´La derecha habla de comunistas y separatistas por su pavor a perder el poder que usa de manera clientelista´ ´Apostar por el voto nulo no es responsable porque va directamente a la sede de Príncipe de Viana´. La llamada a la conciencia nacionalista procede de EA-PNV, más en concreto de su ´marca electoral´ para los comicios que aguardan a la vuelta de la esquina, donde ella atisba, agazapada, a la ´bestia´. Porque, aunque no emplee este término, así conceptualiza Begoña Errazti a UPN, cuyo mensaje y estética considera ´pura intolerancia´. En consecuencia, se decanta por un Gobierno alternativo que promueva el uso del euskera y el flujo con la Comunidad Autónoma Vasca. Y avisa: sin esas premisas no habrá trato. Que Juan José Lizarbe tome nota.

- ETA propugna el voto nulo asegurando que es la forma de ´hacer daño al enemigo´. ¿Quién es ese enemigo o, mejor, adversario político?

- Pues a lo que se ve a tenor de los dos últimos comunicados de ETA, EA y PNV. Ahora más que nunca se ve clara la coincidencia de mensaje, e incluso de estrategia, entre ETA y el centralismo español, estos dos intereses supuestamente antagónicos coinciden, y eso no debería dejarlo pasar el electorado. Porque, sí, estas elecciones se dan en un escenario de déficit democrático, no sólo porque el terrorismo persiste, también porque no todas las opciones políticas pueden presentarse. Pero, seamos claros, con el voto nulo se perjudica al nacionalismo vasco al salir beneficiado el centralismo más reaccionario, ése que ilegaliza formaciones y que ataca, qué gran ejemplo de ello es Navarra, la pluralidad de identidades, la ikurriña y el euskera, sean los carteles de tráfico o Euskaltzaindia.

- Estará harta de proclamar que el sufragio nulo resulta bien provechoso para UPN…

- ¡Es que se trata de la mayor de las contradicciones! Apostar por el voto nulo no es responsable porque va directamente a la sede de Príncipe de Viana, porque favorece a UPN, que se empeña en eliminar consensos básicos para la convivencia, en concebir Navarra como dos comunidades cuando es una y diversa, en hacer de la crispación su forma de hacer política, de imponer su política. El mensaje y la estética de UPN son pura intolerancia, no acaba de asumir la discrepancia como algo cosustancial a la democracia. Lo dramático es que los espacios de consenso se rompen muy fácil pero resulta muy complicado recomponerlos.

- Si el voto nulo acercará al regionalismo a la mayoría absoluta, ¿dónde irá el de EA-PNV, para qué servirá?

- Pues ya se puede deducir de la primera respuesta, nosotros no queremos tirar los votos a la basura. Yo no quiero este Gobierno de UPN, no quiero vivir bajo su régimen y no lo quiere la mayoría de Navarra aunque no se ponga de acuerdo en qué y cómo quiere esa otra cosa. Porque, ¿cuántos navarros están de acuerdo con que en las listas del partido gubernamental figuren ultraderechistas? Asusta que UPN se crea en posesión de la verdad absoluta como en este caso, donde aplica el label de demócrata a quien no lo es en absoluto por el hecho de figurar en su candidatura y lo niega a otros que lucharon por la llegada de la democracia, por cierto, en contra de sus precursores e incluso de algunos de ellos mismos. Más dobles raseros: UPN podría tener el respaldo que nunca ha conseguido gracias a la coalición con el voto nulo o lamenta pero no condena, una fórmula que nos suena en boca de otros, el asesinato de un cámara de televisión por parte de EEUU.

- Podrá argumentar en mayor medida tan enorme recelo respecto a UPN…

- Es que lo ha puesto muy fácil, aunque no toda la ciudadanía lo aprecia porque ya se encarga algún medio de comunicación muy concreto de esconder los problemas de gestión de UPN. Para empezar, Navarra tiene que ser pionera, porque esa catalogación la hemos perdido, le guste o no a UPN, que es el principal culpable de este estancamiento con tanto ejercicio de ombliguismo y autocomplacencia. Y hablo de paralización en salud, ahí está el plan oncológico, la salud mental o las listas de espera; en vivienda, cuyo mayor exponente es el ático de la señora Barcina y las plusvalías de ciertos promotores afines al poder y de sindicatos con pocos escrúpulos; en política comercial, con una discrecionalidad que beneficia al pez grande en perjuicio del pequeño; en servicios sociales, con unas prestaciones para la Tercera Edad cada vez más privatizadas y sin un salario de ciudadanía que garantice unos ingresos mínimos iguales al SMI… La pregunta es: ¿Navarra es lo que puede ser? No y ni siquiera en lo que al autogobierno se refiere.

