Sabin Zubiri Descalificar los planteamientos del adversario, sin argumentarlos, es una sutil forma de desprecio, indigno de un defensor de los derechos de todos.

Leí, en el periódico Deia del 17-11-02, la entrevista que le han hecho a Vd. Sr. Don Enrique Múgica Herzog y he quedado admirado de su ignorancia y lejanía con la realidad actual.

Le preguntan «Qué opina Vd. de la propuesta del Lendakari?». Y Vd. contesta: «Un auténtico disparate, desde todos los puntos de vista». Ahí es nada, una irracional descalificación, sin más.

La periodista le dice que el Gobierno Vasco se queja de que en más de veinte años no se han transferido todas las competencias acordadas en el Estatuto. Su contestación es peregrina: «Que se deje de tonterías el Gobierno Vasco. Prácticamente están todas transferidas. Sólo hay unas minucias que hay que transferir». ¿Está Vd. seguro, Sr. Múgica? Vd. que como Defensor del Pueblo
debiera de conocer a fondo este tema, ¿lo cree así?

Comparando Catalunya y Euzkadi dice: «En Catalunya no se vulneran los Derechos Humanos, no se vulneran la Constitución y el Estatuto. Y yo le pregunto ¿en Euzkadi sí? ¿Cómo y cuándo Sr. Mugica? Me gustaría que me lo aclarara.

Le dice la periodista que La Vanguardia ha escrito que el Defensor del
Pueblo no puede entrar en cuestiones políticas. Vd. reacciona enfadándose, sin más. Le disgusta a Vd. oír la verdad. Me parece que esta entrevista le fotografía a Vd. tal y como es.

Total que Vd. como tantos otros detractores que no han leído o no han
entendido la Propuesta del Lendakari tratan de torpedearla sin exponer razón alguna para ello, simplemente porque no les gusta. Permítame que le razone, desde mi punto de vista desde mi experiencia política, por qué creo que es una iniciación del diálogo para superar la actual situación de enfrentamiento y crispación, y para tratar de acabar con ETA. ¿Cuál es la Propuesta del Lendakari? Se la voy a analizar.

En su Preámbulo rechaza claramente:

a) la violencia, porque obstruye la convivencia y el avance del País.

b) rechaza el autoritarismo español, porque la separación e independencia de los tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial es cada vez menos nítida. Incluso dice que esto está muy claro y que a la vista de las últimas decisiones adoptadas se ve palpablemente que existe una clara dependencia del poder legislativo y judicial con las disposiciones del Gobierno y

c) rechaza la Ley de Partidos por su intento de excluir a una parte de la sociedad, y razona este rechazo: «¿Alguien piensa de verdad que arrojando a la clandestinidad a 200.000 personas se va a eliminar la violencia de ETA o se va a aumentar la seguridad ciudadana y que se va a reducir la crispación y la división social, nos va a acercar a la Paz?

El Lendakari apuesta razonadamente.

a) por la construcción social,

b) apuesta por el respeto a la vida y a todos los derechos humanos de todas las personas «Estoy convencido, dice, de que el respeto a todos los derechos humanos de todas las personas, y subrayo de todas las personas, tanto en su esfera individual como colectiva es la clave para la Paz» y

c) apuesta por el respeto al derecho del Pueblo Vasco a ser consultado para decidir su propio futuro, «El respeto a los marcos jurídicos y políticos construidos por voluntad de la sociedad vasca. Esto es el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika».

Lea Vd. el Apartado 4: Un compromiso democrático con el cumplimiento íntegro del Pacto Estatutario de 1979. ¿Es que Vd., Defensor del Pueblo, supongo que del Pueblo Español, del Catalán, del Gallego y del Vasco, puede negarse a que se cumpla el Estatuto completo? ¿o decir alegremente que está todo transferido salvo algunas minucias?

Lea Vd. el Apartado 5. La propuesta del Lendakari es «Un camino que culmina en el respeto a la voluntad democrática de la sociedad vasca». Un proceso que es

a) abierto, lo que quiere decir que está sujeto a la libre participación de todas «las sensibilidades políticas y sociales, presentes en la sociedad vasca y que deseen participar» y que es

b) flexible: entiendo yo que abierto y flexible quiere decir que es una
invitación a cuantos quiera participar en él, para mejorarlo.

c) legal: que se atendrá a las normas estatutarias y constitucionales
vigentes. Y

d) democrático pues deberá su propuesta ser ratificada atendiendo a la mayoría democrática de la sociedad vasca, mediante referendum, que habrá de celebrarse cuando todo el mundo pueda expresarse en total libertad con ausencia total de la violencia.

Las fases del proceso, para que se lleve a cabo la propuesta del Lendakari serán:

a) Presentación de la propuesta: La presentó el día 27 de setiembre en el Parlamento, a la vez que invitaba a todas las fuerzas políticas a
participar.

b) Participación. Abre un proceso de participación social: «La sociedad
tiene derecho a conocer, participar y opinar sobre las bases y principios de este proyecto. Deseamos recabar la opinión y aportación de la propia sociedad para incorporarlas».

c) Elaboración y presentación un borrador de texto articulado. Y se puede decir más alto, pero no más claro que tomará en consideración las aportaciones sociales y políticas que haya habido.

d) contraste político y social y negociación con el Estado. Esta propuesta será llevada primeramente al Parlamento para su tramitación y de conformidad con el procedimiento contemplado en el Estatuto de Gernika, se abrirá a continuación los procedimientos pertinentes de negociación y pacto con el Estado, y

e) Se procederá a la ratificación definitiva en referéndum por parte de la sociedad vasca del Pacto político alcanzado con el Estado, o en su caso, del proyecto aprobado por el Parlamento Vasco, en un escenario de no violencia y sin exclusiones.

En cuanto al tema de la violencia lo que dice el Lendakari: «Decimos sí a la vida, sí a la libertad, y sí a la pluralidad y rechazamos rotundamente el asesinato, la extorsión la tortura, la tortura y la exclusión por razones políticas y sociales.

Y en cuanto a su condena a Batasuna, expresada muchas veces por el
Lendakari, se vuelve a ratificar en ella una vez más cuando dice: «No
estamos dispuestos a aceptar lecciones de ética, de quien exige a los demás solidaridad ante su exclusión política pero se niegan a mostrar su solidaridad con las personas amenazadas, torturadas o asesinadas por ETA, que son quienes sufren la mayor de las exclusiones posibles». Bien claro está que está hablando de Batasuna y que se duele de las víctimas, de sus sufrimientos, de los que tienen la desgracia de vivir con escoltas, y que condena, sin paliativos su silencio, cuando no su satisfacción por los crímenes de ETA.

A mí, su propuesta me ha entusiasmado. Ya sé que habrá quien no esté de acuerdo, lo admito, pues bien que lo razonen, pero no como lo están haciendo gentes que, estoy seguro, ni siquiera se han molestado en leerla íntegramente.

Es clara la invitación al PP, al PSOE, a Vd. Sr. Mugica y a cuantos lo
deseen para que corrijan, amplíen, cambien, discutan y pueden presentar nuevas propuestas más a acordes con su recto y leal saber y entender, tratando de hallar un consenso, que buena falta nos hace en Euzkadi.

Apuesta por las vías legales y democráticas y propone una consulta a la sociedad, mediante referendum, cuando se haya logrado un clima de total ausencia de la violencia. ¿Se puede pedir más de lo que ofrece el Lendakari? En definitiva, ¿por qué Vd. Sr. Mugica y otros que no estén de acuerdo con la propuesta, no presentan un plan alternativo viable? Y que sea tan bien razonado.