Rafael Larreina ha denunciado hoy en Vitoria-Gasteiz “la política trampa que supone reclamar pactos internos en la sociedad vasca con mayorías amplias cuando se trata de las propuestas soberanistas vascas, mientras se admiten minorías escasas a la hora de imponer las propuestas nacionalistas españolas en el seno de la sociedad vasca despreciando la voluntad mayoritaria de una sociedad que, en el caso de la Comunidad Autónoma Vasca, reiteradamente a lo largo del tiempo ha respaldado con claridad su derecho a decidir sin imposiciones desde Madrid como centro ejecutor del estado. Por esta razón los abertzales no podemos caer en la escasamente democrática política trampa que exige mayorías amplias y permite que se impongan minorías escasas”.

Para el vicepresidente del Parlamento Vasco “frente a estos planteamientos que dan capacidad de decidir al 40% de la población, mientras que cuestionan el derecho a decidir del 60%, la sociedad vasca que se identifica mayoritariamente con el soberanismo nos exige a los abertzales que seamos claros y firmes en nuestras convicciones a la vez que unamos fuerzas para estar en igualdad de condiciones a la hora de negociar con las fuerzas políticas de ámbito nacional español un acuerdo democrático que permita superar el conflicto político histórico”.

“Hoy mismo –ha continuado el secretario de organización de EA- tenemos una muestra clara de ésta política trampa con la imposición de una ley de uso de banderas que no tiene legitimación social en el País Vasco, y que sólo genera división y crispación. Ley que no tiene referencia en otros estados sólidos de larga raigambre democrática y con problemas políticos similares como Canadá y Reino Unido. En Québec, tanto en la Asamblea Nacional como en las sedes gubernamentales o en otras instituciones Quebeçois ondea únicamente la enseña de Québec, mientras que en los organismos dependientes de Canadá ondea la enseña canadiense. Lo mismo ocurre en Escocia dentro del Reino Unido; y en ambos casos sin ningún problema. Esta obsesión por imponer la bandera española lo único que refleja es la debilidad de un estado que no tiene clara su propia identidad porque niega su realidad plurinacional”.

Finalmente Larreina ha anunciado que propondrán a sus socios parlamentarios el impulso de iniciativas parlamentarias que den respuesta política a una Ley que no responde a la realidad política y social de Euskadi.

Fuente: Rafael Larreina