- Explíquese, señora Errazti.

- Vamos, que los de UPN son muy navarristas pero sólo en teoría, ya que luego admiten recortes en nuestra fiscalidad y en nuestra capacidad económica, llegan ellos mismos a recurrir leyes aprobadas por el Parlamento o se limitan a incumplirlas, como ha sucedido con la equiparación al SMI de las pensiones de viudedad. Y qué decir de la asunción de competencias, con una transferencia de tráfico que como gran logro será el cobro de la multas, todavía pendientes mayores posibilidades en empleo o Seguridad Social, etcétera. ¿Qué sería capaz de hacer UPN con una mayoría absoluta? Un ejemplo: entonces ya no perdería el tiempo -lo digo con todas las comillas del mundo- en centrarse en atacar a todo lo vasco, que es su recurso para tapar todos los problemas, iría directamente a aniquilarlo.

- Pues, ya en clave de alternativa política, Juan José Lizarbe apuesta por un Gobierno progresista en lo social, comprometido con la libertad y la pluralidad, y que asuma el actual modelo institucional de Navarra. ¿Hasta qué punto se siente la coalición EA-PNV cómoda con esa definición?

- Me atrevería a decir que muchísimo, aunque nos sentiremos del todo cómodos o no debatiendo sobre programas. Por ir a la definición, y dando por sentado que nuestro voto es el de la interlocución, la sensibilidad social de EA-PNV es incuestionable, ya lo hemos demostrado desde el Parlamento, como nuestra defensa de la diversidad de Navarra y de los derechos humanos, el primero el del derecho a la vida. Respecto a la tercera característica de ese Gobierno, nosotros tenemos muy claro cuál es nuestro objetivo final, un proceso de soberanía, pero también que necesariamente hay que centrarse a corto plazo en la pacificación, porque con asesinatos no puede haber aspiraciones mayores, y que desde nuestro posibilismo debemos propiciar una gestión eficaz para el conjunto de los ciudadanos y en clave de avance social y de convivencia. Resumiendo, el marco jurídico, que en EA-PNV entendemos que no es inamovible, no es el caballo de batalla en este momento, sino ofrecer una alternativa. Por otra parte, que quede claro que esta coalición habla del derecho a decidir el futuro pero sólo de los navarros, es decir, no se cuestiona que los navarros decidan por sí solos y sobre su territorio.

- ¿Confía en la palabra del PSN, que asegura que no gobernará con UPN si la fórmula alternativa no resulta factible?

- Quiero creerle, no puedo decir más. Ese Gobierno de coalición sería nefasto para el PSN, porque acabaría con él, pero sobre todo para la democracia. Porque, ¿quién controlaría a ese Gobierno?.

- Retornando entonces al escenario de alternativa, ¿cuáles serían sus condiciones para apoyar la investidura de un presidente distinto a Miguel Sanz?

- Nuestras máximas son que se respete la identidad vasca de Navarra y que se desarrolle el autogobierno al máximo, porque no podemos renunciar a nada de lo poco que nos da el Amejoramiento mande en la capital el PP o el PSOE. Eso queremos decir con el eslógan Navarra es singular y plural.

- Concrete en qué debería materializarse ese ´respeto a la identidad vasca de Navarra´.

- El tratamiento del euskera, como mayor manifestación de la cultura vasca, es fundamental, no tiene sentido que desde el sistema público no se garantice la libertad de opción en toda Navarra, también en la UPNA con la correspondiente adaptación gradual, que no se vea la lingua navarrorum como una riqueza. También incluimos la mejora de la relación con la Comunidad Autónoma Vasca, a cuyo Gobierno el de Sanz niega incluso el saludo. – ¿Se refiere usted a la modificación de la Ley del Vascuence, para erradicar la zonificación lingüística que consagra, y a la reedición del Órgano Común Permanente? – Yo no sacralizo conceptos ni me muevo en el maximalismo. Quiero lo que he respondido a la pregunta anterior, se le llame como quiera llamársele y sin criminalización ni judicialización de los asuntos. EA-PNV actúa en positivo.

