Prof. César Arrondo El gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca ha tenido que presentar una demanda contra el Estado español ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos como recurso extraordinario, con el fin de lograr un dictamen justo que se pronuncie ante la ilegalización de partidos políticos sostenida por la justicia española, la cual no ha hecho lugar a la solicitud de inconstitucionalidad presentada oportunamente.

Nada parece importar al máximo tribunal con sede en Madrid tener que convalidar la suspensión de derechos fundamentales, como la libertad de asociación, la libertad de expresión, que son elementales en una democracia que se precie de tal, y con ello convertir en ciudadanos de segunda a miles de personas que no pueden ejercer derechos de elegir, ser elegidos y expresar sus opiniones.-

La intención de recurrir a este tribunal de justicia supranacional, tiene por objetivo la búsqueda de imparcialidad judicial, la cual deberá seguramente ordenar al gobierno comunitario español dejar sin efecto lo actuado por medio de la ilegalización de partidos políticos, que viola los derechos de miles de ciudadanos vascos, constituyendo una grave mancha para una comunidad que se presenta siempre ante el mundo como un ejemplo de convivencia y respeto de la democracia y las libertades.

Solamente Turquía constituye un antecedente de tales prohibiciones de partidos políticos, con la consecuente negación de los derechos de un importante sector de la sociedad turca. Ni siquiera en Irlanda se ha ilegalizado al supuesto partido afín al IRA, en ninguna fase del conflicto con Gran Bretaña.

Lo cierto es que un importante cantidad de ciudadanos vascos se han visto privados de ejercer sus derechos políticos en las últimas elecciones que tuvieron lugar en la Comunidad Autónoma Vasca, colocando con esta medida al gobierno español a la altura de las peores dictaduras que aún quedan en este mundo global.

La soberanía que expresa el pueblo vasco, debe ser ejercida desde escenarios de diálogo, y se torna necesario acudir a instancias supranacionales ante la sordera y negación de reconocimiento del conflicto por parte del Estado español. Hoy es Estrasburgo, en un futuro cercano se debería avanzar hacia otros foros internacionales como por ejemplo la ONU.

En definitiva, la única forma de destrabar esta situación para solucionar el “Contenciosos Vasco”, será internacionalizar el conflicto, obligando a los Estados involucrados en el mismo a sentarse en una mesa de negociación con los representantes del pueblo vasco. No cabe ninguna duda, que la raíz del conflicto es de naturaleza política, y su resolución deberá ser política.

Al mismo tiempo, se debe continuar con las propuesta de autogobierno presentada ante el Parlamento Vasco por el gobierno, pero la vía de acción debe ser dual, ya que al mismo tiempo que en la CAV se debe discutir sobre nuevos escenarios de autogobierno, en el resto del mundo, ya sea en foros, universidades u otros ámbitos se debe instalar y debatir el contenciosos vasco. En este sentido, en los países donde la colectividad vasca ocupa importante un lugar dentro del tejido social, la tarea le corresponderá a sus miembros, cada militante de la causa nacional vasca deberá multiplicar sus acciones favorables con el fin de explicar en cada uno de estos Estados la raíz del conflicto, y los derechos históricos que son el fundamento que las ciudadanas y los ciudadanos vascos esgrimen con orgullo en su lucha diaria por la autodeterminación de Euskalherria.

Prof. César Arrondo
República Argentina

Fuente: César Arrondo