El Estado ha fracasado y el muro de contención frente a la ultraderecha es un nuevo estatus

 

La secretaria general, Eba Blanco de Angulo, ha insistido en la necesidad de consensuar “lo antes posible” un nuevo estatus político para la CAV y Nafarroa. Con motivo del 39 aniversario de la creación del partido, el 4 de septiembre, la máxima dirigente del partido ha alertado una vez más de la amenaza regresiva para Euskal Herria de la implantación de la agenda política de la ultraderecha. “El no pasarán más efectivo es el reconocimiento político por parte del gobierno de Madrid de que el Estado es plurinacional y, por tanto, somos una nación. Como muestran los resultados electorales, aquí el veneno de la ultraderecha es menos efectivo. Se debe a que tenemos otros valores que hacen que estemos más cohesionados como comunidad, pero hay que avanzar ya, pues el tiempo corre en nuestra contra”.

Blanco admite que los últimos casos de corrupción del PSOE son otro obstáculo en el ya de por sí complicado camino hacia un nuevo marco político, “pero Catalunya probó que la vía unilateral no era viable” y, por tanto, sólo cabe una negociación con el partido de Pedro Sánchez. “En sí, obtener de La Moncloa las transferencias pendientes como la seguridad social, la prestación por desempleo, o la gestión de los aeropuertos está bien, porque el Estado lleva incumpliendo el Estatuto de Gernika 46 años. El problema es que llega muy tarde y mal. El Estado español es un estado estructuralmente fallido que no cumple con las expectativas políticas y sociales de la mayoría de la ciudadanía vasca”, asegura. “Hacemos un llamamiento a todas las fuerzas democráticas de este país para que en los cuatro meses que quedan hasta el 2026, busquemos un acuerdo de mínimos que nos permita avanzar hacia un nuevo estatus”.

Sobre la vigencia del nacionalismo vasco en el siglo XXI, Blanco lanza un mensaje claro: “para nosotras ser abertzales no es un ideal romántico. Somos abertzales para abolir las injusticias políticas y sociales. En el caso del nacionalismo vasco en el 2025, el abertzalismo, y la democracia y el respeto a los derechos humanos son lo mismo, y no entendemos que haya quien explicite priorizar una cosa sobre la otra. Nosotras siempre estaremos en el lado correcto de la historia, como ayer en las calles de Bilbo, denunciado al paso de La Vuelta el genocidio del pueblo palestino”.

Acerca de la memoria democrática del país, manifiesta que “la ideología que fusiló a Lauaxeta es la misma que fusiló a Txiki y Otaegi, y es la misma que hoy en día sigue negando nuestros derechos como nación. Es más, quienes hacen comparaciones entre unos y otros, saben perfectamente que esa ideología está ganando mucha fuerza. Entre abertzales, debería existir un consenso en la raíz del asunto en este punto de nuestra historia”, apunta la secretaria general.

 

Asimismo, Blanco se ha referido a la seguridad ciudadana desde una perspectiva democrática general. “Es una tremenda irresponsabilidad ligar delincuencia a inmigración porque supone caer en el marco perverso y pirómano de la ultraderecha. Sin embargo, no por ello hay que rehusar el debate de la seguridad ciudadana, incluido el modelo policial, que es evidente que está desviado de una policía de proximidad al servicio de la ciudadanía”.

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