Gracias, señor presidente.

Señor presidente del Gobierno, señorías, hemos presentado tres propuestas que mucho me temo no van a concitar el apoyo en esta Cámara, pero que en todo caso creemos que son muy claras y concretas. Por cierto, señor presidente, creo que ya es hora de que vayamos armonizando el tema de las propuestas de resolución, porque mientras hay grupos que intentamos hacer propuestas concretas y realmente sucintas, hay otros grupos que presentan propuestas racimos —como las bombas racimos—, y no parece muy lógica esta desproporción. ver si nos aclaramos.

Dicho lo anterior, diré cuáles son las tres cuestiones.

Una es la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. No estoy pidiendo más que lo que dijo el ministro de Justicia en su primera comparecencia en esta Cámara, en esta legislatura, a saber, la necesidad de modificar la centenaria Ley de Enjuiciamiento Criminal por múltiples y variadas cuestiones. Es un compromiso del Gobierno. Es una ley que requiere la reflexión, el rigor y el debate suficientes como para hacerlo, como mínimo, en no menos de un año. Señorías, yo les estoy pidiendo que presenten el proyecto de ley antes del final de este año. Si ustedes votan que no a esta resolución, eso significaría que están dispuestos a no cumplir su palabra y a no presentar el proyecto de ley de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. No hago más que repetir lo que dijo el ministro de Justicia en su primera comparecencia en esta Cámara. ¿Y por qué nos hemos referido a unos artículos concretos? Porque son los que más afectan a los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos.

La segunda propuesta concreta se refiere al cumplimiento del Estatuto de Gernika. Saben ustedes que a nosotros nos gustaría tener un nuevo marco jurídicopolítico, pero mientras no lo tengamos tenemos que cumplir la ley de lo que hay, y la ley de lo que hay significa 37 competencias pendientes de transferir aprobadas incluso por el Partido Socialista de Euskadi en 1993 y 1995 en el Parlamento vasco, así como el índice de prioridades también aprobado y el nivel de importancia, que darían más o menos lugar a que el autogobierno vasco se ampliara en un 40 por ciento más de lo que tiene en este momento y que por ley le corresponde. Hablamos de temas que son fundamentales para los ciudadanos en su día a día, y se ha demostrado que el autogobierno vasco de 27 años ha sido bueno para ellos en empleo, ámbito laboral, I+D+i, formación, políticas activas, políticas pasivas o centros penitenciarios, que también son muy importantes.

La tercera resolución que hemos presentado, que para nosotros es un clásico de plena actualidad no solamente dentro de la península Ibérica sino también en otros lugares de la comunidad internacional, se refiere al respeto al derecho de autodeterminación. Aquí quiero argumentar dos cosas, lo que nosotros defendemos y la negación de ese derecho que, por corrección de errores, sorprendentemente, ha presentado el Partido Popular, no como propuesta sino como corrección de errores —debe de ser algo muy importante para que les parezca un error—. En todo caso quiero puntualizar dos aspectos. El primero es que es un derecho de plena actualidad, y la comunidad internacional nos lo está diciendo constantemente. Se están resolviendo conflictos
absolutamente claves en el ámbito interno o en lo relativo a las fronteras de Europa, que esperemos que pudieran ser también las de la Unión Europea, a través de este principio del derecho a decidir. Puedo hablar de Montenegro como de otros ejemplos, cada uno con su naturaleza diversa. Por tanto, la práctica está dejando anulada la tesis de que es un derecho que solo se aplica a los conflictos de carácter colonial. El segundo aspecto es que es inadmisible —y ya entro a fijar posición sobre la propuesta del Partido Popular— que algunos sigan pretendiendo relacionar el derecho de autodeterminación con la violencia. Señorías, esta diputada, la fuerza que la respalda y muchísima gente llevamos tiempo defendiendo el derecho de autodeterminación y somos absolutamente contrarios a cualquier atisbo de violencia, por razones humanas, éticas y políticas. No admitimos que se pretenda ligar un derecho como este con la violencia. Señorías, aquí hay dos cosas importantes: el proceso de paz tiene que seguir su curso para que pueda confluir en que todas las personas, todos los representantes de los ciudadanos, hablemos y utilicemos solo la política. En este sentido, nosotros —lo sabe el presidente del Gobierno y SS.SS.—podemos discrepar en muchas cosas y seguro que discreparemos cuando nos sentemos a la mesa a negociar de estos temas, pero debemos intentar dialogar —es lo que Eusko Alkartasuna viene haciendo siempre, y el Partido Popular tendría que hacer mucho ejercicio de reflexión para no hacer lo que está haciendo por interés partidista— y por muchas diferencias que tengamos en política o incluso posiciones antagónicas no podemos desaprovechar la oportunidad que tenemos. En la mesa nosotros seguiremos defendiendo, como siempre, el derecho de autodeterminación, pero vamos a trabajar con quienes —nosotros desde siempre— hagan posible que por fin de una vez por todas el proceso de paz sea un éxito y estemos todos en la mesa. Entonces hablaremos de política y seguiremos defendiendo el derecho de autodeterminación, porque solo es política, no tiene nada que ver con la violencia.

Muchas gracias, señor presidente.

Fuente: Begoña Lasagabaster