La actitud del Gobierno de UPN en relación con su pretensión de imponer a las Entidades Locales la exclusión de la ikurriña, supone un nuevo ataque, no solo a la autonomía municipal sino también a los principios democráticos de respeto a las ideas y símbolos que son asumidos por una parte muy importante de los navarros y en muchas localidades por la inmensa mayoría de sus vecinos.

Nuevamente se pretende imponer una posición partidista, sectaria e irrespetuosa con los sentimientos de muchos miles de navarros.

Hace unos años, fue el Delegado del Gobierno Central el que pretendió la exclusión de la ikurriña en los Ayuntamientos de Navarra utilizando las denuncias judiciales en base a la Ley de Banderas del Estado, siendo rechazadas todas sus denuncias por los Tribunales. Es ahora el Gobierno de Navarra el que continua esa labor buscando, además de la crispación, el enfrentamiento con otros partidos y con quienes consecuentemente con lo aprobado en una consulta popular, mantienen la presencia de la ikurriña en sus ayuntamientos por decisión mayoritaria de sus vecinos.

Otra vez se pone en evidencia que para UPN todo puede ser aprovechable políticamente, y en este tema, siguen la política en Navarra que ya intentó imponer a todos los vascos el fundador del PP, Manuel Fraga, cuando manifestó públicamente que ´para legalizar la ikurriña, tendrían que pasar por encima de su cadáver´.

Tratar de hacer incompatible la bandera de Navarra con la ikurriña, es, además de un despropósito, una forma de pretender negar a los navarros, que por serlo nos sentimos vascos, su derecho a expresarse con un símbolo reconocido en todo el mundo como seña de identidad del pueblo vasco.

Fuente: Eusko Alkartasuna