Unai Ziarreta, presidente de EA La decisión de EA de concurrir en solitario a las autonómicas le ha situado en el ojo del huracán mediático. Se muestra optimista, confiado “si hacemos bien las cosas”; no se atisba duda en torno a una decisión que algunos han definido como un suicidio. Al contrario, Ziarreta evidencia su sorpresa ante el revuelo de una decisión, considera, más que previsible.

¿A Unai Ziarreta le habría gustado que la Ejecutiva Nacional tomara una decisión diferente sobre la coalición?

Unai Ziarreta es el presidente del partido y tiene que testar la voluntad mayoritaria del partido. Y la Ejecutiva Nacional ha hecho eso. Hay que tener en cuenta que ésta es una Ejecutiva de consenso en la que están representadas todas las sensibilidades del partido. Y ya dije que las decisiones de calado las iba a marcar el máximo órgano entre congresos, que es la Asamblea Nacional, donde están representada toda la militancia
de los siete territorios y todas las organizaciones locales. Me habría gustado más una u otra posición… Es la que es y yo creo que hemos sido capaces de generar internamente muchísima ilusión.

Eso, a pesar de la posición crítica de la militancia guipuzcoana…

De la Ejecutiva Regional. Pero la posición de la Ejecutiva Regional siempre ha sido conocida y pública y ya está. Tenemos el compromiso de que todas las estructuras del partido van a trabajar a tope para tener unos buenos resultados en las elecciones.

Patxi López especula con la posibilidad de que la ruptura de la coalición con el PNV sea “calculada”.

Me ha sorprendido el análisis tan ligero que Patxi López ha hecho de la cuestión. Es un análisis, cuando menos, rocambolesco.
Otra tesis es que la dispersión del voto nacionalista favorece las bazas del PSE-EE.

No tomamos la decisión ni para perjudicar al PNV ni para favorecer al PSE, sino porque la consideramos necesaria para salir del bloqueo político que vive este pueblo. Nuestro reto es recuperar la ilusión de esos miles de votantes abertzales que desde 2005 se vienen quedando en casa; que fruto de una ambigüedad, de una falta de claridad a la hora de exponer las posiciones y fruto también de la gestión, que yo creo que la coalición ha hecho, de iniciativas importantísimas y estratégicas, como el proyecto de nuevo Estatuto o la Ley de Consulta, se han ido quedando en casa. Ése es el reto de EA, pero también como sociedad. Porque hay una cosa clara: el 60% de la sociedad vasca es abertzale, según estudios sociológicos de toda índole, y el 30% es abiertamente independentista. Eso tiene que tener un reflejo en el Parlamento Vasco.

Pero ese sector sociológico…

(Interrumpe) Es que se han dicho también tonterías del estilo de que ahora pretendemos captar el voto de Batasuna y no sé qué. Nuestro nicho electoral no es Batasuna, se ha demostrado que Batasuna en este sentido es muy firme en sus posiciones. Nuestro nicho electoral son esas 200.000 personas que han dejado de votar a la coalición, ya sea juntos o separadamente.

Sí, pero esos votantes que reunió la coalición en 2001, en parte, provenían de un voto de la izquierda abertzale motivado para frenar el bloque Mayor Oreja-Redondo.

Hay otro error y es menospreciar al electorado. Es maduro y más en Euskadi, donde es un electorado politizado. Y en cada momento vota la opción que más le convence. Eso de que hay el electorado del PNV, del PSE, de la izquierda abertzale o de EA… Aquí la gente está muy politizada y vota en función de los partidos, de programas y de candidatos.

¿Su referencia de cara a marzo son las forales de 2007?

No es la referencia, aunque es quizá la más real. Consideramos que en una situación electoral normal nos podemos mover entre seis y ocho parlamentarios. Pero si somos capaces de generar ilusión de verdad, nuestro techo es mayor.

Esa “situación electoral normal” de la que habla, ¿incluye la presencia de una lista de la izquierda abertzale como ahora está presente EHAK?

Si somos capaces de generar una ilusión en torno a la necesidad de formar un polo soberanista importante en el Parlamento Vasco, nuestras expectativas no se acaban en ocho o nueve parlamentarios. Creo que la sociedad se está poniendo en vibración con esto.

Ha dicho que no teme a la polarización PNV-PSE, que es una cuestión más mediática que real. Explíquese.

Estamos copiando esquemas americanos que se intentan implantar en el Estado español, que si las mujeres de los candidatos… Esta polarización es mediática, pero la polarización real no es entre PNV y PSE, sino entre las formaciones políticas que apuestan por seguir gestionando las cosas como están y las que apostamos por dar ese salto, por superar ese muro y esas imposiciones unilaterales que vienen de Madrid.
EA ha sido muy dura con el PNV, le han acusado de “involución política”. ¿No se contradicen esas críticas con dejar la puerta abierta a un posible acuerdo postelectoral?

Yo quiero ser absolutamente respetuoso con todas las formaciones políticas y el PNV me merece el mayor de los respetos. Creo que la coalición ha tenido efectos positivos y hemos puesto sobre la mesa iniciativas concretas. Pero los hechos, los datos más allá de los discursos, son que cuando hemos tenido que dar un paso adelante, por parte del PNV ha habido una cierta sumisión a lo que ha venido desde Madrid. El ejemplo más claro
es lo que ha sucedido con la consulta. Ése es el análisis que hemos hecho en la dirección y en la militancia de EA. No quiero ser especialmente agresivo con nadie.

