Joseba Azkarraga. Consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco A lo largo de tres semanas, coincidiendo con
el LIII aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
el departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco ha
desarrollado una campaña para la difusión y promoción de
los derechos humanos comenzando por el derecho a la vida.
‘Sin Vida no hay Libertad, sin Paz no hay
Libertad’, ‘Todos los Derechos Humanos para Todos’, ha sido el
eslogan elegido para marquesinas, estaciones de ferrocarril, periódicos
diarios, radios y televisiones. Pero mientras EITB, Telecinco, y las televisiones
locales de los grupos Correo y Prisa no ha puesto objeción alguna a la
difusión de los anuncios, Televisión Española y Antena-3
han decidido no emitir la campaña la campaña acogiéndose
‘a las normas reguladoras de emisión de publicidad con arreglo a
las cuales se considera prohibida por televisión la publicidad de contenido
esencial o primordialmente político, o dirigida a la consecución
de objetivos de tal naturaleza’.
Esta decisión del ente público
RTVE de negarse a emitir una campaña de publicidad institucional promovida
por el Gobierno Vasco, la más alta Institución ejecutiva de nuestra
Comunidad Autónoma, resulta inaceptable e injustificada.
Las cuatro grandes líneas argumentales
de la campaña se han basado en los siguientes textos: ‘Según
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todas las personas
nacen libres, en dignidad y derechos. Con derecho a la vida. Con derecho a la
libertad y con derecho a la seguridad, sin que nadie sea sometido a tratos crueles
o inhumanos’. ‘Toda persona tiene derecho a circular libremente, a
vivir de manera digna y a disponer de los medios necesarios para la supervivencia’.
‘Todo ser humano tiene derecho a vivir en paz y sólo se consigue
a través del diálogo, el respeto, la democracia y la no violencia’.
‘Toda persona tiene derecho a la vida y todo pueblo tiene derecho a ser
lo que quiere ser’.
¿Qué inconveniente ven en TVE y
Antena 3 a esos elementales mensajes?. ¿Puede ser la necesidad de velar
por nuestros derechos personales y colectivos?. ¿Acaso no les molestará
que en uno de los cuatro spots -con imágenes del terrible éxodo
de Bosnia y Balcanes- se haga referencia al derecho que tienen los pueblos a
decidir sobre su futuro?.
Si es por ello, recuerdo que ese derecho a que
un pueblo sea lo que quiera ser forma parte de los Derechos Humanos en su dimensión
colectiva y así aparece consagrado en el Pacto Internacional de los Derechos
Civiles y Políticos, propiciado por la ONU y suscrito en Nueva York el
19 de diciembre de 1966 para ser posteriormente ratificado por el estado español
mediante Instrumento de 13 de abril de 1977.
¿A quien molestan estos principios de
paz y de convivencia acordados por la ciudadanía como pauta de funcionamiento
y relación democrática de una sociedad?. ¿Por qué
contraría el hecho de que la vida sea base de todo?. ¿A quien
le preocupa que el diálogo y el respeto sean pautas de actuación
para la solución de problemas?. ¿Por qué una persona tiene
que padecer cualquier tipo de violencia, amenazas, extorsión o tratos
inhumanos?. ¿Le produce a alguien rechazo, miedo o asco la libertad?.
Por lo visto, por increíble que pueda parecer, existen algunos partidos
o formaciones políticas que dirigen ese ente público de comunicación
que sí cuestionan cada uno de los derechos humanos, individuales y colectivos.
Es primordial recuperar los tradicionales valores
en los que se ha asentado cualquier sociedad desarrollada y democrática.
Los jóvenes han de darse cuenta que solo mediante el diálogo y
el respeto a las ideas de los demás podrán construir las bases
de su relación social. La muerte, la violencia, la extorsión,
la amenaza, la tortura, la imposición o la insolidaridad son conceptos
que no tienen cabida en la nueva Europa que estamos creando en el arranque de
este tercer milenio.
