Entrevista a Begoña Errazti, presidenta de Eusko Alkartasuna
La presidenta de Eusko Alkartasuna da por bienvenida la propuesta que impulsa el lehendakari Ibarretxe y, al estar ésta abierta a las aportaciones, avanza que su formación moverá ficha presentando en los próximos meses su propio modelo para un nuevo marco político. Begoña Errazti no duda en definirse como independentista, pero al mismo tiempo admite que es la sociedad vasca la que tiene la palabra y se muestra consciente también de las circunstancias en la que actualmente está inmersa Euskadi, distorsionadas fundamentalmente por la acción de ETA y los efectos perversos de la ilegalización de Batasuna.


- El lehendakari plantea un nuevo pacto con el Estado, pero el Gobierno del PP no parece dispuesto a pactar nada, ¿no queda el plan en un proyecto voluntarista?

- Es una propuesta, un planteamiento que deberá enriquecerse con las aportaciones durante el próximo año. Es un método de recoger opiniones y, sobre todo, de intentar, dentro de un año, transmitir lo que piensa la ciudadanía vasca. Lo que ocurre es que el PP siempre va a decir que no a cualquier propuesta. Hay que tener en cuenta de que nada de lo que se haga va a gustar al PP y ni siquiera plantea alternativas. Con la estrategia de enfrentamiento que lleva nunca va a intentar ningún encuentro con el resto, porque no le interesa.


- ¿Da por definitivamente cerrada la vía del Estatuto?

- El PP y el PSOE han incumplido la legalidad del Estatuto durante 23 años. No valen sus argumentos de que el Estatuto es el marco en el que nos movemos porue ellos mismos han ido en contra de ese marco. La estrategia del PP, obedientemente seguida por el PSOE, te lleva a volver a tiempos preautonómicos. El Estatuto ha tenido su validez, porque ha servido para construir, desarrollar un marco y avanzar; pero hoy por hoy ese camino está terminado. Ahora, al margen de lo que diga el PP, habrá que recurrir a lo que diga la ciudadanía vasca y si es la de superar el marco, habrá que superarlo.


- ¿Eusko Alkartasuna asume en su totalidad la propuesta de pacto de libre adhesión con el Estado planteada por el lehendakari Ibarretxe?

- Hay mucho de EA en esa propuesta, porque se enmarca en un programa de gobierno, aque incluye la exigencia fundamental de nuestro partido sobre el derecho nacional y de autodeterminación, que fue condición sine qua non para el acuerdo. En este sentido, en cuanto a nuestra defensa de los derechos nacionales vascos, este plan no es todo lo que quiere EA, pero aceptamos el hecho democrático de que es la ciudadanía la que manda y somos conscientes de que hay diferentes velocidades. Recogeremos este plan, aunque nosotros vayamos más allá.


- ¿Va a formular EA alguna otra propuesta?

- Nosotros presentaremos en los próximos meses nuestra propia propuesta para un nuevo marco político, por responsabilidad con nuestros votantes.


- ¿En qué pilares se basará?

- En el mandato electoral que tenemos desde el 13-M sobre el derecho de los pueblos. Tenemos que caminar hacia la superación del actual marco por otro que dé la posibilidad de que los territorios vascos busquen una forma de encaje en marcos de autogobierno superiores al actual, basados en el Derecho Internacional. Hay ejemplos como el de Quebec, absolutamente democrático.


- ¿Dónde encajan las aspiraciones independentistas en el plan de Ibarretxe?

- En la propuesta que presentará EA, que no necesariamente tiene que coincidir. Ser independentista tiene sentido en cuanto que podemos disponer de total capacidad de autogobierno para hacer mjor las cosas y ofrecer bienestar a la ciudadanía. El de tener fronteras y acuñar moneda es un concepto del siglo XIX: ser independentistas es intentar ofrecer un modelo social y económico. Desgraciadamente, la distorsión tremenda que genera el sufrimiento y la violencia de ETA hace que el independentismo tenga unas connotaciones negativas y que no estemos en las condiciones adecuadas para la defensa de los proyectos políticos, pero el hecho es que los derechos nacionales de los pueblos están aceptados en el Derecho Internacional.


