Rafael Larreina, portavoz de EA en el Parlamento vasco

Artículo
tomado de
www.larreina.net

Esta semana la actividad parlamentaria tiene como hecho más destacable,
la finalización de las comparecencias en la “Comisión especial
sobre Autogobierno”. A lo largo de los últimos meses han pasado
por la Comisión una gran parte de los representantes políticos
que negociaron y acordaron el Estatuto de Gernika en el año 78 y 79,
así como responsables institucionales de Ayuntamientos y Diputaciones,
y representantes sociales del ámbito sindical y empresarial, o universitario.
La comisión
ha desarrollado su trabajo con cierta normalidad hasta esta última semana
en que representantes socialistas y populares no estuvieron presentes en las
últimas comparecencias. En otras comparecencias anteriores tampoco estuvieron
los representantes de Batasuna. Esta política de silla vacía ante
personas representativas de una parte de este País, como es el secretario
general de ELA Jose Elorrieta, o como pueden ser otros representantes del Partido
Popular, demuestra que todavía hay una parte de nuestra clase política
a la que sólo le gusta escuchar lo que quiere oír, y que está
cerrada a ese paso preliminar del diálogo que es el escuchar.
Desgraciadamente
en esto el Parlamento si tiene mucho que ver con la calle y la sociedad a la
que representa. Estos día hemos podido ver, en el plazo de una semana
una manifestación en contra de la tortura en la que escuchábamos
la tragedia de algunas personas que habían sufrido esas prácticas
degradantes, inhumanas e inaceptables en democracia; esta manifestación
tuvo poca acogida en un sector amplio de nuestra sociedad que no escucha ni
da crédito a estos sucesos; pero no es menos cierto que en dicha manifestación
tampoco se escucho la más mínima alusión a esa otra forma
de tortura que constituye por ejemplo la violencia de persecución. En
la calle como en el Parlamento cada vez hay mas incomunicación y distancia
entre dos sectores significativos de nuestra sociedad y, lo que es peor, por
parte de ambos sectores se nos niega a otros cualquier posibilidad de contar
con un punto de apoyo para servir de puentes.
Una vez finalizadas
las comparecencias, hemos comenzado a elaborar el informe con el reto de reflejar
todas las posiciones e intentar alcanzar algún acuerdo que nos permita
avanzar y salir de la actual situación de bloqueo. Nos guste o no nos
guste el Estatuto que se está aplicando no es el que aprobamos en referendum
en el 78. Por otra parte, hoy todas las encuestas realizadas en los últimos
dieciocho meses, tanto por el CIS como por el Gobierno Vasco o diferentes medios
de comunicación, nos dicen que una mayoría amplia, que también
tiene su presencia significativa entre los votantes del PP y del PSE-EE, desea
y pide más autogobierno que el que contiene el Estatuto de Gernika que
aprobamos en su día.
Con estas premisas,
en dicho informe deberíamos poner las bases para alcanzar un nuevo consenso
político, un nuevo marco político que, como señaló
el Lehendakari Garaikoetxea en su comparecencia, de respuesta a esa demanda
social, integre a todas las fuerzas representativas de nuestro pueblo y concilie
de forma aceptable para todos una respuesta a dos de los problemas de fondo
del conflicto político la soberanía, su ejercicio, y la territorialidad.
En los próximos
días veremos si, en esta Comisión especial del Parlamento, somos
capaces de poner ese deseable hito en el autogobierno vasco.

Fuente: Eusko Alkartasuna