La referencia al derecho de todo pueblo a decidir
su futuro no tiene, en modo alguno, un carácter o finalidad político
y mucho menos partidista. Al contrario: se trata de una vocación humanitaria
universal. Nuestro pueblo necesita como nunca revitalizar y difundir los conceptos
de vida, paz y libertad. Nuestros jóvenes deben crecer y desarrollarse
en un ambiente de tolerancia, respeto y diálogo. Solo de esa forma sabrán,
años después, organizarse y gestionar la sociedad vasca del futuro.

Guerras y hambruna
En la campaña de promoción de los
derechos humanos del Gobierno Vasco no solo se difunden los valores de lo más
próximo -la vida, el diálogo o la no violencia-, también,
y con un especial énfasis se recuerda que las guerras que sacuden al
mundo no son forma de solucionar las cosas, que la hambruna y la carencia de
medios para una vida digna son espejo de terribles situaciones que padecen millares
de seres humanos a quienes todos estamos obligados a ayudar.
El Gobierno Vasco, consciente de las violaciones,
olvidos y rechazos de muchos de los postulados de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos y de los pactos internacionales de ella derivados, ha
manifestado su solidaridad con todos los ciudadanos de Euskadi y de los demás
pueblos que han sufrido y están padeciendo vulneraciones de los citados
principios. Por ello, y como se puso un especial acento en la declaración
institucional del pasado 10 de diciembre, el ejecutivo autónomo muestra
reiteradamente su cercanía a las víctimas, sus familiares y allegados,
expresando su convencimiento de que los ideales que representa la Declaración
se impondrán a todo acto de barbarie y de terror.
La Asamblea General de las Naciones Unidas realizó
en su día una serie de recomendaciones para defender la libertad y la
seguridad de personas y pueblos. Por ello, el Gobierno Vasco trabaja con ahínco
en la protección e impulso de todos los Derechos Humanos, para toda la
ciudadanía, para todas las personas. Por lo visto, hay quien lo considera
como simple política.
En las imágenes que acompañaban
a los principios antes citados, la campaña de promoción y difusión
de los derechos humanos recogía terribles -pero tristemente diarias y
habituales- escenas de vulneraciones de esos derechos de la persona: atentados
ocurridos en distintas partes del mundo; personas escoltadas al padecer el riesgo
de una agresión o violencia por el simple hecho de defender unas ideas
determinadas; víctimas mortales de los fanatismos políticos y
religiosos; ciudadanos torturados; niños con la sombra y huellas del
hambre originadas por los intereses económicos de los países más
ricos; guerras, muertes, mutilaciones, carencias sociales, pobreza y éxodos
de pueblos enteros aplastados por la intolerancia, el totalitarismo y la ausencia
de democracia.
¿Puede alguien negar la evidencia?. ¿No
es necesario denunciar esa situación y contribuir entre todos a erradicarla
de nuestra tierra e impedir que suceda en otras partes del mundo?.
¿Por qué se oponen a ello algunas
personas?. No es casualidad que esas actitudes críticas hacia la vida,
la paz y la libertad partan de los extremos: de quienes callan ante la violencia
y de quienes impiden el ejercicio del respeto y del diálogo. Tal vez
les moleste nuestra reivindicación y para acallarla utilizaran todos
los medios a su alcance comenzando por lo que les permite el control absoluto
de la organización de un estado.
La campaña ha hecho pensar a más
de una persona. Las imágenes de la violencia, de los atentados, de la
muerte, de la tortura, de las amenazas, del hambre, de la guerra o de la falta
de libertad han hablado por si solas. Han sido millones de silenciosas palabras
que, a buen seguro, influirán de forma positiva en nuestra sociedad que
merece una esperanza de futuro. Ha de ser un camino rápido y sin obstáculos,
que nadie pueda torcer.
Desde el departamento de Justicia del Gobierno
Vasco pedimos cada día, a toda la sociedad, la renovación y actualización
del compromiso con la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
difundiendo y fomentando el espíritu de la misma en todos los ámbitos
de nuestra vida.

Fuente: Eusko Alkartasuna