Dice que no tiene problemas en aceptar los votos de EHAK, ya que «es una representación legítima en el Parlamento» Begoña Errazti considera que las discrepancias surgidas con Ezker Batua a la hora de elegir la nueva Mesa del Parlamento y la composición de los grupos de la Cámara son «temas cerrados». Pero la presidenta de Eusko Alkartasuna, que durante toda la entrevista no menciona nunca las siglas de EB, alerta sobre «otras formaciones» que «un día dicen una cosa y al siguiente otra». Asegura que las dos «claves» para conformar el futuro Gobierno vasco son el derecho de decisión del pueblo vasco y la territorialidad y que durante la próxima legislatura habrá que buscar acuerdos «puntuales, no estables», con otras formaciones.

-Las negociaciones para la conformación de los órganos parlamentarios han sido conflictivas.

-No es un tema fundamental en la política vasca, pero hay que hacer diversas consideraciones porque se han leído demasiadas cosas, la mayoría no ciertas y otras, tergiversaciones y manipulaciones interesadas. La posición de EA ha sido coherente con la realidad reglamentaria. Y también ha sido avalada por los informes jurídicos que presentamos en la Mesa y por una cuestión que algunos se están saltando interesadamente: que EA y PNV concurrieron a las elecciones en dos coaliciones y con eso se eliminan todas las argumentaciones que hablan en contra de nuestra legitimidad para tener grupos propios. A partir de ahí, la manipulación ha sido una de las actitudes que hemos soportado esta última temporada.

-¿Manipulación? ¿Por parte de quien, de Ezker Batua?

-Da igual de quien, todos hemos leído en los medios determinadas declaraciones, pero, para mí, es un tema cerrado. Las interpretaciones son libres y subjetivas, pero la legalidad esta ahí y ampara que el PNV tenga un grupo y EA otro.

-¿No son demasiadas discrepancias para unas formaciones que pretenden formar Gobierno?

-EA no ha mantenido discrepancias con nadie porque no hemos entrado en la arena de la discusión pública; no es nuestra manera de hacer política.

-Su secretario general, Unai Ziarreta, afirmó que EB ya no era tan necesaria.

-Ziarreta dijo muchas cosas en esa declaración y siempre hay un riesgo evidente a la hora de extrapolar las frases y las palabras. Lo único cierto es que la intención de EA es poner en marcha el Ejecutivo porque la ciudadanía nos dio a nosotros y al PNV un apoyo mayoritario.

-Pero la falta de sintonía entre ustedes y la formación de Javier Madrazo parece evidente.

-Estamos sometidos casi siempre a unos cambios interesados en las palabras. Si otras fuerzas políticas quieren ir a la contra y buscar unos determinados intereses, ellos verán. Es su responsabilidad. No vamos a entrar en ese juego, entre otras razones, porque somos conscientes de la importancia de un Gobierno vasco que va a desarrollar una labor importantísima en temas que tienen que ver con la normalización política y de nuestro apoyo al candidato Ibarretxe, que nunca hemos cuestionado, cosa que otras fuerzas aliadas sí. No nos hemos permitido ninguna actitud ni ninguna declaración en contra del Gobierno; si otros lo hacen, no va a ser EA.

-¿No afectará tanta polémica a la configuración del tripartito?

-Cuando se hace política, hay que ser consciente de que no se puede decir lo primero que a uno le viene a la cabeza, y si se hace, tiene consecuencias. Lo que no se puede es decir un día una cosa y al siguiente otra; bueno, se puede pero no se debe. Por eso no hemos entrado en descalificaciones, porque nuestro objetivo es el reforzamiento del Gobierno de coalición junto al PNV.

Demasiados problemas

-¿Se refiere a Ezker Batua?

-Insisto, si hay otras fuerzas políticas que un día amenazan con una cosa y al siguiente no saben nada de eso, ésa es su posición, no la de EA. Este país tiene demasiados problemas como para que por intereses particulares se modifiquen las opiniones y se generen enfrentamientos en la sociedad.

