Celebramos firma del acuerdo de paz de Egipto. El acuerdo debe servir para garantizar una paz justa y duradera, que garantice la coexistencia pacífica de Palestina y Israel en dos Estados respetuosos con el derecho internacional.

Sin embargo, la presencia en la foto del acuerdo de una veintena de líderes mundiales, no puede ser una foto populista e hipócrita.

Más de 30.000 palestinos y palestinas, incluidos hombres no combatientes, mujeres y menores de edad, han sido asesinados sin que muchos de esos líderes consideraran que Israel estaba cometiendo un genocidio. El ejemplo más evidente es de la Presidenta del Consejo de Ministros italiano, Georgia Meloni, que dos años después de la masacre, continúa evitando el término.

No puede ser que quienes han perpetrado, o permitido un genocidio que ha acabado con más de 68.0000 personas, aparezcan en la foto como salvadores, y quienes lo han sufrido, el pueblo palestino, sean los perdedores que vuelven a una tierra arrasada hasta los escombros y con un futuro muy incierto.

Lamentablemente, aunque entre los negociadores hay personas de la talla de Jonathan Powell, mediador en el proceso de paz en Euskal Herria y en Irlanda, el acuerdo de paz de Egipto no soluciona el problema palestino. Con Netanyahu la paz será imposible, y está por ver qué vota la ciudadanía de Israel después de estos dos largos años. Aún y así, esperamos que, a partir de la firma del acuerdo, se inicie un camino firme que suponga el antes y el después de un conflicto tan enconado como éste y que desemboque en la paz definitiva.

Pal askatu