- ¿La violencia de ETA es una barrera insalvable para conformar mayorías nacionalistas con la izquierda abertzale?

- El problema que tiene ese mundo es su tremenda dependencia política respecto de ETA. No han demostrado la fuerza suficiente para ser independientes y apostar definitivamente por un desarrollo de ese pueblo sin violencia. No le han dicho nuna a ETA de manera clara que el asesinato, la extorsión y la amenaza no son un camino legítimo ni moral. Batasuna debería apostar de una vez por todas por la vía política y que hable de derechos humanos, pero de todos. Si se desliga de esta dependencia, tendría la legitimidad suficiente para ser entendidos de otra manera y para llegar a acuerdos.


- ¿La autodeterminación puede ser ejercida de manera unilateral?

- Deberá haber una consulta popular, pero no para preguntar si el pueblo vasco tiene derecho a la autodeterminación, porque lo tiene ya. Otra cosa es que para organizar el marco jurídico, se hace necesaria una consulta. Cualquier cambio político debe ser refrendado por la sociedad. Pero las condiciones de la consulta deben ser de tranquilidad social y política, de ausencia de violencia y respeto a todas las ideas, que en este momento no se da. ETA está bloqueando que este pueblo avance.


- Usted defendió la viabilidad de llegar a un acuerdo estrictamente presupuestario con Batasuna para poder aprobar el proyecto…

- Defendí que había que hablar con todas las fuerzas políticas parlamentarias, porque el derecho a votar en la Cámara afecta a todos los grupos. Mi referencia era que había que hablar con todos, porque habían aparecido declaraciones de otro tipo en el propio Gobierno que parecían limitarlo. Ahora bien, es difícil pensar en acuerdos con determinadas fuerzas, ya sea Batasuna, PP o PSE, que coinciden en la misma estrategia. Les da igual cómo sean los presupuestos, los han criticado sin leerlos; están intentando ahogar a las instituciones para que pierdan credibilidad y dicen que ´no´ a responder a las necesidades de la ciudadanía, plasmadas en este proyecto.


- Vistas las tesis expresadas por sus socios del PNV, ¿explorará EA por su cuenta la vía de acuerdo con Batasuna en algunas partidas?

- No, esto es un tema del Gobierno en su conjunto y tenemos un acuerdo que cumplir. Pero es que Batasuna tendrá que demostrar también en qué lado se pone. Si favorece la estrategia del intento de Madrid de romper el funcionamiento de la comunidad autónoma vasca o demuestra que los presupuestos son mejorables por la vía de las enmiendas parciales, al o que este Gobierno no se niega.


- Batasuna ha anunciado una enmienda a la totalidad, sin embargo, sigue dejando la mano tendida, ¿en qué condiciones la recogería?

- Que presenten sus planteamientos de mejora de los presupuestos, que todavía no sé cuáles son. Batasuna no puede estar cambiando de estrategia según las circunstancias.


- Ante una oposición en bloque de PP, PSE y Batasuna para echar atrás el proyecto, ¿el Gobierno lo retirará o lo someterá a una votación parcelada, como el año pasado?

- A mí me gustaría que los presupuestos se mejoraran con las enmiendas parciales de las distintas fuerzas y que el proyecto responda a lo que la sociedad demanda. Ahí está la responsabilidad de la oposición.


- ¿El hecho de que el PNV no haya esperado a las conversaciones con EA para designar por su cuenta a Román Sudupe candidato a la alcaldía de donostia ha hecho que las negociaciones para la coalición hayan empezado a contrapié?

- En EA hemos cumplido con lo que dijimos que íbamos a hacer y el PNV lo conocía: nuestro propio proceso interno de análisis y autorización de la Asamblea Nacional. Aparte, el PNV puede designar a sus candidatos, ahí no tengo nada que decir, pero bien es verdad que si hubiera un acuerdo de coalición, en el caso concreto de Donostia, EA encabezaría esa candidatura.


- ¿Si el PNV mantiene la candidatura de Sudupe puede dar al traste con las negociaciones?

