“El portavoz, Alberto Catalán, quedó en evidencia al afirmar que el hecho de que se cumpla o no esta resolución es voluntad del Ejecutivo”, afirma El presidente de Eusko Alkartasuna en Navarra, Maiorga Ramirez, considera que el hecho de que el portavoz del Gobierno de Navarra, Alberto Catalán, saliera ayer en defensa de la decisión del Consejero de Cultura, Juan Ramón Corpas, de no atender el mandato parlamentario de rotulación bilingüe del Baluarte, apelando a la voluntariedad del Ejecutivo a la hora de dar cumplimiento a este tipo de resoluciones “evidencia su nulo talante democrático y pone de manifiesto que para UPN la guerra contra el euskera es una piedra angular de su Gobierno, una obsesión que es capaz de llevar hasta sus últimas consecuencias, incluso pasando por encima de la voluntad de la mayoría”.

“El portavoz, Alberto Catalán, quedó en evidencia al afirmar que el hecho de que se cumpla o no esta resolución es voluntad del Ejecutivo. En este caso de falta de ella, incluso y aun a costa de enfrentarse a la mayoría de la Cámara en una cuestión además sensible para miles de navarros y navarras, que forma parte de la identidad de nuestra Comunidad”, expone Ramirez.

“Apela el señor Catalán a la normativa para zafarse de su obligación en este tema. La actual Ley del Euskera dice que es deber de las instituciones navarras la preservación y promoción de esta lengua. ¿Qué impide al Ejecutivo cumplir la demanda del Parlamento? Desde luego, no la normativa”, resalta.

“Desde que UPN llegó al poder su único interés sobre la normativa en torno al euskera ha sido rebajar las obligaciones de la Administración para su uso y fomento, con el único fin de evitar que su estrategia política de recortes y restricciones permanentes a la presencia de esta lengua pudiera tener una respuesta tan contundente por parte de los tribunales que quedara totalmente invalidada. Aun así, pese a las múltiples restricciones introducidas vía decreto, han sido numerosas las sentencias acumuladas por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Iruña en los últimos seis años por haber propasado a la baja, en su práctica política, los términos de su propio decreto”, recuerda.

“Pese a que, como todos sabemos, la aversión de UPN al euskera es un hecho evidente, periódicamente trata de disfrazarla con tan variados como variopintos argumentos. Pues bien, este caso, el hecho de que esté dispuesto a enfrentarse a la mayoría parlamentaria con tal de que esta lengua no luzca en El Baluarte lo deja claramente en evidencia”, subraya.
“UPN es especialista en ver gigantes donde hay molinos, y en convertir su persecución a un tesoro cultural propio como el euskera en una auténtica y feroz batalla contra la sensibilidad de la mayoría de los navarros y navarras, representadas por los grupos que apoyamos en su día dicha resolución. Hasta Manuel Fraga en Galicia ha hecho una política lingüística más abierta que el señor Corpas, el señor Pegenaute y todo el Gobierno de Miguel Sanz. Es realmente lamentable”, concluye.

Fuente: Maiorga Ramirez