Esta semana hemos oído que EH Bildu ha adelantado que apoyará los Presupuestos Generales de España, siempre y cuando las cosas no se compliquen o malogren.
Estas declaraciones han causado un gran revuelo entre quienes siempre se han autoproclamado como los únicos interlocutores vascos en Madrid; también, evidentemente, entre la derecha y la ultraderecha que, desgraciadamente, han resucitado el fantasma de ETA.
No es difícil saber cuál es el miedo a la acción política del independentismo de izquierdas vasco en Madrid y tiene que ver con la potencialidad del momento para realizar cambios de calado en el Estado. En estos momentos existe una combinación interesante de factores: los movimientos independentistas y de izquierdas -lo segundo es tan importante como lo primero- de Euskal Herria y Catalunya; el Gobierno más progresista que ha tenido el Estado, lo cual todavía está por ver qué quiere decir; y una serie de factores como la caída en picado de la imagen de la Monarquía o la conciencia social que ha puesto en valor el sistema público durante la crisis sanitaria. No diremos que estamos ante una tormenta perfecta para la consecución de las repúblicas, pero existe una ventana de oportunidades que sería muy irresponsable dejar pasar.
Esto explica la oposición de sectores muy diferentes de la política del Estado, desde el PNV, a los barones del PSOE y, por supuesto, lo más evidente, la derecha y ultraderecha española. Todos ellos ven peligrar eso que se ha llamado el régimen del 78, en el que está la Constitución pero también el Estatuto de Gernika, tal y como (no) se ha desarrollado y se ha pisoteado, no con las potencialidades de su origen.
Por eso, el cabreo del PNV al ver a EH Bildu hacer política en Madrid en colaboración con los sectores más progresistas del Estado no desmerece al de Pablo Casado.
Eusko Alkartasuna siempre ha estado (y estará) en los acuerdos, escenarios o decisiones más importantes a favor de Euskal Herria, entre otras cosas porque para eso nacimos, con la intención de conseguir una Euskal Herria más justa y mejor. Para ello también hemos estado (y estamos) durante años en las Cortes Generales de Madrid, participando en todas las medidas y decisiones que mejoran los derechos de la ciudadanía vasca y su calidad de vida.
Ahora seguiremos haciendo lo mismo, en ello estamos. Euskal Herria Bildu está en la centralidad, somos de fiar, sabemos hacer política y la hacemos, por lo tanto, tenemos que seguir aprovechando el momento creado por los Presupuestos Generales, siempre con los pies en el suelo, pero teniendo nuestro horizonte claro.
El apoyo a los Presupuestos Generales de España no será un cheque en blanco ni un voto a ciegas para sostener al Gobierno español, pero no podemos eludir la realidad: El Partido Popular y Vox son una alternativa que no hay que perder de vista y supondría un desastre en lo social, en lo económico y en lo nacional y, lamentablemente, cuentan tienen el apoyo, suponemos que no intencionado, de los sectores más recalcitrantes del PSOE. No podemos dejarles el camino libre.
Estos presupuestos deben servir para mejorar la situación social, económica y laboral de la ciudadanía vasca, poniendo a las personas en el centro y haciendo frente a las nefastas consecuencias que supone (y ha supuesto) la Covid 19. También debemos aprovechar la ocasión para profundizar en el derecho de decisión de Euskal Herria y dar pasos firmes en la resolución del conflicto en un contexto de democratización del Estado español. Lo repetimos, no diremos que estamos cerca, pero nunca hemos estado menos lejos.
Es el momento de jugar el partido, estamos preparados, ¡vamos!
Edriga Aranburu Agirre
Responsable de Derecho y Coordinación Institucional de Eusko Alkartasuna
13 de noviembre de 2020