Entrevista en la revista “El temps” Carlos Garaikoetxea, presidente del Gobierno vasco desde 1975 hasta 1985 por el PNV, fundó más tarde Eusko Alkartasuna, partido que dejó de presidir hace siete años. Se lo mira todo desde su Pamplona natal.

El tratamiento a Garaikoetxea aún es “lehendakari”, Lenda, según decía Xavier Arzallus antes que su relación se rompiera para siempre. Su despacho profesional tiene vistas en la plaza de Toros de Pamplona.

- ¿Más esperanzado que nunca, respecto al final definitivo de la violencia?
- Es el fin de un ciclo. Por muchas razones, ETA encuentra que debía entrar en este proceso. El cese de la violencia y los acuerdos ETA-Gobierno están próximos. En cambio, será muy difícil que acabe bien la mesa de partidos, el proceso llamado de “normalización política”, que veo imposible que se pueda consensuar, porque esto es el que realmente preocupa a los españoles, más que una violencia más o menos endémica.

- La ruptura de relaciones del PP con el PSOE es un hecho evidente…

- Los dos están apostando fuerte. El PP puede encontrarse con un fiasco imponente, con la política obstruccionista de un proceso de paz que es íntimamente sentido por la mayoría de la población. Hoy por hoy el PP cree que conecta con un sector importantísimo de la sociedad española, pero las cañas pueden volverse lanzas. Si a Zapatero le sale, será mortífero para el PP. Confío en la flexibilidad del PP, si las cosas salen bien.

- ¿La mesa de partidos puede ser doble, una en el País Vasco y la otra en Navarra?

- Batasuna, después de 30 años, reconoce que hay una realidad sociopolítica especial en Navarra y Iparralde, y acepta las consultas específicas en estas realidades diferentes. Con la retórica por el uso y los mensajes triunfalistas para su parroquia. Batasuna dice que todo va de acuerdo con sus estrategias y evoluciona hacia aquello que algunos hace tiempo que decimos, sobre la unidad territorial de Euskal Herria y su autodeterminación. Hace 25 años ya propuse que ETA claudicara toda pretensión de negociación en su brazo político. Las dos mesas no son un invento de ahora, ni de Anoeta, tiene más de veinte años, yo mismo lo plantee cuando era lehendakari y me costo buenas anatemas. Ahora, en Eusko Alkartasuna, también hablamos de una mesa, pero éste es un problema menor. Hay formas eclécticas, mesas conectadas entre sí, esto no será un problema.
De hecho, pienso que Zapatero y el mundo de ETA, ya han acordado una hoja de ruta, con una primera fase de negociación nombrada “técnica”, entre el Gobierno y ETA. En esa mesa, los pasos son más o menos claros y seguros.

- ¿Sencillos?

- Sí, sí. Después de tres años hablando, ellos saben las fases de un proceso de desarme, qué hace falta con los presos, las crisis que puede haber… son habas contadas. El tema de los presos tendrá obstáculos serios, sobretodo con gente que pone palos a las ruedas, pero habrá dosis de habilidad para sacar adelante el proceso. Aquello que realmente preocupa a los rectores del estado es la reivindicación democrática de la mayoría de un pueblo que dice que tiene derecho a decidir, esto es lo que preocupa y es lo que ETA aún no había visto. La violencia ha dado solidaridad para el estado español, envilecimiento de la reivindicación nacional –porque venía envuelta de terrorismo- y posibilidad de manipulación ilimitada en algunas zonas del país, como por ejemplo aquí, en Navarra.

- Es muy optimista sobre el fin de la violencia…

- Relativamente. Soy pesimista en cuanto a mis convicciones abertzales más íntimas. Sé que la mesa de partidos será la mesa de la crisis. Se reproducirá, espero que de una manera civilizada, la gran confrontación política, que tendrá resonancia internacional: se pondrá de manifiesto una voluntad mayoritaria de los vascos por el derecho a decidir y unas aspiraciones nacionales rechazadas por el poder político español que veremos qué secuencia y proyecto tienen. Aquí habrá el callejón sin salida.

- ¿Un camino sin salida?

- La mesa técnica [Gobierno-ETA] hará que PSOE y Batasuna lleguen con unas grandes expectativas a las elecciones de 2007, y esto es bueno, incluso hasta las del 2008, ya con la segunda mesa en marcha. El problema llegará después.

- ¿La mesa técnica se resolverá antes de la primavera que viene?

- Sí aún no esta resuelta, al menos permitirá mantener expectativas ilusionistas. No digo que esté todo resuelto. Nueve meses, en estos procesos, no es nada.

