Asegura que el mantenimiento y la sostenibilidad del sistema de pensiones, máxime cuando el Gobierno español se niega a transferir la Seguridad Social, es un desafío de gran magnitud que, en ningún caso se puede acometer desde la desunión´
Lograr el mayor consenso posible en la elaboración del futuro Plan Vasco de Previsión Social Complementaria es el objetivo prioritario del consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga en aras de dotar a la Comunidad Autónoma de un instrumento que permita a los ciudadanos disfrutar de un aceptable nivel de bienestar en su vejez minimizando el riesgo de pérdida de ingresos en la etapa de la jubilación y por añadidura de exclusión social.
Y es que el progresivo envejecimiento de la población vasca hace necesario habilitar una fórmula que permita complementar el sistema de pensiones. De hecho, recordó Azkarraga en Bilbao durante el acto de celebración del vigésimo aniversario de la Ley de EPSV, que si en 1995 los mayores de 65 años representaban un 15 por ciento de la población, en el año 2025 dicho porcentaje rondará el 25 por ciento y en 2050 superará, en las hipótesis más favorables, el 35 por ciento. ´Con esta situación se hará inviable el mantenimiento del actual sistema de pensiones´, recalcó.
Según advirtió, en la Comunidad Autónoma Vasca, atendiendo a los escenarios previsibles de evolución económica de gasto en pensiones contributivas de la Seguridad, incluso en un contexto demográfico y laboral favorable, el gasto pasaría del 8,5 por ciento actual al 17,4 por ciento del PIB en 2050, con un déficit de en torno al 8,1 por ciento del PIB vasco. Un gasto que podría llegar a representar el 27,1 por ciento del PIB en un escenario de mantenimiento de las actuales condiciones demográficas y laborales.
Es por ello, que el consejero reafirmó su compromiso de hacer realidad el plan en esta legislatura, ´desde el consenso y con el respaldo de los agentes implicados´. No en vano afirmó, que siempre antepondrá ´un plan concertado y asumido por la mayoría de los agentes políticos, interinstitucionales, económicos y sociales implicados, aunque cueste más tiempo, a un mal plan´.
En este sentido, consideró que ´el mantenimiento y la sostenibilidad del sistema de pensiones y el tener que hacerlo con los instrumentos con los que contamos, porque el Gobierno español se niega a transferir a la Comunidad Autónoma Vasca la transferencia de la Seguridad Social, es un desafío de gran magnitud que, en ningún caso se puede acometer desde la desunión´.
Que llegue a las rentas medias y medias bajas
Azkarraga hizo hincapié en que este sistema deberá ser ´un instrumento de apoyo, nunca de sustitución, al modelo de Seguridad Social pública, que es y va a seguir siendo la columna vertebral y el pilar fundamental de nuestra apuesta´, y recordó el ´suspenso´ que la Comisión y el Consejo de Europa ha dado recientemente al Gobierno español porque no garantiza el sistema de pensiones a partir de 2015.
Sin embargo, puntualizó el consejero, es necesario democratizar y generalizar las pensiones complementarias para ´que lleguen a las rentas medias y medias bajas, que son las que más van a acusar la pérdida de nivel adquisitivo´. En su opinión, la Previsión actual tal y como se está desarrollando no resuelve el problema, ya que es regresiva y cara´, por lo que ´su acceso a la mayoría de la población trabajadora sólo podrá ser una realidad a través de los sistemas de empleo o con la negociación colectiva como eje motor.
Dado que su Departamento ha estimado que existe una necesidad general de que la previsión complementaria cubra en el futuro, al menos, el 20 por ciento de los salarios finales, se ha fijado como objetivo cuantitativo ´lograr la adhesión al sistema complementario del 70 por ciento de los perceptores de rentas de trabajo y profesionales en el plazo de 8 años´.