El consejero anuncia que el premio René Cassin ha recaído este año en Koro Erdozia, destacada militante antirracista recientemente fallecida El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, ha presentado esta mañana en Vitoria-Gasteiz una campaña de sensibilización sobre la necesidad de respeto y vigilancia de los Derechos Humanos, impulsada por el Departamento que dirige. La campaña coincide, como sucede desde hace seis años, con el aniversario, el próximo 10 de diciembre, de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, de cuya promulgación se cumplen ahora 56 años.

Según destacó el consejero, que compareció acompañado por la viceconsejera de Justicia, Esther Larrañaga, y el director de Derechos Humanos, Txema Urkijo, hoy día, “más de cincuenta años después de su aprobación, aquel texto goza de plena vigencia, en un mundo donde, desgraciadamente, perduran las vulneraciones de los derechos elementales del ser humano” y donde millones de seres humanos siguen sufriendo la violencia y sus irreparables consecuencias. “Individuos, etnias, grupos, pueblos y naciones enteras se ven sometidos a la injusticia de la guerra, las masacres terroristas, las dictaduras, los asesinatos y los genocidios”, según recordó.

“La voluntad de personas y pueblos de vivir en paz –añadió- es sistemáticamente despreciada y se tergiversa el concepto de lo justo hacia lo que cada grupo armado, poderes políticos, militares o económicos entienden como interés legítimo. ”Y aquí en Euskadi, contamos lamentablemente con experiencia propia desde hace demasiado tiempo, tiempo que no ha sido suficiente para que organizaciones como ETA renuncien de una vez por todas a seguir sembrando el dolor y el sufrimiento en nuestro pueblo”, subrayó.

El consejero hizo un repaso a estas y otras vulneraciones de derechos humanos elementales que se producen hoy en todo el mundo y citó, entre otras, las cometidas en nombre de la guerra contra el terror, “que sigue repercutiendo en millares de personas que han padecido detenciones ilegítimas, juicios sin garantías y torturas”, además de las perpetradas en otros conflictos bélicos “esparcidos y a menudo olvidados a lo largo de todo el mundo”. Se refirió también a las personas ejecutadas y condenadas a muerte, a los medios de comunicación clausurados, a los informadores agredidos o amenazados, durante el pasado año, y a los periodistas y colaboradores muertos y encarcelados en lo que va de 2004. Igualmente, aludió a las víctimas de la violencia doméstica y el maltrato; a los millones de seres humanos que sufren hambre, que están desplazados o refugiados, o que padecen el SIDA.

Según afirmó, se trata de cifras, “todas y cada una de ellas, a las que no podemos, no debemos acostumbrarnos ni resignarnos”. “Debemos ser capaces de arrimar el hombro en ese esfuerzo común que exige la consecución de la paz, una paz que debe ser algo más que la mera ausencia de violencia, que debe edificarse sobre los cimientos de los derechos políticos, sociales, económicos y culturales, y ha de basarse en la justicia social y en la dignidad de las personas y los pueblos”, indicó.

La campaña presentada hoy partía de las conclusiones extraídas tras la celebración el pasado mes de mayo del Primer Congreso Internacional sobre el Derecho Humano a la Paz, organizado por el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, y que contó con la participación de los principales expertos internacionales en la materia. La misma recoge un aspecto que Azkarraga calificó de “fundamental”, como es que la lucha por el derecho a la paz, y todo lo que ello significa y entraña, ha formado siempre parte de nuestras vidas; que bajo diferentes apariencias e iconos, ha evolucionado de forma paralela a la propia evolución de nuestra historia reciente; es un leit motiv inherente a nuestra sociedad y a los ciudadanos y ciudadanas que la componen; y que esa paz no es algo abstracto e impersonal, sino que se compone del esfuerzo y el compromiso de todos y cada uno de esos ciudadanos y ciudadanas, casi siempre anónimos, pero siempre imprescindibles.

La campaña consta de un spot televisivo en el que, sobre las imágenes de diferentes momentos de la historia de las últimas tres décadas, aparece la palabra PAZ en más de treinta lenguas, para terminar en la nuestra: BAKEA. “No se trata –dijo Azkarraga- de una mirada nostálgica, ni de un catálogo de fracasos, sino de un testimonio de continuidad, de un testigo constante que se ha ido transmitiendo de generación en generación hasta el momento presente”, de la “constatación y el reconocimiento de que el edificio de la paz sólo puede alcanzar más altura, construyendo sobre lo que otros antes han erigido, a veces con sangre, sudor y lágrimas”.

Además del spot, habrá otra imagen gráfica, que se insertará en prensa y se expondrá en carteles, donde las imágenes que aparecían en el anuncio televisivo se sustituyen por una serie de iconos universales, referentes de la paz en todo el mundo y vinculados entre sí por el deseo de simbolizar la lucha por el logro de la paz y en defensa de los derechos humanos.

La iniciativa arranca mañana, 30 de noviembre, y concluirá el próximo 10 de diciembre, Día internacional de los Derechos Humanos, día en que, según anunció el propio consejero, se dará lectura a una declaración institucional del Gobierno Vasco.

Azkarraga aprovechó la comparecencia ante los medios para dar a conocer públicamente el nombre de la persona distinguida este año con el premio René Cassin, instaurado por el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social el pasado año, con el objetivo de reconocer la trayectoria de una persona o colectivo en la defensa de los Derechos Humanos. Si en esa primera edición el galardón se concedió a la asociación de defensa de los derechos de las prostitutas Hetaira, en la edición de este año ha recaído en Koro Erdozia destacada militante antirracista y defensora de los derechos de los inmigrantes, recientemente fallecida. Erdozia desarrolló su actividad desde SOS Racismo de Gipuzkoa. La entrega de esta distinción tendrá lugar el próximo día 14 de diciembre.

Fuente: Joseba Azkarraga