“El Gobierno de Navarra actúa como el perro del hortelano, cicatea los avances de los demás, pero no hace aportaciones propias en positivo al debate que está teniendo lugar en el Estado”, afirma El presidente de Eusko Alkartasuna en Navarra y parlamentario foral, Maiorga Ramirez, respondió hoy a las declaraciones críticas del presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, y el secretario general de UPN, Alberto Catalán, en torno a la consideración de Cataluña como nación en su estatuto, tratando de desligar dicho reconocimiento de cualquier proyección práctica, y recordó a ambos dirigentes que “quienes reclamamos mayor poder de decisión para nuestras comunidades, tanto de las instituciones como de la ciudadanía, aspiramos a una capacidad mayor para gestionar mejor nuestros recursos, y por tanto, a mejorar el nivel de bienestar de nuestra sociedad”.

El presidente de EA critica al Gobierno de Navarra porque “actúa como el perro del hortelano, cicatea los avances de los demás pero no hace aportaciones propias en positivo al debate que actualmente tiene lugar en el Estado, y mucho menos se plantea que Navarra tome la iniciativa en un debate tan fundamental para nuestro desarrollo político, económico y social”, apunta.

Por otra parte, el parlamentario de EA considera “lamentable” que el presidente navarro, Miguel Sanz, plantee dicho reconocimiento nacional “como un conflicto de lealtades y no como una evidencia de pluralidad” y acusa a UPN de “anteponer su lealtad a la idea de España al bienestar de la ciudadanía navarra y sus derechos democráticos”.

“Con estas actitudes de crítica permanente a la iniciativa ajena, UPN evidencia el pánico de un partido de trayectoria dudosamente democrática ante un debate institucional que, treinta años después de la dictadura, es de justicia y debería verse con total normalidad por parte de cualquier formación política que se considere democrática. En lugar de entender este debate como una oportunidad histórica para resolver insuficiencias y cuestiones pendientes en materia de reivindicación autonómica y foral para Navarra, UPN lo enfoca como un problema y agita fantasmas con el fin de intentar generar miedo y confusión, y tratar de evitar un debate que en Navarra es más necesario si cabe que en otras comunidades históricas y con capacidad de autogobierno propia”, afirma.

“Pretender, como hace UPN, desvincular a Navarra de un proceso que ya es irrevocable y que marcará la futura configuración del Estado es renunciar a un protagonismo en este proceso que puede tener consecuencias históricas en el desarrollo social y político de Navarra, y desaprovechar una ocasión que quizá no vuelva a presentarse en mucho tiempo para mejorar nuestro marco de convivencia, y abrir su desarrollo a las generaciones futuras”, opina.

“La pluralidad nacional del Estado es un hecho reconocido en la propia Constitución española por lo que interpretar el reconocimiento de una nación en un estatuto de autonomía como un riesgo para la unidad constitucional es manipular intencionadamente la realidad con el objetivo de crear alarmismo en determinados sectores y tratar de presionar y amilanar a un Partido Socialista cuyo gobierno prometió respetar la voluntad mayoritaria del Parlament catalán mientras rechazaba en el Congreso de los Diputados la propuesta que también por voluntad mayoritaria de otro Parlamento, el vasco, fue aprobada el pasado 30 de diciembre, utilizando una mayoría ajena a la realidad institucional de la CAV como la del Congreso de los Diputados. Esta actuación, y la apelación del secretario general del PSN, Carlos Chivite, al Congreso como filtro de las propuestas de reforma de estatuto de las distintas comunidades autónomas desenmascaran la demagogia del Partido Socialista en este tema, porque en la práctica toda capacidad de decisión en las distintas comunidades se supedita a la ideología y los intereses de los dos partidos centralistas”, concluye.

Fuente: Maiorga Ramirez