Iñaki Ostolaza e Iñaki Agirrezabalaga valoran la situación creada con la moción de censura a Juan Carlos Alduntzin

Y el día 7, ¿qué?

PNV, PSE y PP consumarán este viernes la moción de censura contra Juan Carlos Alduntzin, Diputado de Medio Ambiente; obligarán al Diputado General a la sustitución de éste y ofrecerán a la sociedad guipuzcoana su discurso, levantado sobre la falacia de que Bildu no sabe gobernar. Lo harán a pesar de que la propia moción de censura demuestra que se están tomando decisiones y poniendo en marcha iniciativas que Bildu incluyó en el programa electoral más votado por los guipuzcoanos y guipuzcoanas y que molestan tanto a PNV, PSE y PP como para unirse en una estrategia común.

De cara al pleno de la moción de censura hay que aclarar dos aspectos. El primero, que la sustitución del diputado foral de Medio Ambiente no va a cambiar nada, porque quien le sustituya va a seguir defendiendo el programa electoral que presentó Bildu, como lo ha hecho el Sr. Alduntzin. El segundo, que todo esto no tiene nada que ver con la gestión de residuos, la incineradora, el Puerta a Puerta o la basura. Nada. Si no fuera este tema hubiera sido otro, pero la polémica hubiera sido así y ahora, porque estamos hablando de estrategia política electoral.

Y con esto no estamos diciendo que nuestra propuesta de gestión de residuos tenga que gustar a todo el mundo, por supuesto que no. Lo que decimos es que es una iniciativa contemplada en el programa electoral que mayor respaldo consiguió en las urnas; ha sido reconocida hasta por el Ministerio de Medio Ambiente español como la más eficaz; sigue fielmente las directivas de la Unión Europea, y ha generado el aplauso generalizado en las localidades en las que se ha implantado. Este tema no puede ser la razón de semejante ataque político e institucional. Quienes nos acusan de no saber jugar en las instituciones, saben que éste no es el proceder habitual.

Catorce meses después de las elecciones municipales y forales, vuelve el “todos contra Bildu”, se materializa en un “frente anti-Bildu”, que ciertamente nunca desapareció completamente, y vuelve, en un momento en el que se repiten las amenazas de ilegalización que creíamos posibles sólo en un tiempo felizmente superado.

Si no es por la gestión de residuos, por el PaP, y estamos convencidos de que no lo es, ¿por qué es? Porque la ilusión del cambio real ha pasado de ser una posibilidad a una realidad, en Gipuzkoa y en Euskal Herria. Y eso sí que el PNV no está dispuesto a permitir cuando, tras tres años fuera del Gobierno vasco, tiene toda su estrategia encaminada a recuperar Lehendakaritza. Como suele ser habitual en el PNV, no ha dicho qué planes tiene para realizar si consigue recuperar el Gobierno de Lakua, pero su objetivo está marcado y no se van a alejar ni medio milímetro de esa estrategia.

Lo peor de esta estrategia es que ni hace ni deja hacer. No gobierna porque el PNV no se atrevió a pactar con PSE y PP contra Bildu en la investidura del diputado general. Y trata de no dejar hacer, para intentar convencer de eso que llevan tres años repitiendo como un mantra: “sólo el PNV sabe gobernar”.

Pero es falso. Es falso que Bildu no sepa gobernar, si fuera cierto la moción de censura sería contra la accion del Gobierno foral en su conjunto y, sobre todo, la sociedad notaría la parálisis de las instituciones del herrialde. Pero después de anunciar que un Gobierno foral de Bildu traería el Apocalipsis a Gipuzkoa y constatar que todo sigue funcionando, intentan convencer a la sociedad de que no es así, que la realidad que se percibe en la calle es imaginaria.

Y es falso que el PNV sea el campeón de la gestión. Sin salir del herrialde tenemos los casos de la hacienda de Irun o Bidegi, por no hablar de tantos y tantos ayuntamientos en los que hemos encontrado las arcas vacías y deudas millonarias. Pero hay más, el caso Miñano en Araba o la incapacidad del diputado general de Bizkaia en explicar si Iberdrola tributó un solo euro a las arcas forales son buenos ejemplos de que hay muchos errores en su balance de gestión. Y eso, sin citar siquiera que el PNV ha sido el socio leal y acrítico de los sucesivos gobiernos españoles a la hora de diseñar su letal política socioeconómica.

Sin embargo, es más que un asunto de gestión. La cuestión es que en este cambio de ciclo político tenemos una inmejorable oportunidad para comenzar a construir nuestro futuro, definir qué tipo de herrialde y de país queremos. Eso es lo que está en juego. Si queremos construir Euskal Herria desde el modelo político y socioeconómico que nos ha traído hasta aquí y que es mucho más que eso, pero que también es incineradoras, vertederos y mínimo reciclaje.

Esa es la fotografía que veremos el viernes. Por una parte, los partidos que apuestan por continuar en los esquemas del pasado para no perder su pequeño ámbito de influencia, y, por otra, la apuesta de futuro, la apuesta de maximo reciclaje y compostaje, una apuesta real y adecuada a la realidad, la apuesta que ya han elegido los ciudadanos y ciudadanas. Este viernes se materializará un pulso, que ya esta perdido en la sociedad, porque ésta ha elegido el futuro.

Iñaki Ostolaza e Iñaki Agirrezabalaga

Fuente: Iñaki Ostolaza, Iñaki Agirrezabalaga