EA ha abierto un proceso de interlocución con el resto de partidos para analizar la situación y estudiar las alternativas de colaboración de cara al 2007 La Ejecutiva Regional de Eusko Alkartasuna en Nafarroa asegura que “los abertzales vamos a ser el motor del cambio social y político en Navarra”. Así lo afirma en el último documento aprobado por el órgano de dirección de este partido en Nafarroa, en el que, además, anuncia haber abierto una ronda de interlocución con el resto de fuerzas políticas presentes en esta Comunidad, para analizar la situación, y estudiar las alternativas de colaboración con el fin de impulsar el proceso de pacificación y normalización política y el cambio de Gobierno en 2007.

La Ejecutiva Regional de Eusko Alkartasuna en Navarra se reunió esta semana para analizar las expectativas abiertas por la declaración de alto el fuego permanente por parte de ETA. Una noticia “esperanzadora, que abre un nuevo escenario político en el que deben imponerse las vías políticas y el diálogo entre los partidos”. En este momento, considera “prioritario” consolidar el proceso, y exige “gestos de distensión al Gobierno español y la suspensión de todas aquellas medidas que vulneran derechos fundamentales, tales como la Ley de Partidos o la estrategia de dispersión de los presos”.

EA de Navarra afirma que el proceso político “debe culminar con una restitución de todos los derechos hoy violentados, y un reconocimiento efectivo de la pluralidad, que garantice la igualdad de condiciones y oportunidades de todos los proyectos para materializarse en democracia”. “Sólo mediante este reconocimiento conseguiremos una convivencia democrática y estable, en la que todas las ideas puedan defenderse libremente, sin imposiciones ni distorsiones de ningún tipo”.

PAZ, NORMALIZACIÓN Y DECISIÓN

Eusko Alkartasuna reafirma su compromiso de “trabajar hasta el final” por “lograr una paz definitiva y la normalización política del país”, y pide al resto de agentes políticos “una implicación activa” para alcanzar este objetivo y abordar la necesaria reconciliación social que nos permita poner fin al dolor y sufrimiento que la violencia ha originado en nuestra sociedad”, afirma. Así hace un llamamiento a la sociedad navarra para que acuda a la manifestación de mañana, sábado, 1 de abril, en Bilbao bajo el lema “Konponbide garaia da. Es tiempo de Soluciones”.

Sobre la negociación política, subraya que “corresponde a los partidos” y resalta que “todo acuerdo político que pueda darse, debe contar con el aval democrático de la ciudadanía directamente afectada, en lo que respecta a Navarra, de la ciudadanía de este territorio”, afirma.

EL NACIONALISMO VASCO, PRINCIPAL ACTIVO DEL CAMBIO POLÍTICO

Eusko Alkartasuna afirma que “el nacionalismo vasco es el principal activo para impulsar el cambio social y político en Navarra”. Opina que el sector abertzale “puede convertirse en la segunda fuerza política de Navarra en 2007” y apuesta por “intensificar” la colaboración entre formaciones políticas de este ámbito “para que la presencia de quienes, además de navarros nos sentimos vascos, se refleje democráticamente de forma efectiva en las instituciones de Navarra, como expresión de su pluralidad y desde la lealtad al sentimiento de pertenencia a un mismo pueblo que nos une a miles de navarros y navarras”.

“En una sociedad normalizada, el abertzalismo puede ser una fuerza sustancial en el mapa electoral de Navarra. Debemos ser conscientes de que el crecimiento potencial de este sector está profundamente vinculado tanto a la apuesta definitiva por las vías políticas de quienes hasta ahora estaban en otra estrategia, pero también al desarrollo de esa capacidad de interlocución con la que históricamente se ha identificado en Navarra a nuestro partido”, apunta.

NAFARROA BAI

Así, la Ejecutiva de EA en Navarra considera que la colaboración electoral “de una parte fundamental” de este sector en Nafarroa Bai “recoge la apuesta estratégica que Eusko Alkartasuna ha realizado desde su fundación en Navarra, sobre la base de tres principios: la defensa de las vías políticas como únicas válidas para defender la Navarra vasca y abertzale, la apuesta por una participación institucional activa y responsable, y la exigencia de la igualdad de oportunidades que debe existir entre todos los proyectos políticos para poder desarrollarse democráticamente, sin más límite que la voluntad libre de la ciudadanía”.

La nueva y esperanzadora situación con la que desde EA, desde el principio, hemos estado comprometidos ha de ser reflexionada e interiorizada en el seno de NABAI, de tal forma que además de orientar su actuación al impulso del proceso de pacificación en Nafarroa analice las nuevas posibilidades y prioridades políticas de Euskal Herria y, específicamente, de Nafarroa.

Este nuevo escenario político supone un impulso a las posibilidades de acuerdo y colaboración dentro del ámbito abertzale de Navarra, que podrían ir concretándose en los próximos tiempos, desde el respeto a los principios fundamentales de NABAI y a la libertad de todo partido político, pero desde la consciencia de la necesidad de unidad de acción en aspectos fundamentales para el desarrollo de nuestras prioridades comunes en Navarra”, afirma.

