Maiorga Ramirez ha pedido explicaciones al Gobierno foral por los fallidos procesos de adjudicación de los antiguos terrenos de la Superser, primero a Ikea y posteriormente a una empresa que planeaba construir una residencia, afirmando que los errores cometidos han supuesto consecuencias negativas para las arcas forales.
La ciudadanía no entiende, ha afirmado el parlamentario de EH Bildu en Nafarroa en el Pleno celebrado hoy, que “no haya habido penalización para una empresa después de no cumplir sus compromisos y obligaciones”. Sobre todo, “por la asimetría tan evidente a la que se enfrenta la ciudadanía navarra en sus relaciones con el Gobierno de Navarra o el ámbito privado, donde no existen las condiciones que se han dado en este caso”.
El representante de EH Bildu ha lamentado lo sucedido porque “se trata de una parcela con importantes posibilidades”, y ha recordado que el Gobierno foral suscribió en 2016 un acuerdo con Ikea “del que se hizo alarde en los medios de comunicación con concreción de lo que iba a suponer: 350 trabajadores; 2,1 millones de euros en IVA; 1,3 millones en Impuesto de Sociedades; 300.000 € en retenciones de los trabajadores; 160.000 € en impuesto de grandes superficies,…”.
Sin embargo, y pese a que en marzo de 2019 se seguía dando por hecho la implantación de la multinacional sueca, en junio se firmó un contrato de renuncia que se hizo público en plenos Sanfermines.
Ramirez cuestiona “cómo es posible que después de tener secuestrada una parcela y haber suscrito un contrato, ambas partes acuerden renunciar sin reclamarse nada, a pesar de que el Gobierno de Navarra ya ha pagado un millón de euros por la demolición y que en el contrato hay cláusulas muy claras que establecen obligaciones”. Por ello, se pregunta si “Gobierno de Navarra ha incumplido alguno de sus compromisos”.
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