- Los resultados del 2007 podrían hacer que Batasuna facilitara, aunque fuera de una manera pasiva, un cambio en el Gobierno de Navarra. ¿Lo ve factible?

- Sí. Nafarroa Bai será una fuerza decisiva, y esto genera una expectativa clara de la caída de la derecha. También está claro que Batasuna se presentará, esto forma parte de la hoja de ruta. Su papel será más o menos discreto dependiendo del grado de evolución que su parroquia haya asumido a la hora de hacer política.

- El PSN-PSOE habrá de evolucionar. En temas identitarios están más cerca de UPN que no de Nafarroa Bai.

- Así como la derecha nunca podrá ser traidora porque nunca ha sido leal, he visto tanta versatilidad en los dirigentes socialistas… La esperanza de tocar poder puede motivarlos a evolucionar, y lo he de decir con mucha tristeza.

- ¿El discurso contra el “imperialismo vasco” puede salvar al PP?

- El PSN también ha sido víctima del miedo a este discurso, porque en Navarra hay un electorado permeable a este mensaje. Es una trampa escandalosa de la derecha, la cual, en su entorno, significa la sumisión absoluta del centralismo. La derecha en Navarra es tremenda, desgraciadamente es heredera del integrismo que aquí siempre ha existido.

- Cuando el secretario político autonómico del PSOE, Alfonso Perales, dice que Navarra de ninguna manera no forma parte de la negociación, ¿usted que piensa?

- ¿Podría concebirse que dijera lo contrario?

- Zapatero no dice ni sí ni no.

- Le cuesta zafarse a la pregunta, pero siempre hay quien le hace el trabajo. Bien mirado, en cambio, es una cuestión que no habrían de haber contestado. De acuerdo con las leyes, no se puede hacer nada a espaldas de los navarros, y esto incluso lo dice ahora Batasuna. El único que ha negado a los navarros el ejercicio de su voluntad, ha sido esta derecha reaccionaria. Es la única comunidad que no aprobó en referéndum su marco autonómico, el Amejoramiento… Por cierto, los representantes nacionalistas fuimos apartados de su gestión. Fue en el proceso constituyente, gracias a la disposición transitoria cuarta, cuando conseguimos que Navarra no fuera como Burgos o Santander, que fuera posible la unidad política con el pueblo vasco, que los navarros pudieran decidir.

- Usted lucho mucho porque se incluyera esta disposición.

- Fue una de las negociaciones más duras que me ha tocado vivir nunca, con [Fernando] Abril Martorell, el encargado de las negociaciones duras. Vi llorar a algún miembro de UCD: primero querían que Navarra fuera como una provincia cualquiera; después pretendían que hubiera una mayoría de tres cuartos en la consulta popular; más tarde lo rebajamos a dos tercios… Cuando aceptamos que fuera por la mayoría de los votos emitidos, dijeron que fuera una sola vez, de manera que el asunto quedó liquidado rápidamente. Acordamos que fuera en distintas legislaturas, cosa mucho más razonable. Entonces sufrí un linchamiento de los clarividentes del mundo de Batasuna, y no digamos del otro extremo… en aquel momento nació UPN, de hecho. Pero quedó expedita una vía para la expresión de la voluntad de Navarra, de las dos tendencias que siempre han existido, con sus altibajos.

- ¿Convive en comodidad EA con el PNV? ¿Quedan heridas de la escisión?

- Con el PNV, en un ejercicio de realismo político, ya hace tiempo que colaboramos en la Comunidad Autónoma. Y si en un lugar hace falta realismo político, es en Navarra: por esto convivimos en Nafarroa Bai.

En 1991 fuimos desalojados del Gobierno vaso [un tripartito de PNV, EA y Euskadiko Ezquerra] por unas mociones en los ayuntamientos regidos por EA planteamos a favor de la autodeterminación. Arzalluz, que hoy parece el estándar de la radicalidad, la independencia y la autodeterminación, según me han contado- y remarco “según me han contado”, porque yo no leo libelos-, en el libelo aquel [Así fue, Ed. Foca, 2005] que ha escrito o le han escrito… confiesa que gobernando en coalición con nosotros ya tenían el acuerdo con los socialistas, y de manera hipócrita aprovecharon las mociones que hoy parecen compartir para exigirnos, si no rectificamos, la salida del Gobierno. ¿Cómo habíamos de rectificar?

Víctor Maceda. El temps. Núm 1153. 18 de julio de 2006
Portada. Navarra “llave de la negociación”
Trad.: Mª Dolors Gascón

Fuente: Carlos Garaikoetxea