Gorka Knörr, Secretario General de EA
En general, nosotros no concedemos mayor importancia, en el terreno de la valoración política, a los comunicados de ETA. Negamos a ETA su condición de actor político, además de reprobar absolutamente su actividad armada en contra de los Derechos Humanos, que consideramos inalienables. Por otro lado, ETA, durante los últimos años, se ha dedicado a la descalificación de todo quien no sean ellos mismos o la llamada izquierda abertzale, despreciando cada vez más un análisis político mínimamente racional y razonado. En definitiva, siempre le hemos dicho que debe dejar la actividad armada, y que se debe abrir el tiempo de la política, a través de la expresión democrática y civil. Otra cosa es que no se lean sus afirmaciones, e incluso sus silencios.

Desde esa perspectiva, llama la atención la referencia a un debate interno en ETA, de cuyas conclusiones se nos anuncia una próxima entrega. La inmensa mayoría de la ciudadanía vasca desea que esas conclusiones vayan por la vía de la decisión de abandonar las armas, o cuando menos del anuncio de una tregua indefinida.

Pronunciarse sobre algo que no se conoce es aventurado, y yo creo que lo mejor que podemos hacer es esperar a que digan lo que tengan que decir. Sin embargo, hay indicios, tanto a partir del discurso de ETA como desde el mundo político de quienes no han rechazado la violencia, que invitan a abonar la creencia de que pudiera producirse un giro en ETA. Es llamativo que hasta en el documento de Aberri Eguna descalifiquen la propuesta del Gobierno Vasco, y tres semanas después se hable de un debate interno, a renglón seguido de mostrarse partidaria a un referendum. Yo creo que las llamadas desde el mundo político abertzale y del mundo de la cultura vasca tras el cierre de Egunkaria han podido tener su eco, pues no en vano se viene repitiendo lo que tantas veces hemos dicho desde EA: ETA es la excusa de los enemigos del nacionalismo vasco para llevar a cabo su campaña. Sin ETA, qué excusas se buscarían para una Ley de Partidos, el cierre de un diario, y los ataques contra el nacionalismo? Es muy posible que ese análisis se haya trasladado cada vez más a los aledaños de ETA, y que la ilegalización de las plataformas electorales haya propiciado una posición contra la llamada lucha armada, porque el margen político del mundo de Batasunase recorta día a día.

Hay que esperar acontecimientos y opinar con cautela. En cualquier caso, la reacción del Gobierno Aznar y sus apéndices mediáticos muestra hasta qué punto incomoda un escenario político en Euskadi sin armas. La leyenda que se inventa ABC, sobre presuntos contactos con ETA, es la muestra más palpable. Del enemigo el consejo, se ha dicho siempre, y en ese sentido ETA debió dejar las armas hace mucho tiempo. Lo que ha sucedido hasta ahora es que lo que el filósofo catalán Rubert de Ventós denominaba el ´complejo de Peter Pan de ETA´, el miedo escénico a trabajar, de verdad, por las ideas independentistas, frenó en seco esa posibilidad. Pero ahora que se especula con un abandono de las armas -repito que todavía aventurado-, se ve con claridad que la posibilidad de que se abra un debate político de fondo sobre el autogobierno es lo que realmente preocupa a los poderes del Estado. Y más ahora que también se ha abierto ese debate en Cataluña.

Desde la cautela, atención. Hasta en ETA deben saber a estas alturas que su credibilidad está por los suelos, tras el fiasco de su tregua del 98, y la locura violenta que siguió a la ruptura de la misma. Hasta ahora se han analizado sus palabras y sus silencios. Ojalá que el silencio que se anuncie sea el de las armas, y que la palabra y el diálogo, de todos y para todos, se abra camino en Euskal Herria.

Fuente: Gorka Knörr