Rafa Larreina Ante el riesgo siempre presente de que las instituciones se alejen de la sociedad a la que sirven, Eusko Alkartasuna ha afrontado el debate sobre la reforma del Reglamento del Parlamento vasco con un objetivo claro que espero sea compartido por todos los grupos: acercar la vida de la Cámara a la gente y abrir cauces prácticos y reales de participación en la actividad parlamentaria. Las nuevas tecnologías abren todo un mundo de posibilidades que debemos explorar para fomentar la participación ciudadana y hacer que el Parlamento vasco, la sede de la voluntad popular, abra sus puertas de par en par a las propuestas, preocupaciones, deseos e inquietudes de la ciudadanía.

Un Parlamento próximo y participativo debe ser, por definición, un Parlamento transparente y sin espacios opacos. Éste es un derecho de la sociedad y por eso creemos imprescindible que el Reglamento de la Cámara contemple la celebración de plenos de control al Gobierno y facilite la creación de comisiones de investigación cuando ello sea necesario.

Participación, proximidad, transparencia son conceptos clave para Eusko Alkartasuna y deben tener cabida en el nuevo Reglamento, al igual que otras dos ideas fundamentales para cualquier abertzale: la territorialidad de Euskal Herria y el carácter soberano del Parlamento. De ahí que nuestras enmiendas contemplen esa realidad innegable de nuestra relación preferencial con Navarra e Iparralde, así como el respeto a la voluntad de los habitantes de Treviño. Y nos oponemos a que jurar la Constitución española, negadora de los derechos de nuestro pueblo, sea requisito obligatorio para representar a los ciudadanos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en la Cámara vasca.

Si a alguien le hace feliz jurar el texto constitucional, que jure tantas veces como desee, pero, primero, es un error centrar en ese punto la validez o no del Reglamento y, segundo y más importante, nadie tiene derecho a supeditar la voluntad soberana de los ciudadanos de esta parte de Euskal Herria a una Constitución que nunca ha sido refrendada por la mayoría de la
sociedad vasca y que ni contempla ni respeta el derecho de autodeterminación del Pueblo Vasco.

Rafa Larreina es vicepresidente segundo del Parlamento vasco y parlamentario de EA

Fuente: Rafael Larreina