“En los últimos treinta años el nacionalismo vasco en Navarra ha sido un revulsivo democrático y social frente a la gestión excluyente, conservadora, cerrada y negadora de la pluralidad de la derecha. Nuestra fuerza, como agente activo, no se mide únicamente con base en nuestra representación institucional sino por la capacidad de interlocución con otros partidos, una fórmula en la que Eusko Alkartasuna ha destacado a lo largo de toda su trayectoria en este territorio, desde esa visión posibilista y tenaz que ha caracterizado nuestra labor política de oposición a ultranza a la derecha, y simultáneamente, de gestión abierta, responsable y progresista”, apunta.

Para Eusko Alkartasuna “NABAI debe trabajar esta capacidad” razón por la que considera “prioritario y determinante agilizar el debate y el acuerdo en torno a los compromisos políticos y programáticos básicos, para una defensa firme e inequívoca de nuestra identidad y desde nuestra disposición de ser un agente constructivo en el desarrollo social y político de Navarra, de su soberanía propia y los derechos democráticos de su ciudadanía”.

UPN, EN EVIDENCIA ANTE EL NUEVO ESCENARIO

“Una de las primeras consecuencias de la apertura del proceso de paz en Navarra es que ha dejado en evidencia el temor de UPN a que, en situación de ausencia de violencia, su discurso histórico pierda fuerza social y buena parte de su justificación estratégica. UPN, partido que nació en contra de la esencia vasca de Navarra, despojado del discurso del miedo queda totalmente desenmascarado como una mera sucursal del españolismo más acendrado del PP, al que lleva décadas representando en Navarra”, apunta.

“Las continuas apelaciones al actual marco jurídico político de Navarra, su actitud reaccionaria frente al nuevo escenario de paz y su pretensión constante en el último año de cerrar las puertas a cualquier desarrollo político de Navarra distinto al actual, aun a costa de recortar los derechos democráticos y la capacidad de decisión de los navarros y navarras, pone en evidencia la debilidad de su proyecto y sus dudas ante una situación sin violencia, en la que todas las ideas puedan defenderse en igualdad de condiciones, sin presiones, extorsiones ni agresiones, pero también, sin imposiciones ni utilizaciones de dicha violencia para desacreditar los planteamientos de quienes siempre nos hemos posicionado en contra de su existencia, como Eusko Alkartasuna”, dice.

“Cualquier demócrata está esperanzado con la paz. UPN en cambio transmite escepticismo y miedo. Realmente resulta preocupante que el partido que hoy ostenta el Gobierno de Navarra, habiendo sido este territorio, junto con el resto de Euskal Herria, el más afectado por la violencia, no muestra mayor satisfacción cuando se vislumbra la solución a esta grave realidad”, apunta.

OTRAS COLABORACIONES

Tras las primeras reuniones que este partido ha mantenido con las fuerzas políticas fundamentales en Navarra, su impresión es que “hay posibilidades reales de alcanzar acuerdos de colaboración y gobierno con otras formaciones tanto para impulsar el proceso de pacificación y normalización políticas como para conformar una alternativa a UPN”.

No obstante, advierte de que “no aceptaremos condiciones que planteen la renuncia ideológica a nuestros postulados esenciales, acuerdos con quienes secunden propuestas como la de ‘blindar’ Navarra institucionalmente ante los propios navarros y navarras. Algunos posicionamientos del PSN ponen en evidencia una sumisión absoluta a la estrategia de la derecha navarra, y a un nacionalismo español excluyente y antidemocrático, contrario a la pluralidad, que niega la propia existencia de la realidad de Euskal Herria y que antepone la imposición de su proyecto político a la capacidad de decidir de los navarros y navarras”, afirma.

“Cualquier posibilidad de colaboración y acuerdo entre diferentes debe basarse en el respeto a la legítima discrepancia, y dar prioridad a las urgencias y necesidades económicas, sociales y de reconocimiento de la pluralidad de Navarra”, expone.

“Navarra necesita un cambio de gobierno que ponga fin al régimen de exclusión sistemática de la derecha navarra, a una gestión manchada por las irregularidades y la sospecha constante de corruptelas, basada en la prebenda, el clientelismo y el trato de favor, que favorece a unas zonas frente a otras, provocando la paulatina desvertebración económica y social del territorio. Un Gobierno autocomplaciente en lo económico, retrógrado en lo social, que tiene el dudoso honor de estar protagonizando el mayor retroceso de los últimos años en el nivel de bienestar de Navarra en aspectos como la Sanidad o la Educación, que ha sido incapaz en años de alcanzar acuerdos satisfactorios con otros para negociar el desarrollo de infraestructuras fundamentales para Navarra. Un partido que se autoproclama navarrista, pero actúa al servicio del PP, haciendo una dejación absoluta en la defensa de nuestros intereses generales y de nuestra capacidad de autogobierno, que tiene miedo a que a los navarros y navarras se nos reconozca la capacidad de decidir nuestro futuro”, concluye.

Fuente: Eusko Alkartasuna