Begoña Errazti. Presidenta de EA
Begoña Errazti destaca que el PSOE, una vez arribado a La Moncloa, tiene que dar marcha atrás en la involución democrática en la que ha participado junto al PP si quiere tener credibilidad. Junto a ello, recalca la voluntad de su partido de seguir impulsando la reforma estatutaria en el Parlamento de Gasteiz, ya que considera que este proceso puede servir para lograr avances hacia el soberanismo.

Begoña Errazti se muestra escéptica ante los cambios que pueda generar al acceso del PSOE al Gobierno español, y considera que «tienen mucho trabajo en demostrar que han cambiado».

Tras las elecciones españolas se habla mucho de que viene una época de cambios. ¿Ve factores objetivos para ello?

Las elecciones teóricamente sí producen un cambio. El primero es que desalojan al PP del poder, y el siguiente que no hay mayoría absoluta, con lo que el escenario político es muy diferente. Es evidente que el PSOE tiene que demostrar que quiere hacer las cosas de otra manera. Tenemos que recordar que el PSOE ha estado integrado plenamente en la estrategia del PP y, teniendo en cuenta que el retroceso de libertades ha sido un hecho clarísimo, el PSOE tiene que demostrar, no sólo en las formas sino también en el fondo, que estamos ante un nuevo modelo político de llevar el Estado adelante. Tienen trabajo. El PSOE y el PP son los hacedores de la reforma del Código Penal y de la Ley de Partidos. Todo empezó con el Pacto Antiterrorista. Todavía hay muchas incógnitas. Prefiero suponer que el PSOE se enfrente de otra manera, desde luego mucho más respetuosa que el PP.

En este escenario, se ha barajado la posibilidad de un acuerdo entre PNV y PSOE. ¿Cómo lo ve?

Yo no represento al PNV. Esto es algo que el tiempo irá demostrando, pero hay que definir la situación. Para EA, el PSOE tiene que hacer una serie de cambios grandes, volviendo atrás en la vulneración sistemática de derechos. A la vez, en una parte de nuestro país, en la CAV, se ha generado un debate en torno a la propuesta del Gobierno Vasco, que tiene la virtualidad de permitirnos un avance soberanista. Teóricamente, en ese esquema están los tres partidos del gobierno de coalición. También el PNV. Nuestro compromiso es seguir avanzando hacia una nueva forma de relacionarse con el Estado. Ante eso, sería de esperar que el PSOE aceptara que hay algo legítimo encima de la mesa. Pese a ello, en el debate de las enmiendas a la totalidad vimos que el PSOE tuvo el mismo discurso que hasta ahora. Son pistas que no hacen pensar que el PSOE vaya a aceptar lo que vaya a salir de ese debate. Nosotros lo aceptaremos, aunque salga algo que no nos guste. Teniendo ese esfuerzo, sería una contradicción que se dieran otro tipo de alianzas. En EA tenemos claro que nuestra prioridad es desarrollar ese debate. No queremos aceptar que aquí las cosas no cambien y que no haya derechos democráticos.

En ese debate, el PSE hablaba de que el tripartito tendría que optar entre buscar su apoyo o el de la izquierda abertzale. ¿Existe el riesgo de descafeinar la propuesta en busca del apoyo del PSE?

Pueden pasar muchas cosas. Lo que hay encima de la mesa es una propuesta democrática y legítima de un Gobierno y que se plantea en el sitio en el que están los representantes de la ciudadanía. Por lo tanto, se tiene que debatir. Y eso lo tiene que aceptar el PSE, EA y todo el mundo. El PSE intentará entrar de otra manera en la escena política vasca. Hasta ahora, ha estado en el frentismo español, con el PP. Hay que dejar pasar el tiempo.

¿No ve, por tanto, riesgo de que el PNV opte por pactar con el PSOE prescindiendo de EA?

Será responsabilidad del PNV. Depende de lo que deje en la gatera. En EA tenemos muy claro cuál es nuestro papel en este proceso. Desde la actividad institucional, intentamos llevar nuestros presupuestos ideológicos socialdemócratas a nuestra actividad diaria. Para nosotros, los avances soberanistas son importantes. Por eso, pusimos como condición sine qua non en el acuerdo con el PNV en 2001 que constara el derecho de autodeterminación. Otros sabrán lo que hacen.

Tras las elecciones, usted destacó que EA se había convertido en el referente de la izquierda nacional. Aralar ha propuesto esta semana una lista conjunta para las europeas. ¿Ve posible la creación de un bloque abertzale a la izquierda del PNV?

EA tiene su política de alianzas muy marcada desde hace tiempo. Para el Parlamento Europeo, por ejemplo, nuestro socio es ERC, como hasta ahora. En esto no hay novedades.

Tras los atentados de Al Qaeda en Madrid, ¿ha percibido algún cambio de posición en la izquierda abertzale?

