Prof. César Arrondo
Este 26 de abril se cumplen 65 años del bombardeo llevado a cabo por
la aviación de la Alemania nazi sobre la ciudad vasca de Guernica que
la destruyó casi en su totalidad. Las estadísticas del gobierno
vasco hablan de 1654 muertos, mientras el informe del oficialismo franquista
sólo menciona 12 decesos. Ese día, como todos los lunes, la Villa
de Guernica de unos 60000 habitantes se preparaban para realizar su feria de
mercado. En tal sentido los aldeanos llegan a esta con el fin de comercializar
sus productos. Es a partir de las 16 horas cuando las campanas de las iglesias
de la zona comienzan a alertar sobre el eminente peligro de un bombardeo aéreo.
La gente comenzó a dirigirse con prisa hacia los refugios construidos
a tal fin, mientras un avión Heinkel III descargaba seis bombas sobre
la parte urbana de la ciudad. Luego de un intervalo, los pobladores comenzaron
a abandonar los abrigos antiaéreos, en el convencimiento de que el peligro
ya había finalizado. Será en ese preciso momento cuando unos 52
aviones Junker sobrevolaron la Villa con el fin de llevar a cabo la masacre
planeada. En esta segunda incursión se calcula que los aviones arrojaron
unas 50 toneladas de explosivos, destruyendo la ciudad casi en su totalidad.
Pero para que la siniestra tarea fuera completa otro grupo de aviones Heinkel
III ametrallaba a la población, que intentaba en medio de la desesperación,
escapar del horror de verse en medio de una ciudad en ruinas y en llamas.

¿Porqué Guernica? Esta ciudad vasca formaba parte de la resistencia
republicana que intentaba contener el avance de los insurgentes fascistas que
se habían levantado el norte de Africa en junio de 1936. Además
Guernica es con su Casa de Juntas y su Roble un símbolo de la Nación
Vasca, lugar donde fueron juradas leyes y fueros de los vascos desde los tiempos.

No cabe ninguna duda que el operativo aéreo tuvo como fin minar la moral
de los republicanos y nacionalistas vascos. El celebre pintor Picasso inmortalizó
este desgraciado momento con su famoso cuadro ‘Guernica’, que no hace
más que simbolizar lo que fue capaz de realizar la dictadura franquista.

Hoy a 65 años, el Presidente del Gobierno español, Don José
María Aznar ha enviado una ley a Las Cortes sobre partidos políticos,
la cual ha simple vista es tan inconstitucional como antidemocrática.
El único objetivo de la norma hoy, es declarar ilegal a la formación
política vasca Batasuna. Este partido (nacionalista de izquierda), posee
una importante representación legitimada en las elecciones por los ciudadanos
y ciudadanas de Euskalherría, ocupando cargos en los diferentes niveles
de la estructura del sistema político de Euskalherría. Pero la
ley tiene otro fin en si misma, que es legalizar una herramienta que posibilite
amenazar cualquier manifestación nacionalista en el Estado cuando Madrid
así lo crea conveniente.
Hoy es el turno de Batasuna, mañana puede ser el de: Eusko Alkartasuna,
Aralar, Zutik, los partidos de Catalunya, los de Galicia, o el Partido Nacionalista
Vasco.

No es momento de mirar para el costado porque hoy a mi no me ha tocado, defender
a Batasuna, es defender la libertad, la democracia, el pluralismo, y siendo
más subjetivos hasta el nacionalismo vasco, y los derechos históricos
de los pueblos sin Estado. Ante este escenario propuesto por Aznar y el ‘nacionalismo
constitucionalista español’, hay que garantizar un estado de ‘movilización
permanente’, denunciar en todos los foros internacionales incluso la ONU
los peligros de la legislación propuesta a Las Cortes del Estado español.

No es este el tiempo para dudar, para las mezquindades partidarias o sectoriales,
solamente hay que tener en cuenta, que hoy, en abril del 2002: ‘Las bombas
siguen cayendo sobre Guernica’.

Prof. César Arrondo
Vicepresidente de FEVA

Fuente: Eusko Alkartasuna