La consejera de Educación cree que «hay que adaptar su educación atendiendo a las necesidades de estos niños y niñas»

El Departamento de Educación del Gobierno Vasco destinará durante este curso escolar 4,858 millones de euros a ayudar y reforzar la educación del alumnado inmigrante, según informó ayer el ejecutivo autónomo.

La consejera, Anjeles Iztueta, declaró sobre esta política de ayuda que la educación debe apostar por la pluralidad, lo cual «también es apostar por una política de acogida a la inmigración que incorpore el euskera y la cultura vasca en la vida de las personas inmigrantes».

Educación ha establecido un plan de actuación para atender a este alumnado. Así, ha destinado 3,54 millones de euros a costear al profesorado de refuerzo de los centros públicos. Concretamente, se han asignado setenta y cinco profesores para reforzar el trabajo del alumnado inmigrante, repartidos en ciento diecisiete centros educativos que cuentan con una presencia significativa de estos alumnos. En algunos casos son profesores asignados a un centro y en otros son compartidos por varios centros.

En la red privada concertada, la cuantía de las ayudas es de 1,318 millones de euros.

La consejera ha reiterado que la atención al alumnado inmigrante «al que acogemos con los brazos abiertos», es un tema «de pura justicia y solidaridad, pero también un reto para el presente y el futuro vasco».

La educación en Euskadi, agregó Iztueta, «quiere ser un modelo de diálogo intercultural, un modelo de integración, acogida y solidaridad».

Iztueta ha apostado por impulsar la pluralidad, y agrega que «no hay respeto a la pluralidad sin el respeto hacia lo propio. Debemos reforzar los elementos de nuestra identidad: el euskera, nuestra historia, nuestras costumbres».

«Nuestro reto es combinar nuestra identidad vasca con otras identidades y compartir en libertad y respeto a la realidad comunitaria plural de Europa con sus muchos pueblos y realidades culturales. El euskera conviviendo con otras lenguas en pie de igualdad».

La consejera concluyó apostando por una política para la inmigración «que se base en el respeto a la cultura de origen y en principios de inclusión y solidaridad. Por una sociedad multicultural cuya base común sea el respeto a la democracia y a los derechos humanos».

Anjeles Iztueta agregó que «el reconocimiento y respeto a la diversidad en los centros de enseñanza resulta fundamental para conseguir sociedades equilibradas, justas y de futuro».

Fuente: Anjeles Iztueta