Begoña Errazti Esnal, Presidenta de Eusko Alkartasuna

El pasado 19 de octubre el Gobierno español mostró claramente su política respecto al conflicto del Sahara al no defender expresamente en la ONU la celebración de un referéndum de autodeterminación, alineándose con Marruecos y Francia. Se entendían así las palabras del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que el pasado 11 de julio subrayaba que «celebrar un referéndum en el Sahara provocaría una grave crisis generalizada en el Norte de África».

Posición del ministro del PSOE que única y estrictamente puede entenderse desde la connivencia con el Gobierno de Marruecos con el que hace frente común.

Debemos recordar al Sr. Rodríguez Zapatero y al Sr. Moratinos que con su actitud incumplen las resoluciones de Naciones Unidas. Si ya es grave a estas alturas cuestionar la vía del referéndum para la resolución del conflicto, mucho más es poner en cuestión el derecho inalienable, y reconocido por la ONU en la resolución 3458, del pueblo saharaui a decidir su futuro. De esta manera, el Gobierno del PSOE incumple flagrantemente la legalidad internacional.

Ya el 16 de octubre de 1975, el Tribunal de la Haya decretó que ni Marruecos ni Mauritania tenían derecho alguno sobre el territorio, y que no había ningún motivo para oponerse a la autodeterminación del pueblo saharaui.

Un conflicto que se prolonga desde que España abandonara el Sahara Occidental sin la adecuada descolonización y lo entregara a Mauritania y Marruecos tras un acuerdo sin legalidad alguna. La posterior retirada de Mauritania por su debilidad en la guerra contra los saharauis tuvo como consecuencia la ocupación de Sahara Occidental por parte de Marruecos, así como su legítima defensa por parte de los saharauis englobados en el Frente Polisario.

En la actualidad, al pueblo saharaui se le están negando sus derechos individuales y colectivos, obligándole a vivir exiliado en unas condiciones extremas en el desierto argelino, en los campamentos de refugiados de Tinduf y en el Sahara Occidental ocupado por Marruecos, la situación es gravísima, con cientos de personas detenidas y desaparecidas, por no hablar de las malas condiciones de vida impuestas a los saharauis.

Los sucesivos gobiernos españoles han hecho caso omiso a su obligación descolonizadora, aún cuando prometieron lo contrario a los saharauis.

El Sr. Felipe González es un ejemplo sangrante de ello ya que incumplió sus promesas de principios de los ochenta de apoyar los derechos del pueblo saharaui y parece ser que la historia se repite: el Sr Rodríguez Zapatero se alinea con Marruecos en las votaciones de la ONU.

Muchos son los saharauis que recuerdan con lágrimas en los ojos las promesas y consiguiente traición del presidente González. Promesas grabadas en una intervención de ese líder socialista allá en los campamentos. Promesas que hoy sabemos incumplidas.

Asimismo, el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha desoído el mandato del Parlamento español que el pasado 13 de julio aprobó con el apoyo de todos los grupos parlamentarios una proposición no de ley respecto al Sahara Occidental en el que se instaba al Gobierno socialista a que ‘‘promueva todas las iniciativas políticas que contribuyan a conseguir un acuerdo consensuado entre las partes, que respete la legalidad internacional y el legítimo derecho del pueblo saharaui a la libre determinación de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas’’.

El PSOE deberá explicar ante la opinión pública las razones por las que renuncia a defender el derecho saharaui a decidir su destino, así como su alineamiento con Marruecos, un Estado colonialista y feudal, muy lejano de lo que es un Estado democrático que vulnera sistemáticamente los derechos humanos y libertades básicas.

Es evidente que Marruecos, con EE.UU. y Francia como aliados, no puede consentir la celebración de un referéndum pues esta genuina expresión de la democracia demostrará que el pueblo saharaui desea desarrollar libremente su nación en la RASD.

París y Washington desean un Sahara marroquí para hacer valer ciertas concesiones petrolíferas e intereses geopolíticos. La ocupación y la falta de libertad de un pueblo por puros intereses mercantilistas. ¿El Gobierno del PSOE va a colaborar tan claramente contra los derechos de las personas y del pueblo saharaui?

Supongo que todo esto será difícil de aceptar por los miles de militantes y simpatizantes del PSOE que día a día se solidarizan con el pueblo saharaui: en las vacaciones escolares, en ayuntamientos y ONG. También esperan su respuesta y seguro que no quieren oír hablar de una nueva traición y abandono.

Dejémonos de eufemismos. Se debe cumplir con la legalidad internacional. Se trata simple y llanamente de permitir el inalienable ejercicio del derecho de autodeterminación de un pueblo, algo que ni Gobiernos ni Organismos Internacionales pueden ni deben obstaculizar. Ya está bien. El pueblo saharaui lleva sufriendo demasiados años y no nos podemos permitir ningún grado de permisividad en nuestra exigencia de una solución definitiva y respetuosa con sus derechos.

Quedan pocos días para que la ONU ponga sobre la mesa el futuro del Sahara. El día 31 termina una vez más la misión de la MINURSO. Desde aquí hago un llamamiento al gobierno español para que apoye definitivamente una ampliación de su mandato y adopte una postura firme en pro del reconocimiento del derecho de autodeterminación del Sahara y la celebración del referéndum. Otra actitud no sería entendida.

Begoña Errazti Esnal es presidenta de Eusko Alkartasuna

Fuente: Begoña Errazti