- Imagine que el cambio es posible y que el PSN y EA-PNV llegan a los suficientes acuerdos programáticos. ¿Votarían a favor de un nuevo Gobierno si no se les garantizara su presencia en él?

- Voy a ser clara y breve: si el PSN quiere ser alternativa tendrá que contar a todos los efectos con los que también la queremos, en otras palabras, si llegamos a un acuerdo de Gobierno estamos hablando de un Gobierno del que determinamos su configuración, no sólo de un Gobierno que satisface nuestras reivindicaciones programáticas básicas.

- De momento, las encuestas vislumbran una tendencia al alza de EA-PNV. ¿Subir un escaño, hasta alcanzar los cuatro representantes, colmaría sus aspiraciones?

- El día 25 hablamos. Las expectativas son buenas pero son sólo eso, expectativas.

- ¿Y a qué las atribuye, a la labor del grupo parlamentario durante la pasada legislatura o al voto útil dentro del nacionalismo vasco?

- Ahora fundamentalmente a lo primero, ya que entre quien opta en este momento por nuestra propuesta pesa la trayectoria, otra cosa será el domingo, porque seguro que algún voto inédito recogeremos, esperemos que muchos para que no se pierdan. Con las perspectivas actuales, si esos nacionalistas vascos que dudan se decantaran por nosotros podríamos convertirnos incluso en la tercera fuerza del Parlamento. Que nadie olvide que estamos en un contexto de voto necesario y útil.

- Pero Aralar también compite con ustedes en ese espacio.

- No, no, Aralar se ha metido en nuestro espacio. Es bueno que la gente modifique su postura y se aleje del MNLV, pero nuestra apuesta siempre ha sido por la Nación Vasca y desde el rechazo de la acción violenta y la interlocución política. Insisto en que está bien que algunos cambien, caso de Patxi Zabaleta, pero que no se pongan el copyright. Hay que tener memoria histórica.

- Los sondeos confirman el acierto de mantener la coalición EA-PNV, señora Errazti.

- Las dos formaciones hemos hecho un enorme esfuerzo por responsabilidad. En esta coyuntura, digamos de emergencia, había que sumar. Y estamos sumando.

- A lo largo de la conversación usted ya ha esbozado las bases del programa. ¿Observan alguna otra tara de urgente resolución? ¿Presentan alguna idea original?

- Para idea original, y oportuna además, la del tranvía propuesta por nuestra candidatura de Iruña. Sí nos preocupa, y mucho, una cuestión que no he citado: la dependencia del entramado industrial navarro respecto del sector del automóvil, un problema estructural. La crisis de Volkswagen evidenció claramente la inconsistencia de nuestro tejido, otra de las herencias de este Gobierno tan autocomplaciente, porque las decisiones se toman fuera de Navarra y sin capacidad de alternativa. Este hándicap necesita una planificación a largo plazo que precisa a su vez de un alto grado de consenso entre todas las fuerzas políticas y del respaldo a las empresas de iniciativa social. Nos estamos jugando el futuro de Navarra, y no a tan largo plazo como se cree, es imprescindible una intervención gubernativa y no sólo dejarse empujar por el mercado. Ya que hablamos de economía, EA-PNV apuesta por un plan empleo que consagre un trabajo estable y con derechos, con especial atención a las mujeres. Y también por un plan de choque de verdad contra la siniestralidad laboral. Más vale que la coyuntura mundial ha sido favorable, porque fíjese qué déficits no se han solucionado aun así.

- Finalmente, señora Errazti, ¿para cuándo la anexión de Navarra a Euskadi? Porque ése es el argumento con el que UPN presiona al PSN…

- UPN, como buen clónico del PP, recurre al miedo y mintiendo además. Ni EA ni PNV defienden ninguna anexión, nuestro objetivo nacional de construcción de Euskal Herria pasa por que los navarros lo quieran. Repito lo que ya he dicho, el marco jurídico no es el caballo de batalla ahora ni probablemente lo será en algún tiempo. Otra cosa es que la derecha hable de comunistas y separatistas, evocando al difunto dictador, por su pavor a perder el poder, ese poder que usa de forma clientelista para perpetuarse en él. Bastante lo ha ostentado ya.

VÍCTOR GOÑI /DIARIO DE NOTICIAS

Fuente: Begoña Errazti