- Estamos manteniendo contactos con discreción, necesaria en cualquier proceso de negociación, que hay que enmarcarla en un contexto nacional.


- Mientras el PNV apuesta por una coalición global, EA prefiere acotarla a casos concretos, ¿en qué justifica este planteamiento?

- No estamos en la misma situación política que en el 13-M, en las que se planteaba un partido España-Euskadi. Las elecciones municipales son otra cosa y la proximidad de las personas o los candidatos es muy importante, a la vez que debemos intentar asegurar la mayor representación de las fuerzas nacionalistas. Ese es el mandato de nuestra Asamblea Nacional.


- ¿La posible coalición con el PNV descarta un posterior acuerdo electoral con Aralar?

- No está descartado, en absoluto. Pero, en estos momentos, Aralar tiene su propio proceso interno y tiene que definir aún sus posiciones ideológicas y coyunturales.


- Si la izquierda abertzale no concurre a las elecciones por su ilegalización, ¿en qué trastocará el mapa electoral vasco?

- Tendría una gran distorsión en la representación de la ciudadanía. La sociedad tiene que estar representada en todo su arco político, guste o no guste. La suspensión cautelar de Batasuna, o su ilegalización de facto, ya ha tenido consecuencias de distorsión y la medida está tomada precisamente para eso, para provocar enfrentamiento y evitar un posible acuerdo de solución entre fuerzas del arco nacionalista.


- ¿Ha habido otro efecto de cohesión interna en la izquierda abertzale, como refleja la última encuesta del Parlamento navarro, que le otorga a Batasuna el mismo apoyo que obtuvo como EH hace tres años?

- Es que el auto del juez Garzón se produce precisamente cuando Batasuna se había quedado en la mitad de su representación en la elecciones del pasado 13 de mayo. Pero ante una situación de regresión, se cierran filas y ese era el objetivo. Que haya más confrontación para alejarnos de la solución del conflicto. Se pretendía generar tal lío aquí, que se diera la razón a los que dicen que la vía política no vale, en definitiva a ETA.


- La última encuesta electoral realizada por el Parlamento de Navarra le otorga un ligero retroceso a EA-PNV ¿a qué lo atribuye?

- Esa encuesta tiene aspectos irregulares. No encajan los datos. No me encaja que siga habiendo un colchón de Batasuna y, además contempla un escenario que ya no es y no va a ser.


- En Navarra, si el nacionalismo quiere entrar en una alternativa a la derecha debe contar necesariamente con el acuerdo con los socialistas, ¿ve factible el acuerdo hoy por hoy?

- Pasa por un acuerdo amplio y plural. Pero hay que intentarlo, porque la actitud de este Gobierno de UPN-PP es escandalosa y la alternativa es más que necesaria. Las relaciones de EA con el PSN son fluidas y los socialistas son conscientes de que nos necesitan.


- ¿Navarra tiene su propio ámbito de decisión?

- Por supuesto. El país tiene una distribución territorial determinada y la ciudadanía navarra tiene su propia capacidad de decisión, con independencia que se creen espacios de colaboración con la comunidad autónoma vasca. Además, nosotros somos los primeros en defender la mayor cota de autogobierno para Navarra, mientras UPN-PP acepta los recortes al sistema fiscal navarro, el bloqueo de las transferencias pendientes, recursos a leyes forales…

- EA sigue convocando concentraciones allá donde se vulneren los derechos humanos, ¿ha supuesto una mayor cercanía a las víctimas? ¿qué les han transmitido éstas?

- Ante la violencia, venga de quien venga, no hay más que una posibilidad, la de ponerse enfrente y demostrarlo. Desgraciadamente, con nuestra campaña ´Derechos Humanos sin excepciones´ hemos estado en muchos sitios. En varias concentraciones han asistido los propios afectados -siempre nos concentramos con su beneplácito previo- y aportamos una actitud de denuncia. Muchas de las víctimas del acoso de la violencia nos han agradecido este gesto.

J.Iturri / El Mundo del País Vasco
Fuente: Begoña Errazti