Últimamente estamos viendo cómo toda iniciativa que surge del Parlamento de Gasteiz, de los partidos nacionalistas vascos, y en general, toda referencia a la situación de Euskadi obtiene una contestación desmesurada en los medios de comunicación. Todo hecho y actuación relacionado con Euskadi que sale a la luz pública, ya sea una pastoral de los obispos vascos, una resolución judicial que no guste en Madrid, o cualquier declaración discrepante con la estrategia del PP, es sistemáticamente vilipendiado con todos los medios del poder central, sin que quienes critican se hayan molestado siquiera en leer y estudiar su alcance y contenido real. Y es en este contexto en el que se enmarcan las declaraciones desproporcionadas y acusaciones injustificadas que algunos políticos de nuestra Comunidad han vertido contra el acuerdo adoptado hace una semana por el Parlamento de Gasteiz, así como la declaración institucional y las actuaciones anunciadas por el Gobierno de Navarra.

Ante tales hechos, Eusko Alkartasuna de Navarra quiere hacer público lo siguiente:

1º El acuerdo adoptado por el Parlamento de Vitoria es un acuerdo político legítimo e irreprochablemente democrático. Es un acuerdo aprobado por una mayoría parlamentaria elegida democráticamente hace poco más de un año, y no quiebra, ni muchísimo menos, la legalidad vigente.

2º Las menciones a Navarra que hace el texto son absolutamente respetuosas con la legalidad, y no suponen ningún ataque a nuestra capacidad de autogobierno ni a la capacidad que deberíamos tener los navarros para decidir libremente nuestro futuro. Hay que recordar que la propia Constitución establece un procedimiento para que los navarros podamos decidir una articulación política común con el resto de los vascos; el Amejoramiento también reconoce expresamente la posibilidad de Navarra de establecer relaciones específicas con la Comunidad Autónoma Vasca, y el Estatuto de Gernika, que también es una Ley Orgánica, establece expresamente el derecho de Navarra a incorporarse voluntariamente a un marco común con el resto de los territorios forales.

3º El sentimiento de pertenencia al pueblo vasco es una realidad indiscutible en Navarra, que es sentida por muchos ciudadanos/as que, además de navarros, y precisamente por ello, nos sentimos vascos. Este sentimiento es un hecho que está por encima de las realidades políticas o administrativas que puedan existir en cada momento y lo importante es, o en cualquier caso debería ser, que los poderes públicos, partidos políticos e instituciones navarras establecieran los instrumentos y medios necesarios para hacer compatible este sentimiento con la realidad política concreta que nos toque vivir en cada momento. Para ello, es indispensable aceptar la pluralidad política de Navarra.

4º Ser navarro y defender la identidad de Navarra no significa que los ciudadanos de esta Comunidad debamos defender necesariamente el modelo social y el proyecto político de UPN, y ni siquiera la actual configuración política; hay múltiples formas de ser y sentirse navarro y muchas maneras de concretarlo social y políticamente.

5º Euskalherria es una realidad que está por encima de cualquier organización política o administrativa, que es reconocida histórica e internacionalmente – basta leer cualquier enciclopedia de reconocido prestigio – y que nadie puede obviar cuando se habla del pueblo vasco y de su identidad, absolutamente compatible con la pertenencia a cualquiera de los territorios históricos en los que se asienta. La aspiración de los ciudadanos y ciudadanas de Euskalherria a configurar una realidad política común es perfectamente legítima y democrática, y su defensa como proyecto político es un derecho que nadie que respete la pluralidad puede tratar de negar.

6º El reconocimiento de los derechos que como vascos nos corresponden también a los navarros no supone ninguna limitación a la libertad que debemos tener para decidir nuestro futuro, sino todo lo contrario. Los únicos que limitan esta libertad son quienes establecen cortapisas a la libre decisión de los navarros como, por ejemplo, las prohibiciones establecidas por la Constitución a la confederación entre comunidades autónomas o el sometimiento a la autorización del Senado de los acuerdos de cooperación con otras comunidades, o los que se niegan y nos impiden ejercitar derechos históricos que corresponden a Navarra, como por ejemplo, el desarrollo integral de la Policía Foral.

7º La declaración institucional del Gobierno de Navarra trata de impedir que se hable de estos temas, al pretender que ni siquiera se puedan reiterar derechos reconocidos en la legislación vigente. Intentan confundir a la ciudadanía con el fin de encubrir sus intereses partidistas, y vuelven a poner en evidencia que no aceptan las disposiciones legales que posibilitan la participación de Navarra en un marco político común con el resto de los vascos. En lugar de facilitar la apertura de un debate sobre estas realidades, UPN sigue limitándose a crispar a la sociedad navarra mediante la manipulación, para seguir sacando partido en beneficio de su propia ideología.

Negar la realidad de que muchos navarros y navarras por serlo nos sentimos vascos es azuzar los sentimientos y crear una tensión que no beneficia a la integración de la pluralidad de identidades que existen en nuestra Comunidad. Cualquier rechazo social o crítica a la gestión o a los proyectos de UPN es traducido inmediatamente e interesadamente por este partido en un ataque a Navarra, dinámica que lleva a cabo en todas las instituciones que dirige, al igual que hace el PP en el Gobierno central.

8º En Eusko Alkartasuna no vamos a claudicar en la defensa de nuestra ideología y de los principios políticos que profesamos, y no nos vamos a dejar engañar o confundir por los intereses de unos partidos que siguen empeñados en erradicar la identidad de Navarra, que históricamente y en la actualidad únicamente ha recibido los ataques y humillaciones del poder central, que UPN representa hoy en nuestra Comunidad, y que es el que ha limitado y limita la capacidad de autogobierno de Navarra y su trayectoria histórica. UPN sigue mostrando su incapacidad y falta de voluntad para aceptar el pluralismo y la libertad. Demuestra muy poca confianza en el proyecto que defiende. UPN nació para combatir la realidad vasca de Navarra y es este fin él único que explica reacciones como las de los últimos días. Si esta actitud es consustancial a UPN, son más difíciles de entender algunas reacciones hechas públicas por otros partidos navarros que directa o indirectamente han hecho el juego a la derecha navarra y a sus intereses.

Desde Eusko Alkartasuna y desde la representación que nos conceden los electores en las diferentes instituciones de Euskalherria, vamos a seguir defendiendo nuestra identidad como vascos y nuestro derecho a que se nos reconozca la libertad para decidir nuestro futuro, que conlleva la defensa de la identidad de Navarra y de los derechos que como navarros nos corresponden. El acuerdo del Parlamento de Gasteiz reconoce expresamente la existencia en Euskalherria de ámbitos políticos y administrativos diferenciados, y el recurso a la decisión de los ciudadanos de cada uno de dichos territorios para que sean los únicos que puedan adoptar decisiones sobre su futuro. EA desde su fundación ha demostrado su firmeza democrática, su compromiso con el desarrollo del autogobierno de Navarra y su lealtad en la defensa de los intereses de todos los navarros. Y no vamos a admitir descalificaciones ni lecciones de nadie en la defensa de la identidad de Navarra y de sus derechos.
Fuente: Eusko Alkartasuna