Onintza Lasa – Parlamentaria de EA y presidenta de la Comisión de Control de EITB

En las actuales sociedades modernas, los medios de comunicación han adquirido una enorme importancia. No sin razón han obligado a corregir a Montesquieu al configurar ese temible cuarto poder que tantas veces condiciona la vida democrática en los estados modernos.

Asimismo, las nuevas tecnologías han supuesto un fuerte revulsivo en la sociedad y han incidido directamente en la información transformándola en un valor de enorme importancia (tanto por su carácter divulgativo, como informativo, como por su potencial en cuanto a ente creadora de opinión).

La sociedad vasca también cuenta con su radio-televisión propia, desde que en el año 1982 se aprobara la «Ley de creación del ente de radio televisión vasca», EITB. El objetivo de la misma, según se recoge en los Principios Generales es la de «velar por la defensa de la libertad de expresión, el derecho a comunicar y recibir libremente información, de modo que los medios de comunicación puedan cumplir su cometido conforme a las exigencias de una Sociedad democrática».

Esta ley ha tenido varias modificaciones a lo largo de estos años, siempre al objeto de intentar mejorar aspectos, de forma que pudieran garantizar los principios rectores, también recogidos en la ley, como pueden ser, entre otros, el de la objetividad, la veracidad, respeto al principio de igualdad, al pluralismo político , cultural, lingüístico… Y en esta tarea, Eusko Alkartasuna ha planteado desde un principio sus propuestas y aportaciones, desde la firme convicción de que un medio de comunicación propio, es parte fundamental como garante de la defensa de nuestra identidad como pueblo, en un sentido amplio del concepto.

Ciertamente, la experiencia de estas dos décadas nos han demostrado el carácter cambiante de la sociedad, las nuevas necesidades existentes y en con- secuencia, la enorme importancia de la capacidad de adecuación a los tiempos que debemos afrontar tanto en el presente como de cara al futuro. En este sentido, se ha avanzado por conseguir un medio de comunicación propio gracias al aprendizaje que aporta la propia experiencia y la voluntad que ha presidido por parte de todas las fuerzas políticas y miembros del Consejo de Administración.

Eusko Alkartasuna propuso ya en 1992 llevar adelante un debate en sede parlamentaria sobre el modelo de nuestra radio televisión y presentó algunos de los elementos que deberían contemplarse en la configuración de EITB. Entre otros aspectos en lo tocante a la necesidad de adecuar el ente a la era de las nuevas tecnologías, propusimos la necesidad de establecer un marco estable de financiación o contrato-programa, con el fin de que el ente público tuviera medios suficientes para dar un servicio y una programación de calidad, sin verse sometido anualmente a la incertidumbre presupuestaria.

Y es que estamos convencidos de que una mayor estabilidad financiera y presupuestaria es uno de los aspectos que redundará en una mayor incentivación de la mejora de gestión económica y administrativa del ente y también contribuirá, más si cabe, a que nuestra radio-televisión tenga el carácter de «servicio público» que es precisamente, la función principal de los medios de comunicación públicos, y por tanto, de EITB, evitando su dependencia de los avatares políticos. No debemos olvidar que el derecho a una información veraz y plural es un derecho democrático esencial.

El aspecto de un marco estable de financiación, además de ser una propuesta planteada por Eusko Alkartasuna hace muchos años, ha sido objeto de debate y reflexión en el Parlamento de Gasteiz y gracias a nuestro esfuerzo se incluyó en el Plan Estratégico de EITB, apoyado de forma unánime por el Consejo de Administración del ente en el año 2000.

En febrero de 2002, el Parlamento de Gasteiz instaba a que el Gobierno Vasco articulara con carácter plurianual las relaciones entre la Administración Pública y EITB, mediante la puesta en marcha de un marco estable de financiación.

Eusko Alkartasuna observa con satisfacción que la máxima «sin prisa pero sin pausa» se lleve a cabo, más si cabe en un aspecto tan importante como es el de los medios de comunicación, siempre susceptible de mejora por su carácter cambiante y su enorme transcendencia. Se ha dado un paso a favor de un ente público que debe velar por atender a la sociedad vasca, en toda su integridad, respetando y difundiendo su cultura, su lengua y, en definitiva, su imagen de país moderno y plural. EITB debe proponerse también, con sentido autocrítico, mejorar sus rasgos de objetividad y respeto al pluralismo político de la sociedad vasca para cumplir su función de servicio público.

Nosotros, por nuestra parte, observaremos con atención el devenir de los acontecimientos y, por supuesto, seguiremos aportando nuestro esfuerzo y trabajo con la finalidad de que EITB sea un medio público de comunicación ejemplar tanto en cuanto a defensa de todos los valores democráticos como de nuestra identidad como pueblo, en un momento en el que las líneas generales de demasiados medios de comunicación, desgraciadamente, son pantallas reflectoras y amplificadoras del mensaje monopolizador del gobierno de turno. EITB deberá huir decididamente de esta calamidad que constituye uno de los mayores atentados a la igualdad de oportunidades, en definitiva, a la esencia de la democracia en las sociedades modernas y, más concretamente, en la que nos toca vivir.

Fuente: Onintza Lasa