La masacre de Madrid puso las cosas en su sitio y demostró cómo la violencia se utiliza para criminalizar al pueblo vasco. Además, fue tan llamativo y tan apabullante que quedó claro la utilización política de la violencia. El PP ha ocultado datos, mandó órdenes a los embajadores aun sabiendo la verdad y en Europa todos los países estaban enfadados. Había que mirar hacia la guerra de Irak. El mismo jueves dije que había dos posibilidades. Pese a ello, personas muy cualificadas del nacionalismo vasco enseguida entraron en esa vorágine horrorosa de criminalización de nuestro pueblo por la existencia de ETA. Como bien sabe usted, nosotros no le concedemos a ETA ninguna legitimidad de representación del pueblo vasco. Era un escenario curioso el que se dio. Si el PP hubiera conseguido la mayoría absoluta, no sé si estaríamos hablando aquí y ahora. Por su parte, el hecho de que el señor Otegi salga en representación de Batasuna a rechazar el atentado permite decir que, si la violencia es mala por ser de Al Qaeda, también es inaceptable si es ejercida en el nombre de ETA. Por lo tanto, creo que ahí el señor Otegi y su partido tienen una reflexión muy importante por delante. Supongo que la empezarán a tener hecha. No se puede decir esto no y lo otro sí. Creo que es lo que puede tener de interesante en cuanto a los próximos desarrollos políticos que se puedan dar en nuestro país. Era su obligación rechazar la violencia.

ERC ha planteado claramente a José Luis Rodríguez Zapatero que para que apoye su investidura tiene que corregir la involución de derechos. ¿Está EA en la misma onda?

Lo hemos dicho siempre. El PSOE no tiene que cambiar sólo las formas, sino también el fondo. Tiene que devolver las libertades vulneradas. Y es una lista larga.

En esa lista, uno de los elementos más destacados es la Ley de Partidos. ¿Ve posible que, a corto plazo, se produzca una especie de relegalización de Batasuna?

Sinceramente, no lo veo posible. Ahora, si el PSOE está dispuesto realmente a profundizar en la democracia, sería estupendo.

¿Por qué no lo ve factible?

Pues porque el PSOE fue un impulsor entusiasta de la Ley de Partidos. No hay más que recordar lo que decía en aquel momento. De todos modos, es cierto que en política nunca se sabe. En su día dije que no podíamos estar de acuerdo con una ley que vulnera principios básicos de libertad de expresión y de asociación. Además, se trata de una ley que fue hecha ex profeso y ad hoc. Ni siquiera fue normal en la manera de elaborarla. Pero de éstas podemos encontrar varias. Que el Código Penal haya tenido cuatro modificaciones en un año es tremendo, y que la última, para impedir celebrar referendos, se haya aprobado mediante una ley de arbitraje es algo que no pasa en ningún lado. Es absolutamente inadmisible. El PSOE tiene que modificar sustancialmente sus posiciones. En esto también creo que hay que esperar a ver qué hacen. Pero, en todo caso, la exigencia de EA en este aspecto es evidente.

¿Qué ha sido lo que más le ha sorprendido de todo lo que aconteció tras los atentados del 11-M?

Desde primera hora de la mañana quedó en evidencia que se iba a utilizar esa masacre contra el pueblo vasco. Es que lo decían abiertamente los ministros y Aznar. Sabían que no había sido ETA pero insistían. Fue una aberración, pero se vio muy claro por si alguien tenía dudas. Lo lamentable es que se siga utilizando a muertos, mutilados y heridos para tratar de llegar al domingo y conseguir la mayoría absoluta. Es una aberración que no tiene ninguna justificación. -

Errazti presume de la alianza que EA mantiene con ERC y explica parte de su ascenso en la reacción a los ataques recibidos por Carod-Rovira.

«El ascenso de ERC responde, en parte, a la demonización de Carod»

¿Cómo valora el espectacular ascenso de ERC después de la demonización de su líder, del que se ha llegado a decir que había sido asesinado políticamente por ETA?

Precisamente, por eso, aunque hay que tener en cuenta que ERC es una fuerza en ascenso durante los últimos años. Se va notando el esfuerzo que están haciendo. Hay que tener en cuenta que las condiciones políticas en Catalunya y las nuestras no son las mismas. Nuestra sociedad está tan condicionada por la propia existencia de ETA que es difícil hablar de normalidad política. Ha habido un rechazo a la demonización llevada a cabo por el PP. En Euskadi sufrimos diariamente el acoso y la criminalización, pero en Catalunya era distinto. No podemos olvidar que coincide con un nuevo gobierno ideológico en la Generalitat, en el que ERC es el partido hacedor del Gobierno. No es sólo porque Carod se haya reunido con ETA, sino que hay un intento de eliminar un Gobierno que, por primera vez, empieza a hablar de pluralidad nacional.

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Fuente: Begoña Errazti