El portavoz parlamentario de EA, Rafa Larreina, afirmó hoy que “no se puede exigir al mundo de Batasuna que haga política y que, cuando quiera hacerla, se le cierren las puertas”. Además, señaló que “nunca han hablado con tanta claridad” sobre su “apuesta” por las vías políticas y democráticas, pero señaló que hay “una falta de credibilidad” hacia lo que dicen.

En declaraciones a Radio Euskadi, Larreina manifestó que Batasuna “ha dicho mucho más de los que han dicho otros en el pasado”, en referencia a Euskadiko Ezkerra, “cuando los polimilis abandonan la estrategia de la violencia”, a la propia Aralar, o a “otro tipo de gentes que andan por ahí”.

En este sentido, recordó la intervención del portavoz de Sozialista Abertzaleak, Arnaldo Otegi, ayer en el Parlamento vasco, durante la cual afirmó que “no tolera que nadie ponga en duda la apuesta de la izquierda abertzale por las vías políticas y democráticas”. Para el dirigente de EA, el discurso de Otegi fue “clarísimo”. “Nunca han hablado con tanta claridad”, añadió.

Por ello, dijo que “hay que exigir un esfuerzo” con el fin de “apoyar ese camino, para que, cuando Batasuna dice que ellos apuestan exclusivamente por las vías políticas, eso lo creamos y seamos capaces de eso pueda ser una realidad”.

“Lo que no puede ser es exigir al mundo de Batasuna que haga política y que, cuando quiera hacer política, cerrarle las puertas. Es otra de las contradicciones que ahora mismo tiene el sistema”, añadió.

En su opinión, “se produce una falta de credibilidad” de la formación abertzale y, por ello, “toda la sociedad vasca exige más, exige cosas que no ha exigido a otros y eso tiene que ser un motivo de reflexión”.

“Quienes estamos haciendo un esfuerzo importante por apoyar ese proceso, esa salida y ese camino que ha emprendido Batasuna, muchas veces nos encontramos con grandes dificultades porque no hay credibilidad porque, con demasiada frecuencia, no se ha tenido en cuenta a los demás y ese es uno de los problemas de fondo”, agregó.

En este sentido, criticó que, “cuando desde el mundo de Batasuna se habla, no existe nada más que ellos, nunca nadie ha hecho nada, y todo el mundo tiene que hacer lo que ellos dicen o, si no, no hay ni proceso, ni camino ni nada”. “Eso es fruto de una cultura, quizá de muchos años, de intolerancia, de no contemplar el conjunto de la sociedad vasca con su pluralidad y que cuesta cambiar”, lamentó.

Fuente: Rafael Larreina