¿Ni siquiera la presencia de Juan José Ibarretxe como candidato les ha dado las suficientes garantías?

La realidad es que el lehendakari Ibarretxe no es el presidente del PNV y quien está marcando la línea política en el PNV, y al ejemplo del concierto político me remito, es Iñigo Urkullu y otras personas de ese entorno. Y estamos viendo una involución, un parón en lo político; un proyecto de concierto político difícilmente entendible, yo creo que la gente de la calle tiene dificultades; un planteamiento que es viejo, que ya se produjo en el EBB de Josu Jon Imaz, y que se ha demostrado que no tiene más recorrido. Porque esos planteamientos de bilateralidad pueden sonar bien, pero en el fondo son brindis al sol porque en la práctica el Estado te está demostrando un día sí y otro también que no cree en esa bilateralidad.

¿Han contemplado la posibilidad de que su decisión de ir en solitario facilite un acercamiento PNV-PSE?

(Silencio) Evidentemente sí se vislumbra en el ambiente político un posible acercamiento. Hay mucha gente en el PNV que aspira y empuja decididamente para reeditar una entente entre PNV y PSE. EA difícilmente va a llegar a acuerdos con partidos que niegan la existencia de este pueblo, me gustaría que el PNV hiciera un planteamiento similar. Porque lo cierto es que el PNV ya ha llegado a acuerdos, lo está haciendo con los Presupuestos del Estado español con el PSOE. Aquí hay grandes declaraciones públicas contra Zapatero por parte del PNV y su presidente pero luego, paralelamente, en el mismo espacio de tiempo están negociando presupuestos en Madrid con ese mismo Zapatero. Eso desmotiva al electorado abertzale y creemos que esa pérdida de ilusión se debe a la ambigüedad calculada y a la falta de claridad en la que nos hemos movido, también la coalición.

EA ha hablado estos días de la necesidad de abordar un salto cualitativo. ¿Cómo se concreta esa apuesta?

En el Parlamento Vasco tiene que haber una representación soberanista suficiente para plantar cara al Estado, para decirle que no vamos a aceptar más imposiciones unilaterales. Ése es el primer punto, ya llegará el momento de las iniciativas jurídicas concretas. Ahí tenemos nuestro proyecto de ley de soberanía, que creemos que puede ser un texto válido. Tenemos otra clave fundamental, que es la internacionalización de la cuestión vasca. Estamos demasiado tiempo mirándonos el ombligo. En el conflicto de Irlanda del Norte, buena parte de la solución vino de la internacionalización y del apoyo sin reservas desde otras realidad como Estados Unidos. Pero claro, también hay una dificultad importante, que por ejemplo hemos percibido esta semana pasada cuando hemos estado en Bruselas, que es la violencia.

Precisamente la persistencia de ETA ¿no es un obstáculo difícil de franquear para materializar este planteamiento político, por ejemplo en torno a ese polo soberanista?

Tenemos que articular ese polo, lo demanda la sociedad, y sólo se puede construir desde el respeto radical y absoluto a todos los derechos, humanos y colectivos. Ésa es la reflexión que debe hacer la izquierda abertzale y que está haciendo, quiero creer. A partir de ahí, todas las posibilidades están abiertas.

¿Ha contemplado EA algún tipo de colaboración electoral con Aralar?

(Silencio) En ese polo tenemos que estar todos, y Aralar también. La relación con Aralar es francamente buena en bastantes territorios y en relaciones personales. Tenemos posiciones políticas muy próximas.

Comparten gobierno en Álava…

Por ejemplo, no sólo gobierno sino también una buena relación. Pero de cara a estas elecciones nuestro planteamiento es concurrir en solitario.

Insisten todas las partes en que el Gobierno Vasco está blindado, ¿hay algún riesgo de que la ruptura con el PNV repercuta en las diputaciones de Gipuzkoa y Álava?

No, porque en las diputaciones de Álava y Gipuzkoa nos presentamos en solitario y estamos compartiendo gobierno y creo que se está funcionando bien. No tiene nada que ver una cosa con la otra.

La gran incógnita ahora es por qué territorio será candidato.

Yo me presentaré por donde diga la Asamblea Nacional.

Por tradición, el candidato a lehendakari lidera la lista de Gipuzkoa.

Sí, pero igual hay que cambiar esa tradición. Es verdad, el cabeza de lista es tradicional que vaya por Gipuzkoa. Yo soy vizcaino. Lo que pasa es que en EA las divisiones territoriales no son tan marcadas. Tenemos otra visión de la LTH y tal. A mí me gustaría presentarme por Bizkaia, pero eso lo dirá el partido.

¿Reflejarán las listas las dos sensibilidades de su partido?

Sí. El último congreso ha sido de unidad y de desaparición de tensiones. Hemos hecho un esfuerzo serio y creíble ahí y ese esfuerzo va a tener un reflejo en la elaboración de las listas, por supuesto.

Enlace: Entrevista en Diario de Noticias
Fuente: Diario de Noticias