Participa en la universidad de verano de la RPS, asociación de naciones sin Estado del territorio francés, que este año celebra su décimo aniversario La consejera del Gobierno Vasco y miembro de Eusko Alkartasuna, Esther Larrañaga, ofrecerá mañana martes a las 10,15 de la mañana en Brignogan, Bretaña, una conferencia sobre el nuevo Estatuto Político para Euskadi, dentro del ciclo de charlas organizado por la universidad de verano de la RPS, asociación de naciones sin Estado del territorio francés, con motivo de su décimo aniversario.

El ciclo ha sido financiado por la Alianza Libre Europea (ALE), grupo parlamentario que acoge a los representantes de las naciones sin Estado de Europa, del que Eusko Alkartasuna fue fundador y que hoy es, por orden de representación, el cuarto más importante en el Parlamento Europeo. Por la tarde los participantes en esta iniciativa recibirán una bienvenida oficial por parte de las autoridades de la localidad de Brest, gobernada por el Partido Socialista francés.

DEFENSA DE LA SOLIDARIDAD ENTRE PUEBLOS EUROPEOS

Como miembro de la ALE, la representante de Eusko Alkartasuna defenderá la solidaridad entre los pueblos europeos y la riqueza que supone la participación de esa diversidad de naciones en el proceso de construcción europea. “Para ello – explica Larrañaga – se requiere el reconocimiento de su propia conciencia política y su derecho a materializarse sin injerencias ajenas, a través del ejercicio del derecho de autodeterminación”, afirma.

Esther Larrañaga resalta el valor e importancia del Estatuto de Gernika “como solución posible y necesaria en el momento en que se negoció y aprobó y una herramienta utilísima para el desarrollo social, político y económico del país en las últimas décadas”, pero recuerda que el marco jurídico – político que esta ley orgánica estableció en su momento “actualmente está agotado por una serie de causas diversas, fundamentalmente el fraude en su cumplimiento por parte de los sucesivos gobiernos centrales de PP y PSOE, y es el momento de reformarlo, después de casi 30 años de vigencia, en los que su desarrollo se ha visto mermado por la falta de voluntad del Estado español, el abuso de leyes básicas, las interpretaciones del Tribunal Constitucional y la no transferencia de competencias fundamentales”, concluye.

Fuente: Esther Larrañaga