-¿Pero esos conflictos influirán o no en el Gobierno?

-Es que las líneas de ese Gobierno ya están marcadas. EA y PNV ganamos las elecciones con un programa electoral que tiene dos claves: el respeto a la existencia de la nación vasca y el derecho a decidir. Y en ese ámbito se tiene que mover quien quiera estar en ese gobierno.

-¿Cree que Aralar pasará factura en la sesión de investidura tras haberse quedado sin grupo propio?

-No lo creo. No tendría lógica.

-El PNV había acordado con EB cederle dos parlamentarios para que tuviese grupo propio. ¿Piensa que le ha podido molestar la decisión de EA de votar en contra?

-Pregúnteselo al PNV, no soy su portavoz. Pero no me consta. De todas formas, el PNV puede hacer acuerdos con quien quiera, pero EA también. Cuando uno llega a acuerdos puede aspirar a que estos pactos obliguen a otros si al otro se le ha preguntado; si no, no.

-¿Son ustedes los guardianes de la ortodoxia nacionalista dentro del tripartito?

-No me quiero arrogar nada. Sólo digo cuáles son los objetivos de mi partido y ésos son los que hay que defender.

-¿Teme que el PNV busque a la larga otras opciones para gobernar?

-El PNV ha pedido el voto con el mismo programa que nosotros y ése es el que hay que desarrollar. Es el escenario en el que nos vamos a mover única y exclusivamente.

Dos opciones

-De cara a la investidura, sólo hay dos opciones para que salga Ibarretxe lehendakari: o que EHAK les dé sus votos o que López retire su candidatura…

-O las dos.

-Pero ¿cuál cree que se puede dar?

-No lo sé. Me parece que el señor López va a defender en la investidura sus posiciones y le vamos a oír atentamente. Pero también creo que solamente habrá un candidato que votar, y ése será Ibarretxe.

-¿Piensa que López no llegará a presentarse o que se retirará una vez se haya producido alguna votación?

-Eso ya no lo sé, pero sí nos va a interesar saber qué dice el PSE-EE porque los esquemas políticos actuales no son los mismos que en 2001. Hay que hacer un esfuerzo de cambio y hay que pensar que en esta legislatura se van a intentar modificaciones importantes en lo que tiene que ver con la convivencia política y social y en la búsqueda de soluciones.

-¿Tendrían algún problema en aceptar los votos de EHAK?

-Por supuesto que no. EHAK puede votar a quien quiera, es una representación legítima en el Parlamento.

-¿Puede aguantar el tripartito cuatro años con sólo 32 parlamentarios?

-Sí. Puede ser un Gobierno igual que el de Rodríguez Zapatero, que tendrá que ir pactando los temas. ¿O alguien piensa que Zapatero no va a terminar la legislatura?

-Pero el presidente del Gobierno tiene un acuerdo estable con ERC.

-Estable relativamente, que tampoco le dan los números. Pero está claro que va a ser una legislatura en la que habrá que abrir todos los cauces y llegar a acuerdos puntuales.

-¿Sólo puntuales?

-Sí, siempre es más cómodo un acuerdo estable, pero yo lo veo más en este otro ámbito. Y no me parece mal teniendo en cuenta que hablamos de un Gobierno que no sólo se va a ocupar de los temas del día a día, sino que tiene que buscar soluciones a la normalización política.

-Eso les obligará a ceder.

-Claro, en la vida, cuando no estás solo, estás obligado a ceder. Eso es la normalidad democrática. Hay que pensar que la sociedad es plural.

-De cara a la reforma estatutaria ¿también el plan Ibarretxe es negociable?

-Lo que son innegociables son las claves. No hay nada inmutable ni sagrado, pero lo que no se puede cambiar de ninguna manera es lo que está aprobado con toda la legitimidad democrática. No le digo que todas las palabras tengan que ser las mismas, pero es evidente que debe plasmarse el reconocimiento de que aquí hay un pueblo y que tenemos derecho a decidir. Estoy hablando de territorialidad y de capacidad de decisión. Eso no es negociable.

