Cómo valora el resultado obtenido por EA en los comicios?

Ha sido positivo, ya que podíamos haber tenido mejores resultados pero también bastante peores. Hay que tener en cuenta las dificultades que entraña a la hora de transmitir nuestro mensaje el haber estado en coalición tantos años, así como el poco espacio del que dispones en campaña para presentarte como opción diferenciada.

Están, por tanto, satisfechos.

Sí, porque es un punto de inflexión y a partir de ahora tenemos que crecer
y recuperar espacio. Tenemos representación en todas las instituciones importantes salvo en el Ayuntamiento de Bilbao, lo que es una pena, pero en el resto miramos el futuro con optimismo, creo que es importante ser capaces de ir aumentando el compromiso social y los apoyos para con el partido.

¿Cabe pensar en qué resultados se habrían logrado de haberse presentado junto al PNV?

En el PNV se ha producido una dejación en la reivindicación nacional, con la propuesta de Nuevo Estatuto y la consulta popular guardados en un cajón, y para nosotros esa unión no podía estar basada únicamente en mantener los cargos. EA no está aquí para eso, sino para cambiar y mejorar las cosas.

Desde el PNV se achaca a la ruptura de la coalición el retroceso sufrido por las fuerzas abertzales.

El PNV ha perdido 100.000 votos respecto a las generales de 2004, donde no fuimos en coalición, por lo que no pueden imputarnos esa pérdida. Decir que es un mal resultado por la ruptura de la coalición es ocultar los datos porque hace tres años sacaron 421.000 votos y ahora han pasado a 320.000, por lo que cada uno puede sacar sus conclusiones.

¿Cree que el sector de EA favorable a la coalición puede elevar su voz ahora y pedir cuentas?

Esa decisión fue refrendada en un congreso extraordinario por una amplísima mayoría. La realidad del partido es la que es, ha apostado mayoritariamente por concurrir en solitario y creo que son unos resultados más que dignos teniendo en cuenta el reto que teníamos por delante. Después de tantos años difuminados en una coalición y con una fotografía un poco difusa, ahora tenemos una fotografía real de dónde están nuestras
fortalezas y debilidades, por ejemplo en la Margen Izquierda y el Gran Bilbao, que es donde tenemos que trabajar para reforzar el proyecto.

Ahora que su representación en las instituciones se ha reducido, ¿cuál debe ser su fórmula de trabajo?

A nivel de Bilbao hay que trabajar en los barrios, a través de los Consejos de Distrito y las asociaciones vecinales para transmitir de la manera más nítida posible el mensaje de EA. Hay que trabajar eso con más calma y en todas las instituciones, sin las dificultades de espacio y tiempo de la campaña. Ahora no tenemos las ataduras de otras épocas con la
coalición y hay que pensar única y exclusivamente en el país y en cómo nuestro proyecto puede mejorarlo a nivel de juntas y de ayuntamientos como Gernika, que para nosotros ha sido una victoria histórica.

¿Debe buscar EA un espacio propio en el panorama político actual?

El gobierno o la gestión en diputación también dificulta, a lo largo de toda una legislatura, la transmisión de un proyecto de manera nítida, porque al final estás cogestionando desde una posición minoritaria con el PNV, un partido con muchos más diputados. Es más fácil transmitir eso desde la oposición y eso es lo que vamos a hacer, una oposición responsable.

¿Cree que se puede considerar al PSE el vencedor de los comicios?

Creo que no, ha tenido una subida importante en Gipuzkoa a cuenta de los casos de corruptelas que han ido aflorando en campaña electoral y poco más. El fenómeno al alza se calca siempre con respecto a lo que sucede en el Estado, es un voto que fluctúa en función de quién gobierna en Madrid.
En este caso, tanto el PP como el PSOE tenían claro que el PP iba a bajar algo, y que ese algo iba a ir a los socialistas.

Deia
Fuente: Unai Ziarreta