Los padres con hijos de entre cinco meses y 3 años que deseen llevarles
a una escuela infantil privada o pública pagarán, como máximo,
el 30 por ciento del costo total del servicio, según establece el decreto
que el Gobierno Vasco va a aprobar para regular el funcionamiento de estos centros.

La consejera vasca de Educación, Anjeles Iztueta, presentó hoy
en conferencia de prensa en Bilbao las líneas generales del decreto,
aprobado ayer por la Mesa Interinstitucional creada para debatir la regulación
de estos centros y que espera aprobar el Ejecutivo de Vitoria en el plazo de
un mes o mes y medio.

Los contenidos del decreto, que entre otras cosas establece que un bebé
o un niño no pueda permanecer más de 8 horas en una Escuela Infantil,
salvo en casos excepcionales, deberán ser desarrollados en posteriores
órdenes y normativas a redactar por el departamento, según explicó
Iztueta, quien recordó que este tramo de la educación no es ni
obligatorio ni gratuito.

El decreto consensuado por las instituciones implicadas (Gobierno Vasco, ayuntamientos
y diputaciones) y representantes de los trabajadores, padres de alumnos y centros
públicos y privados, basará el servicio a ofrecer a los padres
y niños en los parámetros de calidad y flexibilidad para adaptarse
a las situaciones concretas de cada familia.

El texto preverá también el establecimiento de una serie de becas
para aquellas familias que no puedan costear ese máximo del 30 por ciento
del servicio que establece la norma.

La puesta en marcha de estas Escuelas Infantiles requerirá la creación
este año y hasta el 2005 de entre 2.500 y 5.000 nuevas aulas y la inversión
de unos 72 millones de euros (unos 12.000 millones de pesetas).

Con ello, el departamento
de Educación espera consolidar las 21.377 solicitudes de ingreso en las
aulas de 0 a 3 años atendidas en este curso y cubrir en 2005 el 40 por
ciento de la demanda potencial que pueda existir de este servicio para las edades
de cero a un año y de uno a 2 años, cuyo porcentaje de atención
en este curso fue del 11 y del 24 por ciento, respectivamente.

Iztueta opinó que con estas previsiones dentro de tres años no
debería quedar fuera del servicio ningún niño cuyos padres
deseen llevarle a una Escuela Infantil.

El decreto prevé una discriminación positiva hacia las áreas
rurales del País Vasco y establece unos parámetros de ocupación
máxima por aula de 8 bebés en el tramo de cero a un año;
de 13 en el de uno a 2 años y de 18 niños en la de dos a tres
años.

El personal encargado de atender estas aulas serán todos titulados universitarios
o técnicos superiores en educación infantil con un perfil lingüístico
que tenderá a la potenciación del bilingüismo aunque, según
precisó Iztueta, se atenderá a lo establecido en esta materia
por la Ley de Normalización Linguística, la voluntad de los padres
y la situación socio-lingüística de cada zona de la Comunidad
donde estén implantados los centros.

Los horarios de
atención a los niños serán flexibles, de acuerdo a las
necesidades de cada familia, con máximos de hasta 12 horas de apertura
al día durante 11 meses al año o los 365 días del año,
según las posibilidades de personal en cada centro.

El decreto prevé subvencionar a los centros, tanto públicos como
privados, por este servicio, en cantidades aún sin determinar, pero que
rondarán un máximo del 70 por ciento para los de titularidad pública
y del 60% para los privados.

La consejera vasca advirtió de que la puesta en marcha de este servicio
tendrá un carácter experimental durante los próximos dos
años, expresó su deseo de que entre en vigor para el inicio del
curso 2002-2003, y consideró que existe tiempo suficiente para que los
centros públicos y privados que deseen acogerse al mismo se adapten a
las condiciones en él establecidas para recibir la autorización
correspondiente de su departamento.

Jatorria: Eusko Alkartasuna