Frases dichas

-Ezker Batua ha afirmado que el plan Ibarretxe sólo es un proyecto más y que ustedes tienen que darse cuenta de que sólo tienen 29 parlamentarios.

-Podríamos entrar a muchas frases ya dichas, pero supongo que quien habla de malos resultados de los demás también piensa en sus buenos o malos resultados. En Euskadi la candidatura más votada fue la de PNV y EA. Esto es lo hay. Se puede tergiversar, minimizar o lo que sea, pero hemos ganado en todos los territorios.

-¿Es el tripartito la única opción de Gobierno que se plantea EA?

-Es la hipótesis con la que estamos trabajando. Pero siempre teniendo en cuenta la capacidad de decisión y la territorialidad. Un tercer socio tiene que estar en esas claves.

-¿Hay posibilidades de pactar con el PSE-EE?

-Se han abierto nuevas expectativas en este país, pero se irá viendo. Creo que el PSE-EE está cambiando su discurso y separándose del PP y de la Ley de Partidos.

-A medio o largo plazo, ¿ve de nuevo a EA en un Ejecutivo con los socialistas?

-Creo que es una respuesta que no se puede ni se debe dar. En cada momento hay que ver la coyuntura y ver qué decide la ciudadanía.

-¿Ha decidido EA quienes serán sus consejeros?

-Sí, pero no se lo voy a decir.

-¿Usted?

-Begoña Errazti no va a ser consejera en el Gobierno vasco.
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«Es peligroso generar expectativas en un pueblo mediatizado por la violencia»

-Dentro de todas las polémicas, la más agria para las formaciones nacionalistas quizá fue la vivida con Atutxa.

-Fue muy injusto lo ocurrido con él. Se le ha responsabilizado de algo que no merecía. Lo ha hecho bien. Siempre le apoyamos, lo que pasa es que llegó un momento en que el PNV no tenía más salida.

-¿Cree que estamos dentro de un proceso de pacificación?

-Pienso que cuando estamos ante un tema tan importante como éste, flaco favor hacemos si seguimos dándole vueltas. Hay que ser muy prudentes y responsables, y en el momento en que esto vaya a moverse, callar y trabajar. Lo que sí hay son una serie de detalles y circunstancias que demuestran que no estamos igual que en otros momentos. A partir de otoño tenemos que ver si se puede cuajar alguna oportunidad o no.

-¿Piensa que Zapatero tiene datos que avalen la hipótesis de que ETA puede dejar las armas?

- Lo desconozco.
-¿Cómo valora la posición del PP?

-Ha quedado muy en evidencia, muy solo, porque el resto de las fuerzas políticas hemos sido capaces de buscar algún punto de acuerdo.

-Otegi aseguró hace unos días que en 2006 se puede poner en marcha una mesa de partidos.

-El vehículo para el encuentro de los partidos tiene que ser una mesa sin exclusiones en la que esté Batasuna. Entendemos que debemos encontrarnos en algún sitio, pero decir 2005 ó 2006 es complicado. Es peligroso generar expectativas en la población de un pueblo sufriente y mediatizado por la violencia como el nuestro. Hay que tener mucha tranquilidad y hacer las cosas bien.

-Habla de Batasuna. ¿Y el PP, es fundamental para abordar un proceso de pacificación?

-Lo será si quiere serlo. No se puede quedar fuera, ojalá no. Espero que cambie de estrategia y que el discurso enfrentador contra todos los demás y ultranacionalista español se acabe.

-Para esa mesa de partidos, ¿ETA debe declarar una tregua?

-Va a tener que hacer algunos gestos.

-¿Cree que ETA hace caso a los mensajes lanzados por Batasuna?

-No creo que Batasuna esté sola en este viaje.

-¿Cómo valora la manifestación de víctimas celebrada la semana pasada en Madrid?

-Legítima, pero ha quedado claro que el PP ha querido utilizar a un sector de las víctimas.

DAVID GUADILLA/ elcorreodigital.com
Fuente: Begoña Errazti