Rafael Larreina vaticina un congreso de su partido «tranquilo» y apuesta por remarcar el perfil «socialdemócrata, cívico y republicano» Rafael Larreina, secretario de Organización de EA, vaticina que el congreso que su partido celebrará los próximos 23 y 24 de noviembre será tranquilo, de síntesis de posiciones, con una apuesta por remarcar «el perfil socialdemócrata y el republicanismo democrático de EA».

-¿Las heridas del último congreso han cicatrizado ya?

-Creo que sí, que todos hemos aprendido del pasado. Hay que desdramatizar las cosas. Hace cuatro años hubo dos listas y eso dio una sensación de enfrentamiento porque era una experiencia que nunca habíamos tenido. Fue un congreso muy democrático, muy transparente, y la ejecutiva saliente tuvo un apoyo de media del 66%. Queremos ahora un congreso de normalidad donde se debatan las cosas. Porque pensamos que EA ha sido pionera en el discurso político en el ámbito del soberanismo, con una visión amplia y un sentido cívico y republicano, basado en la voluntad de la ciudadanía y nada etnicista.

-Y de nuevo inciden en el marchamo socialdemócrata. ¿Por qué?

-Quizá nos hemos centrado más en los primeros años en nuestro perfil de radicalidad democrática y coherencia abertzale y habíamos descuidado el desarrollo intelectual e ideológico sobre la socialdemocracia.

-Es que cada vez que se acerca el congreso ustedes reflexionan sobre su razón de ser…

-Hay un consenso muy amplio porque en el pasado, desde fuera, siempre se ha cuestionado el proyecto político de EA y su razón de ser. Dentro lo tenemos muy claro. Las tesis que EA ha defendido en solitario ahora son defendidas por otras fuerzas. Y tanto el PNV como el MLNV están convergiendo en términos históricos hacia nuestro terreno de juego.

-¿Estarán dentro de la nueva ejecutiva nacional las voces afines al sector liderado por Iñaki Galdos en Gipuzkoa?

-Lo decidirá el congreso. La voluntad del partido es que pueda estar todo aquel que forme parte de él siempre que tenga un compromiso claro con la defensa y reforzamiento de EA y con la necesidad de hacer frente al trabajo que conlleva cualquier cargo, que los cargos son cargas. La mayoría de la base social quiere gente que esté dispuesta a trabajar y no a conspirar, que es un peligro universal de todos los partidos del que no se escapa EA

-El plan Ibarretxe les deja muy poco margen de maniobra en el terreno nacionalista. ¿No cree?

-Todo lo contrario, hemos conseguido que el PNV clarifique su posición. A la hora de concretar ese proyecto también hay matices diferentes. Nosotros ahora mismo tenemos un texto de proyecto articulado que vamos a poner encima de la mesa del lehendakari como aportación de EA a esa labor de consenso y de búsqueda de puntos comunes y nos gustaría que ese texto fuese el que saliese como propuesta del Gobierno Vasco y se tramitase en el Parlamento, aunque estamos seguros de que no va a ser así porque hay temas que no van a ser compartidos ni por el PNV ni por IU.

-¿Cuándo presentarán su proyecto? ¿Antes del próximo día 25?

-Sí. Primero, por lealtad al lehendakari, se lo presentaremos a él y luego lo vamos a hacer público porque la ciudadanía tiene derecho a saber lo que propone cada partido.

-¿Y cómo concretan su oferta? ¿Como un estatuto de soberanía?

-El concepto es el de una ley fundamental, una constitución vasca en la que se establecen las relaciones que queremos tener con el Estado. Es una propuesta de nuevo marco jurídico-político para un tiempo determinado que será acordado con otros. Lógicamente éste no es el objetivo finalista de EA, que es la independencia sin fronteras en Europa.

-¿Pero defenderán su proyecto durante la tramitación del plan Ibarretxe en el Parlamento Vasco?

-Vamos a defender nuestro modelo. Pero, lógicamente, si damos el acuerdo a un plan de gobierno nuestro compromiso estará con ese plan. Otra cosa es que cada uno pueda mantener en ciertos aspectos su propia opinión.

-Ezker Batua ya ha advertido que defenderá su propio proyecto.

-Hay que ser claros y si uno está en un gobierno y aprueba una propuesta de gobierno, la aprueba. No se puede estar en la procesión y repicando.

-La corriente que perdió el último congreso de EA, y que defendía la coalición estable con el PNV, ha visto que el tiempo les ha dado la razón en este aspecto…

-No ha dado la razón a unos u a otros. Lo que hemos hecho ha sido aplicar lo que se aprobó en el congreso de Iruña y la ponencia actual sigue defendiendo ir solos a las elecciones, sólo que puede haber circunstancias extraordinarias en las que pueden darse otras estrategias. La diferencia fundamental hace cuatro años fue subrayar que EA tiene razón de ser y debía reforzar su proyecto, porque responde a una demanda social, que es necesario desde el punto de vista abertzale para hacer avanzar este país. Si no hubiera existido no estaríamos en el actual escenario de avance hacia el soberanismo. Somos más necesarios que nunca porque somos la única garantía de que este proceso soberanista siga para adelante.

-¿Ese afán por desmarcarse trasluce cierto temor a que el PNV fagocite su espacio?

-Nuestra base social -un 90%- no contempla esto en absoluto. Más aún, lo lógico es que, a medida que el escenario vasco se vaya normalizando, las alianzas se produzcan más por razones ideológicas de modelo social que por razones de modelo de país.

Relevo en el PNV

-¿Les preocupa que el relevo al frente del PNV complique el proceso?

-Es el peligro que puede haber sobre todo cuando los procesos de renovación son convulsos y nunca sabes por dónde pueden salir. Somos respetuosos con los procesos internos de otros partidos y lo vamos a respetar aunque decimos muy claro que no vamos a permitir que el rumbo marcado por el Gobierno Vasco se tuerza o se vuelva al pasado entre otras cosas porque estamos firmemente convencidos de que en el pasado no hay solución. Ni va a haber una Mesa de Ajuria Enea dos ni un un Pacto de Lizarra dos.

-¿Los ritmos pueden aminorarse?

-Los ritmos no nos preocupan. Entiendo que deben acoplarse con realismo a la sociedad, que es la que los marca. Lo importante es el rumbo.

-La ponencia de EA deja abierta la puerta a una amplia coalición en las próximas generales que vaya desde el PNV a Aralar pasando por EA y Batzarre. ¿Solución de síntesis de difícil viabilidad no?

-En la ponencia se deja el tema abierto porque en este país hacer pronósticos resulta muy difícil. Como posición personal yo sería partidario de plantearnos por parte de las fuerzas políticas que estamos en favor del derecho de autodeterminación, de los derechos humanos y de un nuevo marco la puesta en marcha de un gran bloque vasco, electoral y político.

-¿A qué partidos abarcaría?

-Podrían entrar desde el PNV, IU y otros partidos como Aralar o Zutik, y sectores sociales de Batasuna que están en desacuerdo con la violencia, y por supuesto EA. Sería una demostración práctica de que la mayoría social de este país está en esa línea, más de un 60%. Si no es bueno un 51% para marcar el futuro, tampoco lo es que un 49% lo condicione.

ALBERTO SURIO. diariovasco.com
Fuente: Rafael Larreina