La Ejecutiva Regional de Eusko Alkartasuna en Navarra considera “una imposición antidemocrática y una provocación” la pretensión de UPN de impedir la utilización de la ikurriña en los ayuntamientos navarros. A juicio de EA de Navarra, el proyecto de ley de UPN para modificar la actual ley de símbolos y castigar económicamente a aquellas entidades locales que icen la enseña vasca “es un ejemplo más de la falta de sentido democrático de UPN y de su nulo respeto al pluralismo político, ideológico e identitario de esta Comunidad”.

“La decisión de algunos ayuntamientos navarros de lucir la ikurriña en sus dependencias y balcones es perfectamente libre y democrática, porque la han adoptado los representantes de los ciudadanes de tales localidades, cuando no los propios habitantes mediante referendum, como es el caso de Atarrabia – Villava”, recuerda el portavoz de la Ejecutiva Regional de EA, Fermin Ciaurriz.

“La pretensión del actual Gobierno de Navarra de retirar la subvención a estas entidades locales y penar con ello esa decisión es una medida absolutamente antidemocrática, que dice mucho del talante del partido que sustenta el Ejecutivo Foral al que, sin embargo, no molestan otros símbolos que sí afectan a los pilares democráticos”, apunta.

Ciaurriz recuerda que la ikurriña “no es un símbolo cualquiera, sino que representa y refleja los sentimientos de pertenencia e identidad de miles de ciudadanos navarros y contribuyentes en Navarra, y como tal, debe ser respetado, en tanto que expresión de la pluralidad de esta Comunidad, en el contexto de respeto y libertad que corresponde en democracia”, señala.

El portavoz de EA recuerda que el proyecto “es una antigua aspiración de la derecha navarra y española, baste recordar la frase de Manuel Fraga, siendo ministro del Interior, de que ‘tendrían que pasar por encima de su cadáver antes de legalizar la ikurriña’”.

Recalca el hecho de que la propuesta se tramite en un momento en que UPN no tiene éxitos económicos ni políticos que vender a la ciudadanía, “por lo que está echando mano, para hacer campaña, de un falso navarrismo excluyente y desintegrador, generando nuevos problemas en vez de solucionar los existentes”, indica.

“Los navarros tienen plena legitimidad para ser y sentirse como ellos elijan libremente, y ningún gobierno ni partido político puede condicionar, castigar o penar esta libertad”, concluye.

Fuente: Fermin Ciaurriz