido por el señor Jiménez de Parga, Presidente del Tribunal Constitucional, sentándose a su derecha el Presidente del Consejo General del Poder Judicial, Francisco Hernando, y relegando al Lehendakari al citado tercer puesto.

Dejo para el final la bochornosa actuación -una vez más- del delegado del Gobierno en la CAV, don Enrique Villar, quien, cuando el Lehendakari Ibarretxe comenzó su discurso con una breve intervención en euskera, con voz bien sonora dijo: ´pero es que éste (sic) no sabe castellano?´, y siguió con sus insultos en la comida, llamado repetidamente al Lehendakari y miembros del Gobierno Vasco ´delincuentes´ delante de los invitados venidos de los Tribunales Supremos europeos.

Vuelvo al principio para decir que me quedo con lo que el acto tuvo de entrañable, de emocionante, al abrazar y saludar a una familia a la que le arrancaron para siempre un hombre excepcional. De lo demás, lamentar que, una vez más, algunos sigan utilizando el dolor de las víctimas y actos de homenaje para sus particulares fines, exhibiendo, además, toda su mala educación y prepotencia. Pero eso es, desgraciadamente, tan incurable como la tortículis del ahorcado, que diría Gózmez de la Serna.

Fuente: Gorka Knörr